Los c¨®micos de la tele llenan los teatros

"Es como comparar al cibersexo con el sexo real". Para Goyo Jim¨¦nez, la diferencia entre hacer re¨ªr en televisi¨®n y hacerlo en teatro no puede estar m¨¢s clara. Con una l¨ªnea que parece sacada de su espect¨¢culo de stand up, el actor y c¨®mico de Albacete zanja la discusi¨®n sobre las virtudes de los dos mundos: "Habr¨¢ gente a la que le guste m¨¢s el cibersexo, pero lo que es tocar la piel y sentir al otro... Ning¨²n software te provoca esas sensaciones. Y lo mismo pasa con la actuaci¨®n en vivo".

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Igual que Luis Piedrahita,?Sergio Fern¨¢ndez (El Monaguillo) o Joaqu¨ªn Reyes, Jim¨¦nez es uno de los c¨®micos con un pie en los plat¨®s y otro en las tablas madrile?as. "La tele tiene menos intensidad, pero yo le estoy agradecido porque si me conocen en lugares como Argentina es gracias a ella", explica el presentador del programa de divulgaci¨®n cient¨ªfica (con un toque de humor) ?rbita Laika?y responsable de M¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa, su show unipersonal de los Cines Callao.?

Como dice el propio Jim¨¦nez, "lo que tiene la comedia en vivo es que es en vivo". Una de las consecuencias del directo es ese primer momento de extra?eza entre el p¨²blico y el int¨¦rprete. ?Ser¨¢ capaz de hacerme re¨ªr? es la pregunta no formulada de un trance que a Jim¨¦nez no parece asustarle. En el inicio de su espect¨¢culo, refuerza ese anticl¨ªmax inicial con un mon¨®logo sobre su incapacidad de hacer re¨ªr. Tan logrado, que incomoda. Y tan breve, que el espectador en seguida olvida sus dudas para descubrir en el Jim¨¦nez del teatro a un c¨®mico m¨¢s mordaz y pol¨ªtico que al de ?rbita Laika, con chistes costumbristas aptos para todo p¨²blico.

Pero el teatro no implica necesariamente un humor m¨¢s negro que la tele. En su stand up, Luis Piedrahita presume de hacer justo lo contrario. "Mi espect¨¢culo de teatro es mucho m¨¢s blanco que la mayor¨ªa del humor que se ve en la televisi¨®n", dice el colaborador de El Hormiguero que presenta cada s¨¢bado Las am¨ªgdalas de mis am¨ªgdalas son mis am¨ªgdalas, tambi¨¦n,?en los Cines Callao. "En un mundo corrupto, decadente, podrido y criticable, la mayor transgresi¨®n posible es la belleza", explica.

Igual que Jim¨¦nez, Piedrahita prefiere "tener al p¨²blico delante", pero siente que la televisi¨®n tambi¨¦n le ha ayudado. "El artista televisivo tiene algo de sprinter, con propuestas potentes, visuales, memorables y r¨¢pidas". ?Y el teatro qu¨¦ ense?a? "A reaccionar ante imprevistos, siempre hay que escuchar al p¨²blico". En su espect¨¢culo, Piedrahita no se conforma con escucharlo, sino que lo lleva hasta el mismo escenario (con un recurso que no se reproduce aqu¨ª a fin de evitar spoilers) para darle "la sensaci¨®n de vivir algo irrepetible".

Seg¨²n la actriz y c¨®mica Marta Gonz¨¢lez de Vega, hacer part¨ªcipe al p¨²blico del stand up tiene un doble objetivo: que se r¨ªan m¨¢s, porque "los mismos chistes funcionan el doble cuando el p¨²blico est¨¢ implicado", y generar naturalidad. "El culmen del stand up es la naturalidad, y la improvisaci¨®n es el colmo de esa verdad". En De Caperucita a loba en solo seis t¨ªos?(Peque?o Teatro Gran V¨ªa), Gonz¨¢lez de Vega interpela al p¨²blico "muy de entrada, para que se active" en un espect¨¢culo unipersonal que usa recursos del teatro, el stand up y el musical para re¨ªrse, en clave de autoayuda, del patetismo de hombres y mujeres en las relaciones sentimentales.

Exjefa de guionistas y c¨®mica del Club de la Comedia (como Jim¨¦nez y como Piedrahita), Gonz¨¢lez de Vega atribuye a ese programa de televisi¨®n el crecimiento del stand up como otra opci¨®n de la cartelera. "Cuando se empez¨® a hacer stand up en teatros, se ve¨ªa como intrusismo, se dec¨ªa que no era teatro, una persona contando cosas... pero es una discusi¨®n que qued¨® antiqu¨ªsima". Un tema que lamentablemente no ha quedado antiqu¨ªsimo es el de la representaci¨®n femenina. Como explica Gonz¨¢lez de Vega, "con respecto a las mujeres c¨®micas hay un razonamiento bastante com¨²n: la tendencia a decir: 'Las mujeres no tienen gracia', por una mujer que no ha hecho gracia. Pero nadie dice que los hombres no tienen gracia por un c¨®mico que no la tiene". se queja.

Otro veterano del Club de la Comedia con espect¨¢culo en Madrid es el c¨¢ustico Miguel Lago. Due?o de un humor que ¨¦l se resiste a llamar transgresor, "porque en el momento en que se habla de transgredir se convierte en minoritario", est¨¢ llenando el teatro Reina Victoria cada semana con su espect¨¢culo Miguel Lago pone orden. "Yo lo que hago es humor en libertad", dice Lago, y cualquiera que lo haya visto puede dar fe.

La frase "l¨ªmites del humor" no forma parte del vocabulario del energ¨²meno en que Lago se convierte cada s¨¢bado, enfundado en su disfraz de hombre respetable, para ponernos frente a frente con el racismo, la misoginia, el clasismo y la homofobia que nos resistimos a ver. "El humor es una forma de expresi¨®n art¨ªstica y al arte no se le pueden poner barreras", dice Lago, cansado de un debate que en su opini¨®n es un "invento de la derecha". "Los ciudadanos que no se expresan con libertad y est¨¢n coaccionados son much¨ªsimo mas f¨¢ciles de llevar 'por el buen camino".