As¨ª era la tortura psicod¨¦lica en las checas de la Guerra Civil

Las checas fueron las c¨¢rceles irregulares que se crearon en la zona republicana, durante la Guerra Civil, para detener, interrogar o torturar a los sospechosos de simpatizar con el bando rebelde. En algunas de ellas, como la iglesia de Vallmajor o el convento sanjuanista de la calle de Zaragoza, en Barcelona, tambi¨¦n en el convento de Santa ?rsula, en Valencia, se dio un ins¨®lito cruce entre el arte moderno y la tortura, como se ve en la exposici¨®n Habitaci¨®n, de Pedro G. Romero, en el Centro de Arte Dos de Mayo (CA2M) de M¨®stoles hasta el 9 de septiembre. Eran las checas psicot¨¦cnicas que utilizaban el surrealismo o la abstracci¨®n geom¨¦trica para llevar a los reos al delirio.

En su Archivo F.?X., Romero (Huelva, 1964) lleva dos decenios recopilando im¨¢genes de la iconoclastia anticlerical en Espa?a entre 1850 y 1950. ¡°Estamos hablando de iglesias quemadas, v¨ªrgenes descabezadas, momias profanadas, cristos carbonizados, toda la violencia que se gener¨® hacia las im¨¢genes religiosas¡±, explica Nuria Enguita, comisaria de la muestra junto a ?ngel Calvo Ulloa. A su vez, el artista asigna a esas im¨¢genes otras procedentes del arte moderno: situacionismo, dada¨ªsmo, Bauhaus, Rothko, Mal¨¦vich, etc¨¦tera. Fue as¨ª como se puso a investigar las checas que profanaban iglesias y monasterios y lleg¨® a las checas psicot¨¦cnicas, ¡°que reproducen de forma material la idea del Archivo F.?X., es decir, el relacionar iconoclastia anticlerical y el arte moderno¡±, dice el artista.

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Las tres checas que se reproducen en el CA2M a tama?o real fueron dise?adas por el franc¨¦s de origen austriaco Alphonse Laurencic con la idea de utilizar elementos del arte moderno para ejercer la tortura mental. Romero las acompa?a, buscando relaciones y paralelismos, con trabajos te¨®ricos de artistas como Marcel Broodthaers, Robert Morris y H¨¦lio Oiticica. A pesar de lo tremendo de la situaci¨®n y de la tragedia que vivieron los torturados, no podemos soslayar la iron¨ªa de que se utilice este arte como tortura. ¡°Aqu¨ª lo que ponemos en cuesti¨®n es la funci¨®n del arte¡±, dice el artista, ¡°en realidad no existe tal funci¨®n m¨¢s all¨¢ del uso que le d¨¦ cada uno¡±.

Laurencic, ¡°un p¨ªcaro que dirig¨ªa una orquesta de cabar¨¦¡±, llena estas celdas de las checas de l¨ªneas, cuadros blancos y negros, lunares de colores o espirales de aspecto psicod¨¦lico. Visto desde hoy puede parecer pueril, pero entonces se pensaban que aquellas im¨¢genes podr¨ªan causar delirios, ofuscaci¨®n, desubicaci¨®n espaciotemporal.

Adem¨¢s, unos ladrillos pegados en el suelo no permit¨ªan sentarse o caminar, los planos que podr¨ªan servir como cama o silla estaban inclinados, de modo que no se pod¨ªa estar tumbado, ni sentado, ni de pie, ni de ninguna manera. Lo curioso es que los elementos gr¨¢ficos podr¨ªan estar sacados de Kandinsky, de Klee, de la Bauhaus. Algunos elementos, incluso, de adelantaron a su tiempo como las l¨ªneas amarillas en las paredes que podr¨ªan ser de Sol LeWitt, o los ladrillos en el suelo que evocan la escultura que m¨¢s tarde har¨ªa Robert Morris. ¡°Cuando fue juzgado Laurencic dijo que pretend¨ªa ahorrarle sufrimiento a los detenidos, pero no podemos estar seguros de que fuera cierto¡±, dice Romero.

Estas checas se utilizaron primero por los estalinistas para reprimir a anarquistas de la CNT y miembros del POUM, durante la contrarrevoluci¨®n del 36 en la retaguardia republicana. ¡°Hay anarquistas que dec¨ªan, 30 a?os despu¨¦s, no poder cerrar los ojos sin que se les presentasen los lunares de la checa¡±, sostiene Romero. Luego fueron utilizadas contra falangistas y elementos nacionalcat¨®licos.

La exposici¨®n se complementa con numerosos documentos, libros, maquetas y hasta el listado de bebidas que se beb¨ªan en las checas: leche de pantera, el c¨®ctel penicilina o el asaltaparapetos (o revientafronteras), acompa?ado de pan de higos.

A Romero le inspira la idea de Walter Benjamin que anima a ¡°hacer la historia a contrapelo¡±. ¡°Pero Benjamin no se refiere a hacer la historia contra los que la dominan, sino hacerla con los mismos materiales hegem¨®nicos y volv¨¦rselos en contra. El Archivo F.X. trabaja con los materiales que ha utilizado la propaganda de derechas para intentar revertirlos¡±.

Lempert: otra forma de ver la naturaleza

La exposici¨®n del fot¨®grafo alem¨¢n Jochen Lempert (Moers, 1958), comisariada por Miguel Wandschneider, tambi¨¦n se ha inaugurado recientemente en el CA2M y podr¨¢ verse hasta el 9 de septiembre. Lempert, bi¨®logo de formaci¨®n, afronta el mundo natural de una manera particular y experimentando en el uso de la t¨¦cnica fotogr¨¢fica. La mariposa perdida en la vor¨¢gine urbana, el honesto retrato de un caballo, la serie en la que explota un volc¨¢n, la trayectoria que dibujan las estrellas en una foto de larga exposici¨®n cuando el fot¨®grafo respira. Sus im¨¢genes, en blanco y negro, se muestran sin marco, pegadas a la pared, transmitiendo humildad e invitando a la cercan¨ªa. ¡°En los ¨²ltimos 30 a?os, Lempert ha conseguido una producci¨®n de extrema singularidad en el campo del arte contempor¨¢neo¡±, en palabras del comisario.