Fallece M¨¤rius Sampere, referente de la modernidad po¨¦tica
El escritor, que mezcl¨® lo cotidiano con una sencilla metaf¨ªsica no exenta de iron¨ªa, es autor de obras como ¡®Demi¨²rgia¡¯ y ¡®Les immin¨¨ncies¡¯
![Carles Geli](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fa9b22405-2109-4118-ae48-4425d7e9347c.jpg?auth=e66ff8a8789b201bc53443e4032a94c14f0b0a3ebb67ab75853a065c687a63ea&width=100&height=100&smart=true)
![El poeta M¨¤rius Sampere.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/2DMABFBSKWMW74VIKQGHGR5JLY.jpg?auth=5e062d5793ef7cadbb1a84d3f96de81f1c5fc18e549275938124f3402475224a&width=414)
¡°Existir, sentir, pensar¡±. Ese era el orden cartesiano de la vida (y de su obra) para el poeta M¨¤rius Sampere, cuya primera premisa se ha roto este s¨¢bado, a sus 89 a?os, tras una larga enfermedad. Con ¨¦l desaparece uno de los grandes referentes de la modernidad po¨¦tica catalana, quiz¨¢ el ¨²ltimo de una generaci¨®n que en su conjunto fue injustamente transparente (Felicia Fuster, Jordi Sarsanedas, Albert R¨¤fols Casamada, Bartomeu Fiol...), ni?os en plena Guerra Civil, que sufrieron la cruda primera posguerra, inclemencias a las que respondieron, como mecanismo de defensa, con un espacio de creaci¨®n y libertad interior, intangible, muchas veces de verso libre y poema en prosa, para tortura de la cr¨ªtica literaria del momento.
Su abuelo, due?o de una gran biblioteca, lector de Zorrilla y Espronceda, le avis¨® con un pareado, pero no le hizo caso: ¡°No siguis poeta, que no guanyar¨¤s ni una pesseta¡±, le dijo cuando ya de peque?o le vio garabatear unos versos que dedic¨® a un rosal blanco de su casa. Nunca le fue f¨¢cil seguramente nada. Tampoco lo de ser poeta. Al a?o de nacer el 28 de diciembre de 1928 en el barrio de Guinard¨® de Barcelona, sus padres se separaron y quiz¨¢ por ello se refugi¨® con 11 a?os ya en la poes¨ªa, con unos versos tr¨¦mulos en castellano, que se mov¨ªan tanto como el temblor que f¨ªsicamente le acompa?¨® buena parte de su vida.
No parec¨ªa que aqu¨¦l fuera a ser su camino: a principios de los 40, de nuevo con sus padres reunidos y tras trasladarse a vivir a Sant Adri¨¤ del Bes¨°s, se dedic¨® a la fotograf¨ªa y a la publicidad, influido por su t¨ªo, que ten¨ªa un estudio fotogr¨¢fico y tambi¨¦n pintaba. Posiblemente, esas dos disciplinas le ayudaron a conformar su particular mundo po¨¦tico, cargado de una particular modernidad, que, como ¨¦l mismo admit¨ªa, ¡°arranca del caos inevitable, tratando la poes¨ªa de expresarse a trav¨¦s de este caos para que resulte inteligente¡±, dijo hace apenas dos a?os sobre su poemario L¡¯esfera insomne, con la que obtuvo el premio Lletra d¡¯Or. Sin dotaci¨®n, claro.
Un verso ¡°nuevo, irreverente¡±
De joven, M¨¤rius Sampere cre¨ªa, como muchos a su edad, que estaba en posesi¨®n de la verdad. Por eso empez¨® a devorar la poes¨ªa fundamental de Balmes o Kant o Descartes. Y eso acab¨® impregnando una obra que, a pesar de los notables reconocimientos que obtuvo, ¨¦l mismo admit¨ªa que ¡°ha costado mucho que se me entendiera: era muy nueva e irreverente; mi poes¨ªa, sobre todo al principio, ten¨ªa muy mala fama, por ateo e inconformista¡±, resum¨ªa al mirar atr¨¢s hace apenas tres a?os.
Sobre ese punto cr¨ªptico ya le alertaba su madre: ¡°Hijo m¨ªo, no entiendo nada, pero me gusta mucho¡±, recordaba que le dec¨ªa su progenitora. ¡°Eso me ha autorizado a escribir como me gusta, como puedo y como soy... Yo escribo para m¨ª mismo. No me preocupa que no me entiendan¡±, comentaba.
Un poema suyo como Se'n va, incluido en el particular op¨²sculo autobiogr¨¢fico que es L'escala de cargol, puede ilustrar, ante su muerte, esa voluntad de voz intransferible, composici¨®n que iba precedida de un texto previo de presentaci¨®n, donde dec¨ªa: "Vayas donde vayas ¡ªcon los pies, con los ojos, con el penamiento¡ª tropiezas con la inmensa piedra de la agon¨ªa que eres t¨² mismo, por suerte o por desgracia".
Preguem per l¡¯univers: se¡¯n va.
/ Acomiadem el viatger que ens deixa / on som. Aqu¨ª ¨¦s la Mort.
Potser, oh s¨ª, jo s¨®c ell / i romanc en un cant¨®. ?I qu¨¨ ¨¦s / un cant¨®, sin¨® el centre fet miques? / Tots nosaltres, visibles peixos/ enlluernats, ad¨¦u!, li fem a l¡¯amant/ de la tenebra mare / que se l¡¯empassa viu.
I ens trobarem a fora, / i jo s¨®c univers i l¡¯univers se¡¯n va.
Sampere, tocado por la sensibilidad tras sus claros ojos azules, quer¨ªa absorber la armon¨ªa; quiz¨¢ por ello en 1953 se puso a estudiar solfeo, piano, contrapunto¡ que, con el tiempo le llevar¨ªa a componer canciones, que entre 1963 y 1967 llegaron a interpretar el Grup Estrop de Badalona, vinculado a la Nova Can?¨®. ¡°Creo que la realidad, la vida, ha sido injusta con mi labor de compositor. Deber¨ªa haber tenido m¨¢s eco. Hab¨ªa muchas envidias. No me aceptaron con lo brazos abiertos. Dec¨ªan que mi m¨²sica era como zarzuela. Yo, en el fondo, quer¨ªa ser m¨²sico compositor; mi favorito es Wagner, despu¨¦s, Mahler y tambi¨¦n me gusta mucho Richard Strauss¡±, confesaba a las primeras que se le interrogaba sobre ello. Nunca cuaj¨®, pero dej¨® un rastro ya en su obra po¨¦tica (¡°pens¨¦ que lo que quer¨ªa hacer con la m¨²sica lo pod¨ªa hacer con la poes¨ªa, con un l¨¢piz y un papel¡±), que a finales de los a?os 50 empieza a escribir en catal¨¢n y que tendr¨¢ un nacimiento fulgurante, con L¡¯home i el l¨ªmit, que obtendr¨ªa el premio Carles Riba de 1963.
Parec¨ªa que esa poes¨ªa que siempre arrancaba de un aspecto cotidiano, pero que el bardo iba recubriendo lentamente de capas m¨¢s metaf¨ªsicas, iba a ser imparable: fue nombrado Mestre en Gai Saber en los Juegos Florales de Ginebra en 1972 o publicaba el tambi¨¦n premiado Poemes de baixa freq¨¹¨¨ncia en 1976. Pero como ocurri¨® en su particular tobog¨¢n literario, el poeta cay¨® en el olvido. No ser¨ªa hasta los a?os 80, con t¨ªtulos como Samsara (1982) o Llibre de les inauguracions (1984) que Sampere se colocar¨ªa ya en la primera l¨ªnea de las referencias po¨¦ticas, que ha llegado a dejar huella en otros poetas como el que fuera su editor y gran art¨ªfice de su rehabilitaci¨®n en los 80, ?lex Susanna, o en Jordi Valls, Vicen? Llorca o Carles Duarte.
La tragedia humana, a partir de la trilog¨ªa amor-dolor-muerte, pero sin demasiada trascendencia, algo de lo que se encargaba un deje ir¨®nico y sarc¨¢stico que tanto destilaban sus poemas como su persona, enmarcaron una producci¨®n que desde los 90 no hizo m¨¢s que madurar y ser reconocida, como ocurri¨® con sus poemarios Demi¨²rgia (1996), Subllum (2000, premio Serra d¡¯Or) o el multigalardonado Les immin¨¨ncies (2002, premio nacional de Cultura y Ciudad de Barcelona, pero tambi¨¦n el de la Cr¨ªtica de la Asociaci¨®n Espa?ola de Cr¨ªticos Literarios, que repitieron con Ning¨² m¨¦s i l'ombra 12 a?os despu¨¦s).
A pesar de su avanzada edad, incansable, a pesar de contar con algunos de los m¨¢s altos reconocimientos (Creu de Sant Jordi, 1999, Nacional de Cultura, 2003; Jaume Fuster, 2010¡), Sampere no paraba. Y as¨ª dio a conocer t¨ªtulos como La ciutat submergida (2009) o su primera novela, El gratacel (2010). Hasta el final, a pesar de que la vida, dec¨ªa, ¡°te va lijando los defectos¡±, sigui¨® siendo aqu¨¦l joven t¨ªmido que deb¨ªa tomar un poco de licor para poder encarar un recital po¨¦tico, siempre un punto raro (¡°La demencia conforma la realidad. Es est¨¦tica, emocionante, un hallazgo l¨ªrico, si quiere filos¨®fica¡±), inquieto. ¡°A m¨ª me han hecho las circunstancias y Dios, que, si existe, me ha hecho de este modo. A m¨ª no me pida explicaciones; yo solo tengo versos¡±.
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