La pausa
Lo m¨¢s prudente ser¨ªa designar un candidato no sometido a ninguna restricci¨®n judicial de sus derechos
La actual situaci¨®n pol¨ªtica, producto de diversos errores, entre los que destaca, la obsesi¨®n de nombrar presidente a Carles Puigdemont o a otro independentista preso o imputado por delitos graves, no favorece el regreso a una situaci¨®n normalizada y ajustada a la realidad social.
Esta actitud conduce a la consolidaci¨®n de una autonom¨ªa intervenida por el Estado que parad¨®jicamente parece que conforma a muchos y que de durar no favorece la autenticidad del pretendido autogobierno de Catalu?a.
Examinemos algunos de los problemas jur¨ªdicos que presenta la designaci¨®n de esas personas.
1. La de Carles Puigdemont, fugado, preso provisional sin fianza y rebelde, exige, su presencia personal y la autorizaci¨®n del juez Instructor del Tribunal Supremo, el cual, una vez nombrado, a buen seguro ordenar¨ªa su ingreso en prisi¨®n quedando sujeto a las sucesivas decisiones de aquel. Las mismas determinaciones son aplicables al resto de personas residentes en B¨¦lgica o en el Reino Unido.
2. La de las personas presos provisionales sin fianza. Mientras dure ese estado su situaci¨®n es an¨¢loga a la recogida en el anterior apartado aunque no es descartable que no se tarde en decidir su libertad provisional con o sin fianza.
3. La de las personas investigadas y que se encuentran en libertad provisional con o sin fianza.
Tampoco su designaci¨®n se encuentra exenta de problemas.
El procedimiento seguido contra todos los implicados, dada la gravedad de los delitos presuntamente cometidos, es el denominado ordinario. Dicho procedimiento obliga a dictar contra ellos, de existir alg¨²n indicio racional de criminalidad, auto de procesamiento que comporta, seg¨²n la reforma introducida por la Ley org¨¢nica 4/1988 de 25 de marzo, la aplicaci¨®n del art. 384 bis de la LECrim, la suspensi¨®n autom¨¢tica de toda funci¨®n o cargo p¨²blico mientras dure la situaci¨®n de prisi¨®n y siempre que el delito haya sido cometido por persona relacionada con individuos terroristas o rebeldes.
La cuesti¨®n estriba en si este precepto es, como se sostiene por algunos, aplicable a las personas investigadas por rebeli¨®n en el proceso del juez Llarena.
La pregunta reside, b¨¢sicamente, en c¨®mo ha de interpretarse el inciso ¡°mientras dure la situaci¨®n de prisi¨®n¡±, si referido ¨²nicamente a los procesados privados, de hecho, de libertad o, tambi¨¦n, a aquellos en situaci¨®n jur¨ªdica de prisi¨®n aunque haya sido eludida con la prestaci¨®n de fianza. As¨ª como la palabra ¡°rebeldes¡±. N¨®tese que no se dice, autores del delito de rebeli¨®n, sino rebeldes que bien puede referirse a personas declaradas en situaci¨®n de rebeld¨ªa por no estar a disposici¨®n del Tribunal.
Hay que pensar que el auto de procesamiento, firme o no, es modificable, en cualquier momento, de oficio o a instancia de parte, que es una resoluci¨®n provisional fundada en simples indicios racionales, pero indicios en definitiva, que la persona procesada puede no resultar acusada en el juicio oral o serlo por un delito distinto por el que fue procesado.
Si a ello a?adimos que todas las dudas que pueda ofrecer el art. 384 bis de la LECrim, por afectar a derechos de los investigados, es obligado que sean objeto de una interpretaci¨®n restrictiva y favorable a aquellos. No ser¨ªa honesto, sin embargo, ocultar que pueden prevalecer criterios de signo contrario y que, por tanto, lo m¨¢s prudente ser¨ªa designar un candidato no sometido a ninguna restricci¨®n judicial de sus derechos.
Sea lo que sea, lo indiscutible es que la designaci¨®n de una de aquellas personas no ayuda a una normal soluci¨®n del problema catal¨¢n cuando, con respeto democr¨¢tico al resultado de las elecciones caben otras v¨ªas m¨¢s propias del momento presente, que impone una pausa en la realizaci¨®n de las posturas radicales o extremas. Un alto en el camino, para la reflexi¨®n de todos.
Empiezan a escucharse, desde el campo independentista voces sensatas predicando la necesidad del apoyo de otras fuerzas catalanistas. Este es el camino. Ojal¨¢ el ¨¦xito les acompa?e.
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