El Ayuntamiento expropiar¨¢ la casa que fotografi¨® Capa y realojar¨¢ a sus inquilinos
En el edificio viven 33 personas, 21 adultos y 13 ni?os entre dos y 17 a?os
El Ayuntamiento de Madrid asegur¨® este mi¨¦rcoles que su plan es expropiar la casa fotografiada por Robert Capa antes de que finalice el a?o. As¨ª lo afirm¨® el concejal de Urbanismo, Jos¨¦ Manuel Calvo, despu¨¦s de que el d¨ªa anterior la delegada de Equidad, Marta Higueras, afirmara que desconoc¨ªa la existencia de tr¨¢mites en este sentido. Calvo a?adi¨® que el gobierno local buscar¨¢ una alternativa habitacional a los vecinos, algo tambi¨¦n rechazado por Higueras. La socialista Mar Espinar se pregunt¨® sobre la coordinaci¨®n del gobierno de Manuela Carmena.
La casa de la calle de Peironcely, 10, cuya imagen tras los bombardeos alemanes en la Guerra Civil lleg¨® a todo el mundo gracias a los reportajes fotogr¨¢ficos de Robert Capa, pasar¨¢ a ser de propiedad municipal. El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible lo explic¨® en una comisi¨®n municipal tras ser preguntado por la edil socialista Espinar, que llev¨® al pleno la propuesta de elevar la protecci¨®n del edificio.
Calvo asegur¨® que el Consistorio puso en marcha el 20 de septiembre de este a?o los tr¨¢mites necesarios para la expropiaci¨®n del inmueble, despu¨¦s de que la junta de Vallecas paralizara el derribo propuesto por el due?o de la casa. La versi¨®n de Calvo, no obstante, llam¨® la atenci¨®n de la socialista, puesto que el d¨ªa anterior la delegada de Equidad, y tambi¨¦n mano derecha de Carmena, afirm¨® desconocer que se hubiese tramitado un expediente de expropiaci¨®n.
"?Es que no se hablan entre ustedes?", pregunt¨® sorprendida Espinar, quien por otro lado remarc¨® el compromiso de su partido no solo para que la casa se recupere, sino para que el gobierno local haga todo lo posible para realojar a sus inquilinos.
En la vivienda viven 33 personas, 21 adultos y 13 ni?os de entre 2 y 17 a?os. Pero todos coinciden en que las condiciones de la vivienda son "mejorables". Se trata de hogares de 25 metros cuadrados con condiciones insalubres, en las que viven hoy familias que pagan alquileres de unos 300 euros. Por ello, el pasado martes, Espinar pidi¨® a Higueras que pusiera en marcha el procedimiento municipal para buscar un realojo a estas familias. Sin embargo, Higueras afirm¨® que la situaci¨®n de esos inquilinos no puede considerarse de emergencia y que, por tanto, no pod¨ªa activarse el procedimiento de realojo.
"Es cierto que en ese inmueble las condiciones de habitabilidad son mejorables, pero estas son viviendas en alquiler en las que el propietario tiene una serie de obligaciones y los inquilinos pueden decidir marcharse", afirm¨®.
Algo que, sin embargo, volvi¨® a corregir Calvo este mi¨¦rcoles: "Por supuesto, habr¨¢ realojo de residentes", afirm¨® ante la sorpresa de Espinar, que cuestion¨® la filtraci¨®n a los medios de comunicaci¨®n de esta ma?ana: "Me parece algo ex¨®tico que conteste a su compa?era a trav¨¦s de los medios. Estoy segura de que si Marta Higueras hubiera sabido que abr¨ªa la puerta a la expropiaci¨®n hubiera contestado de manera diferente".
Vivienda en Entrev¨ªas
La casa fotografiada por Capa se ubica en el barrio de Entrev¨ªas y seg¨²n el Consistorio podr¨ªa ser expropiada en un plazo de tres meses. La plataforma Salva Peironcely, 10, que impuls¨® junto a Espinar el plan para recuperar la casa y su memoria, esperan que en ella se pueda levantar un museo sobre la Guerra Civil y los bombardeos alemanes. En la sesi¨®n plenaria de julio, Espinar, que llev¨® al hemiciclo la cuesti¨®n de la protecci¨®n de la vivienda, coment¨®: "Peironcely, 10, es el ¨²ltimo testigo urbano del casco antiguo de Entrev¨ªas y un s¨ªmbolo de la resistencia de un vecindario ante adversidades e injusticias".
En la fotograf¨ªa del artista h¨²ngaro, de 1936, se puede apreciar a una mujer y tres ni?os delante de una pared agujereada por el bombardeo de los cazas alemanes. La imagen dio la vuelta al mundo: peri¨®dicos franceses y suizos la publicaron, como tambi¨¦n la revista estadounidense Life. Por ello, los promotores de la defensa de esta vivienda defienden que se trata de un "emblema" de la capital y un "icono" de la Guerra Civil. "Se trata de un lugar ic¨®nico, no solo para la memoria de Espa?a o de la ciudad de Madrid", explic¨® a este diario Jos¨¦ Mar¨ªa Ur¨ªa, de la Fundaci¨®n Agfitel, vinculada a UGT. Para la plataforma su valor simb¨®lico no se reduce a la historia de Espa?a, sino que recuerda la tragedia de la Segunda Guerra Mundial en todo el continente europeo.
Una vivienda bombardeada en 1936
En Entrev¨ªas. La casa de Peironcely 10 construida en 1927 en el barrio de Entrev¨ªas, en el sur de la capital. Esa zona de Madrid, que daba cobijo a los m¨¢s desfavorecidos de la ciudad, se llen¨® de muertos y heridos cuando los aviones Junckers de Hitler descargaron sus bombas durante la Guerra Civil.
Robert Capa. El fotografo h¨²ngaro inmortaliz¨® la casa en 1936, quedando grabada en el imaginario colectivo con marcas de metralla en su fachada y ni?os jugando entre la devastaci¨®n de la guerra. La imagen dio la vuelta al mundo.
En el olvido hasta 2010. La casa qued¨® relegada en el olvido hasta que en 2010 una investigaci¨®n del fot¨®grafo Jos¨¦ Latova y de Alberto Mart¨ªn Escudero averigu¨® que segu¨ªa en pie. Propusieron con la plataforma Salva Peironcely que se reconociera su valor hist¨®rico y cultural.
Bien protegido. El Ayuntamiento se comprometi¨® en julio, tras una propuesta en el pleno del PSOE, a incluir en el cat¨¢logo de bienes protegidos la vivienda. Por su parte, la Comunidad sostiene que la condici¨®n de infravivienda del edificio plantea problemas para incluirlo en la lista de bienes de inter¨¦s cultural.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
