Desarticulada una banda que obligaba a prostituirse a mujeres en la calle de Montera
Seis mujeres eran obligadas a mantener relaciones sexuales sin protecci¨®n y a trabajar sin descanso
La Polic¨ªa Nacional ha desmantelado una organizaci¨®n de trata de seres humanos y ha liberado a seis mujeres que eran explotadas sexualmente en la calle de la Montera, en Madrid. Las v¨ªctimas eran obligadas a mantener relaciones sexuales con sus clientes sin protecci¨®n y as¨ª conseguir un mayor beneficio econ¨®mico. El operativo policial culmin¨® con la detenci¨®n de los seis integrantes de la organizaci¨®n, cinco de ellos en la capital espa?ola, seg¨²n ha informado la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa.
Las v¨ªctimas eran captadas en Ruman¨ªa. Eran enga?adas bajo la falsa promesa de obtener un trabajo en el sector de la hosteler¨ªa. La realidad era bien distinta. Cuando llegaban a Madrid, eran hacinadas en un piso sin las m¨ªnimas condiciones de limpieza y salubridad. Dorm¨ªan en colchones esparcidos por el suelo. La banda las obligaba a ejercer la prostituci¨®n bajo la amenaza de hacer da?o a sus familias. La banda contaba con estructuras dedicadas al blanqueo de capitales en Rumania, donde enviaban el dinero a trav¨¦s de empresas de mensajer¨ªa.
Las mujeres eran obligadas a mantener relaciones sexuales con sus clientes sin protecci¨®n. De esta forma consegu¨ªan un mayor beneficio econ¨®mico, seg¨²n la Polic¨ªa Nacional. Adem¨¢s los investigados tambi¨¦n les impon¨ªan como ten¨ªan que arreglarse, deb¨ªan vestirse con ropa provocativa y te?irse el pelo con el objetivo de llamar la atenci¨®n de los clientes.
Los integrantes de la organizaci¨®n criminal fijaban las tarifas y duraci¨®n de los servicios sexuales, no permiti¨¦ndoles descansos durante la jornada que, comenzaba a las cuatro de la tarde y finalizaba a las tres de la ma?ana del d¨ªa siguiente. Las mujeres explotadas ten¨ªan un tiempo estipulado para los servicios de 15 minutos y eran multadas si sobrepasaban dicho periodo.
Un f¨¦rreo control
Durante la investigaci¨®n tambi¨¦n se comprob¨® que dos de las v¨ªctimas sufrieron agresiones sexuales por parte del cabecilla de la organizaci¨®n, quien las ten¨ªa totalmente aterrorizadas. Las explotadas, a las que no se les permit¨ªa hablar entre ellas, eran controladas y amedrentadas por los componentes de la organizaci¨®n. Asimismo sufr¨ªan un f¨¦rreo control, tanto en el domicilio de forma directa por los cabecillas de la organizaci¨®n, como en la v¨ªa p¨²blica por una controladora que, tambi¨¦n ejerc¨ªa la prostituci¨®n, pero que formaba parte de la organizaci¨®n. Esta persona, siempre a escasos metros de las v¨ªctimas, comprobaba el cumplimiento de las normas impuestas por la organizaci¨®n. Si eran identificadas por agentes de polic¨ªa, ten¨ªan que decir que ejerc¨ªan la prostituci¨®n de forma voluntaria. Jam¨¢s pod¨ªan revelarles el domicilio donde resid¨ªan.
Tanto el inicio como la finalizaci¨®n de cada servicio sexual, deb¨ªa ser comunicado a los cabecillas de la organizaci¨®n mediante una llamada telef¨®nica donde indicaban tambi¨¦n el dinero obtenido por el mismo. De esta forma, la l¨ªder controlaba la recaudaci¨®n que deb¨ªan entregar las v¨ªctimas al llegar a la vivienda. Aqu¨ª las cacheaban y las descalzaban para comprobar que no se quedaban con dienero.
El operativo final concluy¨® con la realizaci¨®n de un dispositivo policial simult¨¢neo en Madrid y Rumania, procedi¨¦ndose a la desarticulaci¨®n de la organizaci¨®n. En un piso de la capital se intervino diversa documentaci¨®n incriminatoria, varios tel¨¦fonos m¨®viles y 5.470 euros en efectivo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.