Abuelas coreanas en el Grec
Eun-Me Ahn convierte el Mercat de les Flors en una pista de baile
![Un momento de 'Dancing Grandmothers', en el Mercat.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/24TQRUJ2Q4YMVY5UJRGNFTKI3U.jpg?auth=73cd2110f98928e309c0bda9691c40ebec4886cf1736780d908c6714a4290785&width=414)
Una de las perlas de la presente edici¨®n del Festival Grec era el espect¨¢culo de la bailarina y core¨®grafa coreana Eun-Me Ahn, Dancing Grandmothers interpretado por los j¨®venes bailarines de su compa?¨ªa pero tambi¨¦n por una decena de abuelas. Es una pieza vital y din¨¢mica en que tradici¨®n y modernidad se entrelazan con imaginaci¨®n a trav¨¦s de un baile acrob¨¢tico y fluido en que las frases coreogr¨¢ficas son sencillas e ingenuas. Al final de la funci¨®n Eun-Me Ahn, que parece una monja budista m¨¢s que una bailarina contempor¨¢nea, tras agradecer los calurosos aplausos, invit¨® al p¨²blico que llenaba el Mercat de les Flors de Barcelona, a que subiera al escenario a bailar junto a su compa?¨ªa, invitaci¨®n que r¨¢pidamente fue aceptada con gran entusiasmo. Con Dancing Grandmothers el p¨²blico se entretiene y se lo pasa bien, y no hay que entrar en consideraciones sobre la trascendencia de su vocabulario coreogr¨¢fico.
Este montaje tiene su origen en un viaje que su creadora realiz¨® por las provincias rurales de Corea del Sur, conociendo y filmando a mujeres mayores algunas campesinas pero tambi¨¦n farmac¨¦uticas, modistas, carniceras, amas de casa y algunas sin hogar. A todas ellas les dijo que bailaran para ella y recordaran sus canciones de juventud. Eun-Me Ahn comprob¨® que a estas ancianas, que iban de los 60 a 90 a?os, el bailar las hac¨ªa feliz y de ah¨ª surgi¨® la idea de incluir a algunas de ellas en su espect¨¢culo. Adem¨¢s, las grabaciones de estos videos forman un interesante documental que est¨¢ presente siempre en escena durante el desarrollo del espect¨¢culo. Sus gestos reflejan la dureza de sus vidas, sus cuerpos hablan del ayer y hoy de Corea.
La primera parte de este montaje est¨¢ interpretado por nueve excelentes j¨®venes int¨¦rpretes, que se mueven a una gran velocidad desafiando las leyes de gravedad. Danza urbana, gimnasia y danza acrob¨¢tica esculpen los cuerpos de estos j¨®venes. Su baile lo mece una acertada partitura tecno y a veces reiterativa de Young-Gyu-Jang. Desde los primeros minutos del espect¨¢culo hay que destacar la vistosidad y buen gusto de los vestidos que lucen los bailarines, dise?os muy actuales que firma la propia Eun-Me Ahn. Pantalones y blusas estampadas y vestidos multicolores combinados con gusto y elegancia.
Tras este fragmento trepidante y veloz salen a escena las abuelas, unas entra?ables mujeres, muy bien arregladas, que bailar¨¢n sus temas de juventud y que en todo momento exhibir¨¢n una contagiosa alegr¨ªa. As¨ª las veremos moverse al son del c¨¦lebre tema de Adamo, Cae la nieve, cantado en coreano entre otros temas, incluso se atreven con un tango. Hay un fragmento muy po¨¦tico cuando las abuelas bailan un lento en paraje abrazadas a los bailarines de la compa?¨ªa. Mientras que en la pantalla se forma un bello mosaico con cada una de las abuelas filmadas o se proyectan escenas del fondo de mar, todo el montaje respira una est¨¦tica naif y es lo que sorprende al espectador que esperaba un baile m¨¢s f¨¦rtil e innovador por parte de los miembros j¨®venes de la compa?¨ªa, pues conoc¨ªa el curr¨ªculo de Eun-Me Ahn como estudiante de danza contempor¨¢nea en Nueva York. Su relaci¨®n con Pina Bausch, sus trabajos como core¨®grafa de la Copa del Mundo de Futbol de su pa¨ªs y otros eventos en el extranjero concretamente en Par¨ªs. Al final del espect¨¢culo abuelas y j¨®venes se entregan a una alocada danza en un ambiente discotequero en la que m¨¢s tarde se unir¨¢ el p¨²blico. Un feliz fin de fiesta.
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