Las tribulaciones de un ciclista sirio en Tarragona
Dos representantes de Siria en los Juegos del Mediterr¨¢neo huyeron de la guerra y encontraron refugio y empleo en Europa
Mohammed Fadwan Nwiser no est¨¢ acostumbrado a rendirse, pero ayer lo hizo. Nwiser, uno de los dos componentes de la selecci¨®n siria de ciclismo, abandon¨® la prueba de ciclismo en ruta de los Juegos del Mediterr¨¢neo en el kil¨®metro 25. Solo hab¨ªa dormido cuatro horas: aterriz¨® el martes en el aeropuerto de El Prat a las ocho de la tarde pero nadie estaba all¨ª para recogerlo. A la una y media desisti¨® en su espera y su entrenador convenci¨® a un miembro del equipo sirio de equitaci¨®n para que le pagara un taxi hasta su hotel en Port Aventura. A las tres y media de la madrugada, Ansiwer consegu¨ªa meterse en la cama.
Nwiser dice estar triste pero en absoluto enfadado, tampoco recrimina nada a la organizaci¨®n: ¡°En el deporte todo es posible¡±. El comit¨¦ organizador explica que al departamento de movilidad no le consta que la delegaci¨®n siria les informara de la llegada de este deportista. La aventura frustrada de Nwiser en Tarragona no es nada comparado con otros apartados de su trayectoria vital. Abandon¨® su ciudad natal, Hama, en 2015. Cruz¨® el Mediterr¨¢neo en una patera hasta Grecia y de all¨ª, a pie, en tren y en autocar, hasta Suecia. En total necesit¨® un mes para llegar a Estocolmo. Hoy trabaja en una residencia de la tercera edad y los ratos libres los dedica al deporte, compitiendo los fines de semana con el Club Ciclista Valhall. Con 24 a?os Nwiser ha representado por cuarta vez a Siria en una competici¨®n internacional.
Badreddin Wais, de 27 a?os, es el otro representante del equipo de ciclismo sirio en Tarragona. Wais vive en Suiza desde 2014. Como Nwiser, Wais es miembro de una familia con una larga tradici¨®n ciclista en su pa¨ªs, y como Nwiser, Wais huy¨® de la guerra. Con sus padres dej¨® Aleppo y cruz¨® la frontera con Turqu¨ªa, pero ¨¦l decidi¨® probar suerte en Europa. En Suiza trabaj¨® de mozo en un supermercado mientras compaginaba sus entrenamientos con clubes de aficionados. En 2016 milit¨® en las filas del Marco Polo, un equipo holand¨¦s formado por refugiados. Uno de sus patrocinadores es la empresa vasca Ner Group, lo que permiti¨® a Wais pasar dos meses rodando en el Pa¨ªs Vasco. Wais corre actualmente en el equipo semiprofesional VIB Sports, de capital de Bahrein y con licencia para competir en Europa. Ahora explica Weis que puede invertir el 60% de su tiempo al deporte; el 40% restante lo dedica a su empleo como dependiente en una tienda de bicicletas en la regi¨®n de Z¨²rich.
Wais particip¨® el pasado abril en la Cl¨¢sica de Amorebieta, de la que recuerda que pudo fotografiarse con uno de sus ¨ªdolos, Alejandro Valverde. En septiembre de 2017 fue noticia por ser el ¨²nico sirio que compet¨ªa en el Mundial de Bergen (Noruega), en su modalidad favorita, la contrarreloj. Wais se tom¨® ayer con calma la prueba en ruta, lleg¨® a la meta en Vila-seca 23 minutos m¨¢s tarde que el campe¨®n, el italiano Jalel Duranti. Wais no quiso arriesgar en el descenso de Escaladei y en el kil¨®metro 90 perdi¨® contacto con el grupo principal. En la meta le esperaba su hermano, Sammer, delegado de la selecci¨®n y todav¨ªa residente en Siria. Sammer vive en Damasco, como 29 de los 32 atletas sirios en Tarragona, seg¨²n el representante de la delegaci¨®n nacional Nasser Alsaied. Solo dos de ellos son mujeres.
Wais avanza que su objetivo es quedar entre los cinco primeros en la prueba contrarreloj del s¨¢bado. Su otro objetivo es volver a Aleppo, pero no quiere generarse falsas esperanzas: ¡°Antes, cada a?o me dec¨ªa que esta vez s¨ª que terminaba la guerra y podr¨ªa volver, pero ahora no conf¨ªo en un final inmediato, ya no pienso en ello. Yo no s¨¦ de pol¨ªtica¡±, apunta Wais. Lo primero que ha hecho Nwiser tras la carrera ha sido llamar a sus padres en Siria. ?Qu¨¦ les ha explicado? ¡°Que esto se parece a Hama; hace m¨¢s calor que en Suecia¡±.
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