Shakespeare actualizado a trav¨¦s de las ¡®fake news¡¯

La mentira ha existido siempre. Las fake news, en cambio, son un concepto nuevo del que se vale la compa?¨ªa Les Antonietes, bajo la direcci¨®n de Oriol Tarras¨®n, para actualizar una de las obras maestras de Shakespeare, Othello, en La Seca Espai Brossa hasta el 24 de junio. La traici¨®n y los celos, junto con la manipulaci¨®n informativa, son el hilo conductor de esta tragedia escrita en 1603 y a¨²n vigente.

En poco m¨¢s de una hora, Tarras¨®n reduce Othello a lo esencial. De los quince personajes originales, la adaptaci¨®n se queda con los tres principales: Yago (interpretado por Arnau Puig), Othello (?scar Intente) y Desd¨¦mona (Annabel Castan). ¡°Lo que hemos hecho es quitar texto (el original duraba unas tres horas), pero el lenguaje tan elaborado de Shakespeare no ha desparecido¡±, se?ala el director.

Los personajes son transportados al siglo XXI encarnando a pol¨ªticos trajeados que se mueven como pez en el agua en los medios de comunicaci¨®n. ¡°Yago da una informaci¨®n falsa que Othello nunca corrobora y se cree: la mentira se como recurso de la pol¨ªtica. Es un poco lo que est¨¢ pasando¡±, explica Tarras¨®n. ¡°Ahora es muy f¨¢cil hacer correr una mentira que no tenemos tiempo de contrastar; llegan continuamente¡±.

Tarras¨®n tambi¨¦n ha actualizado a Desd¨¦mona, que ya no es aquella chica joven y naif de la funci¨®n original. ¡°El problema que tienen las mujeres de Shakespeare es que fueron escritas hace siglos y estaban m¨¢s subyugadas al poder del hombre¡±. Annabel Castan lleva a escena a una mujer contempor¨¢nea que mantiene una relaci¨®n ¡°de t¨² a t¨²¡± con su marido: ¡°Le hemos dado parte del discurso de Emilia, la criada de Desd¨¦mona, una mujer m¨¢s madura¡±.

A pesar de los cuatro siglos que nos separan del dramaturgo ingl¨¦s, el racismo de Yago, que odia ¡°al moro¡± Othello, y la violencia de g¨¦nero hacia Desd¨¦mona contin¨²an siendo temas de terrible actualidad. ¡°Espero que sea la ¨²ltima Desd¨¦mona que se tenga que llevar al escenario¡±, dice Tarras¨®n. ¡°Me plante¨¦ esconder o suavizar los momentos de m¨¢xima violencia de g¨¦nero, pero creo que la ¨²nica manera de explicar estas cosas es esta. Si no las mostramos parece que no ocurran¡±.

En cambio, el racismo est¨¢ m¨¢s impl¨ªcito y ¡°camuflado¡±. ¡°En el fondo es un motor. Quiz¨¢ si Othello no fuese moro, Yago no lo odiar¨ªa tanto¡±, afirma el director. Las razones de Yago no quedan demasiado claras y esto hace que sea ¡°un personaje tan repugnante y atractivo al mismo tiempo¡±.

El escenario se convierte en un laboratorio de paredes blancas en oposici¨®n gr¨¢fica al deseo de venganza de Yago: ¡°Me gustaba la idea del blanco porque la obra es muy oscura¡±, aclara Tarras¨®n. El espacio es un revulsivo contra la mentira: en ¨¦l los personajes no pueden esconder sus actos. El espectador es testigo de la disecci¨®n de un Othello que pasa del amor m¨¢s tierno a la ira m¨¢s profunda. Elementos actuales como un micr¨®fono y las im¨¢genes de un proyector completan el montaje minimalista para situar la obra en el mundo de las fake news y demostrar que ¡°hoy en d¨ªa el poder se ejerce a trav¨¦s de la informaci¨®n¡±.