La arquitectura que Madrid perdi¨® bajo las bombas
Durante la Guerra Civil y los convulsos a?os que la precedieron se destruyeron todo tipo de edificios emblem¨¢ticos. Un libro hace inventario de todos ellos
El ¨²ltimo d¨ªa de febrero de 1936 se inaugur¨® en Madrid, entre las calles de Villanueva y del Cid, frente a la Biblioteca Nacional, el Front¨®n Recoletos. En el partido m¨¢s emocionante que se jug¨® aquella tarde, ¡°el veterano Irigoyen [...] bati¨¦ndose como en sus a?os juveniles¡± venci¨® por 45 a 43, junto al ¡°seguro Ugarte¡±, a la pareja formada por ¡°el impetuoso Aspiroz y el maestro Zabaleta¡±. As¨ª lo narraron los peri¨®dicos al d¨ªa siguiente, aunque, m¨¢s all¨¢ de lo deportivo, todas las cr¨®nicas insistieron en la espectacularidad del edificio, de moderna y atrevida arquitectura. En ella, destacaba una cubierta de estructura laminar que salvaba ¡°55 metros, con 8 cent¨ªmetros de espesor solamente, sin ayuda de vigas ni armaduras¡±, dec¨ªa una publicaci¨®n especializada poco antes de su inauguraci¨®n. Dise?ada por el ingeniero Eduardo Torroja (autor del edificio junto al arquitecto Secundino Zuazo), supon¨ªa ¡°un alarde estructural ¨²nico en su ¨¦poca¡±, vuelve a insistir hoy C¨¢ndido L¨®pez, profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de La Coru?a.
Sin embargo, apenas unos pocos meses despu¨¦s de su inauguraci¨®n, comenz¨® la Guerra Civil y, con ella, un asedio a la capital durante el que un ob¨²s cay¨® sobre el front¨®n. El impacto dej¨® la estructura tan d¨¦bil que acab¨® provocando el derrumbe de aquella maravillosa cubierta en el verano de 1939, justo cuando los t¨¦cnicos trataban de averiguar la mejor manera de reparar los da?os. El front¨®n se reh¨ªzo, y volvi¨® a funcionar como recinto deportivo durante d¨¦cadas hasta su derribo final en 1973 (hoy ocupa su espacio un apartahotel). Pero aquella cubierta nunca se lleg¨® a rehacer porque era muy caro.
Se trata solo de un ejemplo del patrimonio arquitect¨®nico que se perdi¨® en Madrid durante la guerra y los convulsos a?os que la precedieron. Solo entre 1936 y 1937, el Ministerio de Obras P¨²blicas de la Rep¨²blica constat¨® en un informe que el 39% de los edificios protegidos (3.178 de casi 8.000) estaban deteriorados, otros 219 semidestruidos y 146 m¨¢s totalmente arrasados. Lo recoge la historiadora Mar¨ªa Andr¨¦s Urtasun en el libro Arquitectura perdida. Madrid (1931-1939) (Y Editorial, 2017), que contiene un minucioso listado de todas las obras devastadas en aquellos a?os en toda la Comunidad de Madrid, resultado de 15 a?os de investigaci¨®n.
Hay memoria de iglesias quemadas por los movimientos de izquierda ¡ªcomo la de San Luis, en la calle de la Montera, muy cerca de la Puerta del Sol¡ª, palacios arrasados por las bombas franquistas ¡ªcomo el del Marqu¨¦s de la Torrecilla en la calle de Alcal¨¢¡ª o en mitad del fuego cruzado ¡ªla Casa de Vel¨¢zquez en la Ciudad Universitaria, por ejemplo¡ª. Y, entre todas las historias, una conclusi¨®n salom¨®nica de la autora: ¡°Ni todo fueron destrozos de los republicanos ni todo de las bombas de los nacionales¡±. A las destrucciones intencionadas ¡ªsobre todo de patrimonio eclesi¨¢stico¡ª antes y en los primeros momentos de la guerra, le siguieron a partir de 1937 las de origen militar, la mayor¨ªa causadas por la artiller¨ªa franquista, a lo que se sumaba la situaci¨®n de abandono y los saqueos por pura necesidad ¡ªse quemaron maderas de vigas, puertas y ventanas para combatir el fr¨ªo¡ª.
Al final, aunque Madrid no qued¨® completamente arrasado como despu¨¦s acabar¨ªan otras capitales europeas en la Segunda Guerra Mundial, s¨ª sufri¨® una importante p¨¦rdida patrimonial. Incluso, en la mayor¨ªa de los casos en que se reconstruyeron los edificios, pues fruto de unos trabajos acometidos sin apenas dinero, resultaron en p¨¢lido reflejo de lo que hab¨ªan sido. Sin contar todos aquellos que directamente se perdieron para siempre.
En esta categor¨ªa est¨¢ la C¨¢rcel Modelo de Madrid, ejemplo de la arquitectura pan¨®ptica del siglo XIX, consistente en galer¨ªas celulares radiales que confluyen en una rotonda central que permite vigilar desde all¨ª f¨¢cilmente todo el edificio. O el palacete que acogi¨® la sede del Instituto nacional de Higiene Alfonso XIII, que ocupaba el solar en el que hoy se levanta el Rectorado de la Universidad Complutense. O la bas¨ªlica de la Virgen de Atocha (entre la avenida de Ciudad de barcelona y el paseo de la Reina Cristina). O el palacio de Santa Elena en el paseo de la Castellana...
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.