Jubilados en pie de guerra
Los vecinos de la Colonia Banesto denuncian presiones para que abandonen las casas en las que llevan viviendo m¨¢s de medio siglo
¡°Mi bloque es ahora Kosovo. Parece una guerra¡±, se queja Josefa Oviedo, de 88 a?os. La mujer lleva seis d¨¦cadas viviendo en la Colonia Banesto, junto a la calle de Arturo Soria. La entidad cedi¨® los pisos a sus empleados en 1958 bajo el r¨¦gimen de vivienda protegida. En agosto del a?o pasado la inmobiliaria Metrovacesa se hizo con la propiedad de estos diez edificios y, en noviembre, envi¨® un burofax a los inquilinos para anunciarles que deb¨ªan abandonarlos el 31 de enero. Las 39 familias que a¨²n viven en sus 160 viviendas se negaron. Metrovacesa remiti¨® un segundo burofax en diciembre que, aunque mantiene los t¨¦rminos del anterior, dejaba en suspenso la fecha de salida. Los vecinos denuncian ahora presiones para que dejen su hogar.
Antonio Crespo, uno de los octogenarios afectados, muestra ambos burofaxes en la acera de la calle de Mesena, junto a las viviendas por las que pagan una renta antigua de 89 euros al mes. Enfrente se encuentra una barrera que, desde hace a?os, impide el paso a personas ajenas al recinto. Hace d¨ªas se sumaron varios vigilantes. Seg¨²n Metrovacesa, en las ¨²ltimas semanas han sido okupadas dos viviendas y la intenci¨®n es ¡°garantizar la seguridad de los inquilinos porque la mayor¨ªa de las casas est¨¢n vac¨ªas¡±. Uno de los afectados, Francisco Ribeira, de 81 a?os, confirma que la empresa ha estado desmontando los pisos vac¨ªos para apremiarles a marcharse. En las casas de los bloques B y E faltan puertas, han derribado azulejos y retirado contadores. Los vigilantes proh¨ªben la entrada a las viviendas porque ¡°son propiedad privada¡±. Para Ram¨®n Silva, concejal del PSOE, se trata de un presunto acoso inmobiliario.
¡°Daban con una maza y cre¨ªa que tiraban abajo mi piso¡±, rememora Soledad Bud¨ªa, de 88 a?os, a¨²n asustada. Los servicios t¨¦cnicos del Ayuntamiento se personaron el 29 de enero en los bloques. Requirieron licencia de obra pero, seg¨²n Yolanda Rodr¨ªguez (Ahora Madrid), presidenta de la Junta de Distrito de Hortaleza, no dispon¨ªan de ella, por lo que paralizaron los trabajos. Metrovacesa asegura que ha solicitado el permiso y que lo recibir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas. ¡°La intenci¨®n es declarar los edificios en ruina para que nos echen. Quieren construir viviendas de lujo porque la zona, a pocos minutos de Chamart¨ªn, es muy buena¡±, relata Ribeira. La inmobiliaria confirma que quiere levantar una nueva promoci¨®n sobre estos 20.000 metros cuadrados, pero que ¡°el proyecto a¨²n no est¨¢ definido¡±.
Viviendas en ruina
¡°Queremos quedarnos en nuestras casas¡±, exclama Enrique. Otros afectados, como Mar¨ªa Garc¨ªa, de 83 a?os, abren la puerta a marcharse siempre que tengan una alternativa. Aunque Metrovacesa afirma que est¨¢ negoci¨¢ndola individualmente, ni a Garc¨ªa ni al resto de inquilinos le han ofrecido nada a cambio de irse. Los bloques de la colonia carecen de ascensor, uno de los motivos por el que se marchan muchos vecinos, relata Antonio L¨®pez, de 88 a?os y uno de los cuatro inquilinos que a¨²n vive en el bloque B.
A L¨®pez le cuesta subir los pelda?os hasta su casa, en el cuarto piso. Toma aire en los descansillos mientras se apoya en su bast¨®n. Mira con melancol¨ªa hacia los pisos vac¨ªos, ahora derruidos por orden de los propietarios. Se detiene en la segunda planta, ante la atenta mirada de un vigilante, y comienza a sollozar: ¡°En el B viv¨ªa Manolo Alcalde y, en el C, Rafael Alonso¡±. Ahora, sus casas no son m¨¢s que ruina. ¡°Todos los que vivimos aqu¨ª somos jubilados, pero eso no quiere decir que no vayamos a luchar¡±, promete Francisco Ribeira. La guerra no ha hecho m¨¢s que empezar.
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