La pintura de Dal¨ª que inspiraron Picasso y Lorca
Un nuevo estudio profundiza en ¡®Academia neocubista¡¯, culminaci¨®n de la etapa de juventud del pintor
Dal¨ª siempre admir¨® a Picasso. Tanto que parec¨ªa obsesionado con ¨¦l por las continuas referencias personales y de su obra que siempre hizo. Durante a?os le envi¨® una postal en la que repet¨ªa ¡°Pel juliol, ni dona ni cargol¡±, a prop¨®sito de un dicho catal¨¢n. Picasso nunca le contest¨®. Tampoco existen im¨¢genes de los dos juntos, y solo consta que se vieran en una ocasi¨®n, en Par¨ªs, en abril de 1926 durante el primer viaje de Dal¨ª a la capital francesa en el que visit¨® al malague?o en su taller y admir¨® lo que pintaba por entonces. Una visita que marc¨®, y mucho, al joven de Figueres de 22 a?os en obras como Academia neocubista, que pint¨® ese verano y expuso en su segunda exposici¨®n individual a finales de ese mismo a?o en las Galer¨ªas Dalmau de Barcelona. Esta obra, considerada la obra cumbre de su periodo de juventud, ha sido objeto de estudio por Jordi Falg¨¤s que acaba de publicar Dal¨ª: Acad¨¨mia neocubista i altres obres,un peque?o libro editado por el Museo de Montserrat, el centro que conserva y expone la pintura desde 1998.
Expertos en Dal¨ª como Santos Torroella o F¨¦lix Fan¨¦s hab¨ªan estudiado el cuadro, pero no se le hab¨ªa dedicado un estudio monogr¨¢fico hasta ahora. ¡°Es la pintura de mayor dimensi¨®n que hab¨ªa pintado hasta ese momento y la m¨¢s compleja de iconograf¨ªa y simbolismo. Fue un tour de force para Dal¨ª y en ella se plantea qu¨¦ pasa con el cubismo, un estilo que ya puede considerarse acad¨¦mico y quiere superarlo. Por eso la titula as¨ª. Es una obra de cambio y de transici¨®n en la que mira hacia atr¨¢s para dar un salto adelante hacia el surrealismo que abrazar¨¢ poco despu¨¦s¡±, explica este experto en el pintor que dirige desde 2008 la Fundaci¨® Rafael Mas¨® de Girona.
En esta pintura de 190 por 200 cent¨ªmetros hay, en efecto, muchos elementos que recuerdan a Picasso, como las geom¨¦tricas figuras femeninas vestidas con t¨²nicas inspiradas en obras del malague?o como Ba?ista sentada limpi¨¢ndose los pies o en Tres mujeres en la fuente.
"El objeto que sostiene el marinero en su mano izquierda puede ser un arco cl¨¢sico o un elemento f¨¢lico, que nos habla de la masturbaci¨®n¡±
¡°Picasso era para Dal¨ª un maestro consagrado que hab¨ªa roto muchos moldes y era alguien a seguir¡±, prosigue Falg¨¤s. ¡°Pero tambi¨¦n hay muchos elementos de los fantasmas internos y las angustias sexuales de esos a?os¡±, y todos tienen que ver con Federico Garc¨ªa Lorca, su amigo desde que lo conoci¨® en la Residencia de Estudiantes de Madrid en 1922. En efecto la figura central, interpretada como un marinero por el gorro que lleva, es tambi¨¦n un San Sebasti¨¢n, uno de los temas que m¨¢s apasionaban al escritor y al pintor por entonces, por sus connotaciones homosexuales y que provoc¨® un intercambio argumental intenso entre ellos y al que consagraron un buen n¨²mero de dibujos y pinturas.
¡°La pintura tiene elementos que hablan de una especie de lenguaje en clave entre los dos, como el objeto que sostiene el marinero en su mano izquierda que puede ser un arco cl¨¢sico o un elemento f¨¢lico, que nos habla de la masturbaci¨®n¡±, explica el experto que mantiene que en esta obra objetos como las conchas, los peces y el barco "fruto de las lecturas que Dal¨ª hab¨ªa hecho de Freud¡±, empiezan a tener un doble o triple significado.
Para Falg¨¤s la figura central es tambi¨¦n un autorretrato ¡°idealizado¡± del propio Dal¨ª. ¡°Es una exaltaci¨®n del torso masculino desnudo, una celebraci¨®n hedonista del cuerpo dorado por el sol que tanto le gustaba lucir por entonces al pintor¡±, tal y como se aprecia en las fotograf¨ªas que se hace en Cadaqu¨¦s. ¡°Sensualidad y disfrute de la vida eran temas esenciales para Picasso desde comienzos de la d¨¦cada y Dal¨ª comenz¨® en Academia neocubista a reinterpretarlos con alusiones a la homosexualidad y al sacrificio, angustias que estaban latentes en su relaci¨®n con Lorca¡±, remacha Falg¨¤s.
Casi in¨¦dita hasta 2005
En 1926, en la segunda exposici¨®n de las Galer¨ªas Dalmau, Dal¨ª expuso 21 pinturas y siete dibujos. Joaquim Cus¨ª compr¨® por 500 pesetas la m¨¢s grande, Academia neocubista, repitiendo lo que hab¨ªa hecho un a?o antes comprando Figura de perfilen la primera individual, con la idea de ayudar al joven pintor, hijo de su amigo notario.
Desde entonces la pintura, que empez¨® a llamar Cus¨ª El marinero, permaneci¨® en casa del farmac¨¦utico y nunca se prest¨® ni se fotografi¨®. Nadie la hab¨ªa vuelto a ver hasta que su hija Josefina Cus¨ª la don¨® al Museo de Montserrat a comienzos de 1998 con la condici¨®n de que no se expusiera ni se prestara hasta su muerte, llevada por su gran amistad con Anna Maria Dal¨ª que hab¨ªa roto con su hermano tras optar ¨¦ste por Gala como musa para sus obras.
En 2005 falleci¨® la hija del farmac¨¦utico y leg¨® 21dibujos m¨¢s de Dal¨ª al museo de Montserrat que se exponen junto a la pintura. A partir de ese momento, Academia neocubista no ha parado de viajar y de prestarse para exposiciones por todo el mundo. Tantas, que los responsables del museo tienen que decir que no para poder mostrarla ellos. "Se trata de una de las grandes obras que hay en Catalu?a de Dal¨ª y una de las grandes aportaciones a las vanguardias", seg¨²n Falg¨¤s.
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