?mnium se regala un Quim Monz¨® en su 50? Premi d¡¯Honor de les Lletres Catalanes
El escritor asegura que Cuixart le comunic¨® la noticia desde la prisi¨®n y confiesa que no ha sido capaz de responderle a la carta
¡°?No tendr¨¦ alguna enfermedad que no s¨¦, verdad?¡±, lanza, con su iron¨ªa genuina Quim Monz¨® tras saberse hoy en Barcelona el 50? Premi d¡¯Honor de les Lletres Catalanes, que otorga ?mnium Cultural, en un especial¨ªsimo Quid pro quo: en su dorada efem¨¦ride, el galard¨®n de m¨¢s peso moral de la cultura catalana se dota, am¨¦n de con su segundo homenajeado m¨¢s joven tras Jaume Cabr¨¦ (el escritor barcelon¨¦s tiene ahora 66 a?os), con uno de los ¨²ltimos grande renovadores contempor¨¢neos de la lengua y la literatura en catal¨¢n; mientras, Monz¨® gana en visibilidad literaria tras decidir desde hace casi 11 a?os, cuando lanz¨® Mil cretins, que no publicar¨ªa m¨¢s obra de ficci¨®n nueva porque ¡°estoy hasta las pelotas de los piratas, no de escribir¡±.
Monz¨®, temprano referente ineludible en la prosa en catal¨¢n desde aquel 1978 en que public¨® su primer libro de relatos (su g¨¦nero mayor), Uf, va dir ell, es un dif¨ªcil compendio, por irrepetible, de costumbrismo de su tiempo, creador nato de lenguaje y humor ¨¢cido, que bucea en el surrealismo (¨²nico ismo al que est¨¢ abonado), pero siempre con un humus de humanidad. Es algo que han traslucido siempre toda su obra desde sus colaboraciones period¨ªsticas (desde el radiof¨®nico El lloro, el moro i el mico i el senyor de Puerto Rico en Catalunya R¨¤dio y el televisivo Persones humanes de TV-3 a sus actuales piezas para La Vanguardia y RAC-1) hasta su producci¨®n literaria, con t¨ªtulos como La magnitud de la tragedia, El perqu¨¨ de tot plegat o Guadalajara.
El propio escritor ha calificado lo que sent¨ªa como ¡°cosa anormal¡±, si bien era por las circunstancias en que ha recibido el galard¨®n, dotado con 20.000 euros y una escultura de Ernest Alt¨¨s, y que se le entregar¨¢ en un acto en el Palau de la M¨²sica el 4 de junio. ¡°Lo normal es que el presidente de ?mnium Cultural llame al premiado, pero no ha podido ser y eso no hab¨ªa pasado nunca en 49 a?os, porque est¨¢ en prisi¨®n en una escandalosa actuaci¨®n de la injusticia espa?ola con la Ley y ante la absoluta complacencia de los medios cr¨ªticos, que no responden¡±, ha denunciado Monz¨®, en referencia a los 142 d¨ªas que lleva encarcelado por el proc¨¦s Jordi Cuixart, d¨¦cimo presidente de la entidad. ?ste le envi¨® desde su celda en Soto del Real una carta manuscrita que el escritor, admite, a¨²n no ha respondido: ¡°Tengo el borrador ah¨ª, pero no s¨¦ qu¨¦ decirle, no consigo acabarla¡±.
Tampoco ha cerrado, dice, su etapa como creador de ficci¨®n. ¡°Saber si estoy escribiendo o no narrativa es una pregunta que no incumbe a nadie, como nadie deber¨ªa preguntar si te vas a la cama con alguien; adem¨¢s, hacer un art¨ªculo diario que no sea de pol¨ªtica o f¨²tbol requiere un tiempo lento de cocci¨®n¡ Ese articulismo tambi¨¦n es literatura. ?Si publicar¨¦ m¨¢s narrativa? No lo s¨¦; tambi¨¦n hay que dejar cosas en los cajones para los herederos¡±. En esa l¨ªnea, desmiente que tuviera entre manos unas memorias: ¡°A¨²n me acuerdo de demasiadas cosas para hacerlas¡±, suelta, parafraseando a Pere Calders, uno de los autores con los que es comparado junto al tambi¨¦n gran cuentista Francesc Trabal.
Llengua, Cultura, Pa¨ªs es el lema que marca la actuaci¨®n de ?mnium, del que el autor de El millor dels mons se pronuncia sobre la primera porque ¡°es la que est¨¢ m¨¢s jodida: est¨¢ bajo m¨ªnimos, es un problema que, desde 2010, con la ilusi¨®n independentista, ha quedado arrinconado, pero estamos viviendo una irlandizaci¨®n del catal¨¢n al opinar la gente que es m¨¢s prioritario que se creen estructuras de Estado; yo quiero ese Estado, pero la situaci¨®n del irland¨¦s es peligrosa, como la del occitano en Occitania¡¡±. Monz¨® aclara: ¡°No quiero que se hable un catal¨¢n emperifollado, pero si yo no supiera castellano no entender¨ªa el catal¨¢n de muchos textos, tengo que retraducir mentalmente¡ Es el famoso cata?ol¡±.
Consciente de que hoy ¡°el periodismo informativo hace m¨¢s ficci¨®n que la ficci¨®n, aunque siempre han existido las fake news¡±, de que las bibliotecas est¨¢n "muy mitificadas: no se va a leer sino a estar conectado a internet gratis y ya no hay silencio posible¡± (tuvo un incidente ante la imposibilidad de que nadie le aceptara 3.000 vol¨²menes que pensaba donar, que acab¨® tirando ¡°exprofeso al contenedor de materia org¨¢nica, no al de papel¡±) o de que las feministas deber¨ªan recomendar m¨¢s a Ana?s Nin ¡°aunque alguna salga diciendo que no las representa, por lo que se lo tendr¨ªan que hacer mirar¡±, Monz¨® lleva una vida muy cartesiana. A saber: ¡°Me levanto a las seis y cuarto con pereza enorme, levanto la taza del w¨¢ter y hago lo que toca, me ducho, cojo el ordenador port¨¢til y lo meto en la mochila y voy a mi estudio, y ah¨ª leo la prensa en papel que encuentro y por internet la internacional, desde las 8 y cuarto hasta las 12. He tomado unas notas y escribo el art¨ªculo y s¨®lo despu¨¦s de acabarlo como, en apenas 20 minutos. Y ya por la tarde, leer y leer, por placer¡±. Y entre lo que le ha gustado en los ¨²ltimos a?os, el argentino C¨¦sar Aira ¡°y cosas que repesco y que curiosamente no supe entender hace 20 a?os y ahora me gustan¡±.
Monz¨® es el segundo ganador m¨¢s joven en toda la historia de un galard¨®n que en 1969 Josep Benet propuso a ?mnium que instituyera. ¡°Bueno, tampoco me parece que 66 a?os sea la juventud¡ Adem¨¢s, deben correr porque si tardan mucho, igual se les mueren los potenciales premiados¡±, vuelve a ironizar. Y alerta entonces de que cuando se levante del bajo sill¨®n en el que se encuentra le doler¨¢n las rodillas e igual no puede levantarse porque, tras incorporarse casi de un salto, dice: ¡°Al dise?ador le deber¨ªa romper las piernas porque esto est¨¢ concebido por alguien que no tiene conocimientos ergon¨®micos; deber¨ªa tener esta altura hasta aqu¨ª, como m¨ªnimo, para facilitar la incorporaci¨®n porque ya est¨¢s medio levantado; adem¨¢s, ya me pas¨¦ media vida sentado en el suelo y en los portales, donde incluso llegu¨¦ a dormir m¨¢s de una noche¡¡±. Ya le estaba saliendo un art¨ªculo o un cuento.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.