Un espectro para todos los p¨²blicos
Joan Pera sale airoso en el teatro Condal de ¡®El fantasma de Canterville¡¯ de Oscar Wilde
Joan Pera estrena en el Condal el nuevo traje teatral, a medida de su vis c¨®mica, que le ha confeccionado Focus con el director de escena Josep Maria Mestres como sastre de confianza. Tras su colaboraci¨®n anterior ¡ªun Moli¨¨re cl¨¢sico, L¡¯avar, en el Goya¡ª, en esta ocasi¨®n el pa?o de origen escogido procede de la Inglaterra victoriana y es de la m¨¢s alta calidad, pues lleva el fino e ingenioso sello de Oscar Wilde: El fantasma de Canterville, su cuento m¨¢s famoso. A partir del original, Joan Yago firma un texto entretenido y amable, con trazos demasiado gruesos, pero del que sale muy airoso el popular actor en la fantasmag¨®rica piel de Sir Simon de Canterville.
El fantasma de Canterville
De Joan Yago, a partir del cuento de Oscar Wilde
Joan Pera, Pep Sais, David Olivares, Elisabeth Casanovas, Betsy T¨²rnez y ?scar Castellv¨ª
Direcci¨®n: Josep Maria Mestres
Teatro Condal
Barcelona, 19 de febrero de 2018
Como fantasma ingl¨¦s, Joan Pera tambi¨¦n sigue siendo Joan Pera. El objetivo es no defraudar a sus admiradores y atraer a un p¨²blico familiar con un espect¨¢culo entretenido, divertido a ratos, pero con altibajos. Funciona bien el juego de luces y efectos ¡ªel veterano actor ha trabajado con el Mag Lari para aprender ¨²tiles trucos para aparecer y desaparecer en escena¡ª, que exigen precisi¨®n y esfuerzo f¨ªsico; el espectro no para de moverse por un escenario presidido por una gran escalinata, y eso cansa lo suyo en una funci¨®n que dura una hora y cuarenta y cinco minutos sin descanso.
Se agradece el esfuerzo de contenci¨®n de Pera a la hora de ce?irse a un texto que respira en algunas de sus intervenciones aires shakesperianos, aunque cuando m¨¢s gracia tiene es cuando lo lleva a su propio e inconfundible registro. L¨¢stima que el resto del reparto proceda con menos cuidado y busque el aplauso con caracterizaciones un poco pasadas de rosca.
Pep Sais es quien mejor sirve su doble cometido como arruinado Lord Canterville y Marigold Umney, la histri¨®nica gobernanta del castillo que recibe a una estrafalaria familia americana que pone en jaque al fantasma con su absoluta falta de fe en los asuntos del m¨¢s all¨¢.
David Olivares tiene buenos golpes como el millonario Hiriam S. Otis, una especie de Donald Trump de andar por casa, que no se toma en serio al pobre fantasma y est¨¢ dispuesto a ganar su apuesta con Lord Canterville para hacerse con el castillo; l¨¢stima que no sea capaz de reprimir los excesos de trazo grueso que, aunque le dan mucho brillo, en los gags de Pol¨°nia, rebajan el tono de las ingeniosas y afiladas frases de Wilde, autor que no soportar¨ªa nunca la vulgaridad.
Elisabeth Casanovas, un punto redicha como caprichosa hija del empresario, ofrece los mejores momentos cuando muestra su lado m¨¢s humano ayudando al cansado fantasma a encontrar justo reposo. Betsy T¨²rnez y ?scar Castellv¨ª completan el reparto con caracterizaciones muy aceleradas como esposa del ricach¨®n americano y el m¨¢s joven de los Canterville.
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