¡°En la Divisi¨®n Azul se mat¨® mucho con el cuchillo y la bayoneta, cuerpo a cuerpo¡±
El novelista Antoni Munn¨¦-Jord¨¢ narra las experiencias de tres soldados catalanes en la unidad, de la que formaron parte su padre y su t¨ªo
Desde la cubierta del libro un joven mira con grandes ojos que parecen haber visto demasiado. Luce un bigotito de la ¨¦poca y viste uniforme de la Wehrmacht, el ej¨¦rcito alem¨¢n. En la cabeza, el feldm¨¹tze schiffchen, "el barquito", el caracter¨ªstico gorro de churrero. El libro, Dins el riu, entre els joncs(Ed. Males Herbes, 2018) es una "novela documental" sobre tres j¨®venes catalanes enrolados en la Divisi¨®n Azul, la unidad enviada por Franco a combatir codo con codo con los alemanes contra la Uni¨®n Sovi¨¦tica en la Segunda Guerra Mundial. El autor es el bien conocido escritor Antoni Munn¨¦ Jord¨¤ (Barcelona, 1948) y el de la foto, su padre. El escritor se ha inspirado en las vivencias de este y de otro pariente, su t¨ªo, para aproximarse al mundo de los catalanes que, como ellos, lucharon como miembros de la Divisi¨®n Espa?ola de Voluntarios, popularmente conocida como Divisi¨®n Azul y que constituy¨® a todos los efectos la 250 ? divisi¨®n del Ej¨¦rcito alem¨¢n.
La novela, trufada de documentaci¨®n, sigue la peripecia por separado de esos tres catalanes a los que no se nombra en ning¨²n momento pero a los que el lector distingue porque Munn¨¦-Jord¨¤ narra su historia en primera, segunda y tercera persona respectivamente: un verdadero tour de forc¨¦ literario.
Sus razones para alistarse en la divisi¨®n y marchar a la guerra son distintas. El primero, deportista y esquiador, siente asfixia vital en la posguerra y tiene deseos de aventura y libertad, y sobre todo de fotre el camp; el segundo, represaliado tras la Guerra Civil por republicano y catalanista, elige Rusia como una forma de limpiar su expediente; mientras que el tercero se enrola para vengar a su padre, asesinado y lanzado al r¨ªo del pueblo por jornaleros a los que hab¨ªa empleado en su huerto: en la radio ha escuchado a Ramon Serrano Su?er decir aquello de "Rusia es culpable" y ha sido una revelaci¨®n.
¡°No soy especialista en literatura militar, sino sobre todo autor de ciencia-ficci¨®n¡±, explica Munn¨¦ Jord¨¢, uno de los grandes representantes del g¨¦nero en Catalu?a en su vertiente m¨¢s literaria y especulativa (aunque confeso cliente asiduo de Gigamesh). Sin embargo, ya trat¨® el tema de su padre y la Divisi¨®n Azul en Entre Sant Peters y Sant Pau, finalista del Sant Jordi en 1995.
El escritor, que no ha le¨ªdo la otra novela reciente sobre la Divisi¨®n Azul y los catalanes, Seis a?os de invierno, de Fernando Gar¨ª (Ediciones B, 2018), escrita desde un ¨¢ngulo ideol¨®gico muy distinto, insiste en el car¨¢cter documental adem¨¢s de narrativo de Dins el riu, entre els joncs, y cita como referencia el teatro documento de Peter Weis (como La investigaci¨®n). ¡°En mi libro¡±, explica, ¡°hay tres personajes, tres psicolog¨ªas, tres historias ¡ªque acaban de maneras muy diferentes¡ª, tratando de depurar al m¨¢ximo lo que cuento y aportando mucha informaci¨®n documental que he ido acumulando durante mucho tiempo¡±.
Munn¨¦ Jord¨¤ se plante¨® ¡°por qu¨¦ pu?eta unos chicos catalanes y hasta catalanistas se metieron en eso, en apoyar a Hitler; qu¨¦ pas¨® realmente all¨ª, en Rusia, de verdad, m¨¢s all¨¢ de los relatos oficiales, y por qu¨¦ la gente que fue no lo explicaron¡±. El autor se?ala que a los que regresaron les costaba mucho hablar de sus experiencias y que ocultaron el haber matado (¡°todos dec¨ªan que no hab¨ªan matado a nadie¡±) cuando el hecho es que en la Divisi¨®n Azul, b¨¢sicamente una unidad de infanter¨ªa, no solo se mat¨® en cantidad sino que ¡°gran parte de las muertes que se provocaron fueron manuales, con la bayoneta y el cuchillo, en cuerpo a cuerpo¡±. No es raro que la mayor¨ªa volvieran traumatizados. ¡°Hay una verdad oficial y una represi¨®n de la voz de los que vuelven¡±.
Munn¨¦- Jord¨¤ compara pol¨¦micamente, aunque matizando que ¡°no es lo mismo¡±, la necesidad de ocultar lo que se hizo en Rusia con los informes oficiales de la polic¨ªa y la Guardia Civil del 1-O.. ¡°Cuando no se puede explicar lo que hiciste, que levantaste la camiseta a una chica o destrozaste la puerta de un colegio, inventas una ficci¨®n¡±. Desde luego, es la primera vez que se relaciona la actuaci¨®n contra el proc¨¦s con la invasi¨®n de la URSS.
El escritor recuerda que de ni?o jugaba en plan Haza?as B¨¦licas con los recuerdos militares de su padre, incluida una Cruz de Hierro. Dice que siempre le intrig¨® c¨®mo su padre y su t¨ªo, catalanistas ambos, se apuntaron a la Divisi¨®n Azul. ¡°Mi padre ten¨ªa que ir tres a?os a ?frica al servicio obligatorio y prefiri¨® Rusia porque, dec¨ªa, no soportaba el calor¡±. El t¨ªo estuvo en sanidad en la divisi¨®n.
Explica que sus tres personajes responden a razones reales de los que fueron. ¡°Devolver la visita para vengar la muerte de familiares; por obligaci¨®n, porque el ej¨¦rcito ten¨ªa que llenar las filas que no se llenaban con voluntarios y falangistas; y por aventura o con la intenci¨®n de desertar y pasarse a los rusos¡±. Recuerda tambi¨¦n que alistarse garantizaba recursos econ¨®micos y alimenticios extras a las familias.
En cuanto al conocimiento e incluso la participaci¨®n de las tropas espa?olas en las atrocidades nazis en el Este, considera que desde luego vieron cosas. Afirma que, sin embargo, a los soldados espa?oles les reupugnaban los ahorcamientos que practicaban habitualmente los alemanes.
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