El paso firme de la segunda generaci¨®n de la calle del arte
Garc¨ªa Galer¨ªa, exponente de un concepto m¨¢s cercano de salas, cumple cinco temporadas en el epicentro cultural de Doctor Fourquet
Recorrer la calle del Doctor Fourquet, desde uno de sus extremos en Santa Isabel hasta la otra punta, que da a la calle de Valencia, permite hacerse una idea bastante aproximada de los cambios que el barrio de?Lavapi¨¦s ha vivido en estos ¨²ltimos a?os. En ella hay casi una veintena de galer¨ªas de arte adaptadas a todos los bolsillos. Recientemente abr¨ªa Delimbo, dedicada al arte urbano, con figuras como Okuda San Miguel, Nano4814 o Andy Rementer; adem¨¢s de proyectos que intentan permanecer al margen del circuito m¨¢s convencional, como puede ser Alimentaci¨®n 30, un delicioso escaparate en el que diferentes artistas van interviniendo a lo largo de los meses. Da la impresi¨®n de que el aburguesamiento del barrio ha ayudado a que este tipo de propuestas y espacios encuentren su lugar.
Sin embargo, Joaqu¨ªn Garc¨ªa, responsable de Garc¨ªa Galer¨ªa, en el n¨²mero ocho de la calle, no lo tiene tan claro. ¡°Esta muy bien exportar el discurso de lo que ha ocurrido en otras ciudades como Nueva York o Londres a la nuestra. Pero creo que no es as¨ª. Aqu¨ª la gentrificaci¨®n es muy sui generis¡±, comenta Garc¨ªa, que abri¨® su galer¨ªa en el a?o 2012, cuando la crisis comenzaba a remitir.
El madrile?o galerista no es un reci¨¦n llegado al barrio. ¡°Llevo viviendo a dos calles de la galer¨ªa desde 1999¡±, comenta. En aquella ¨¦poca el ¨¢rea era muy diferente a lo que es hoy. Casas okupadas, bares autogestionados y peque?os comercios eran el pan nuestro de cada d¨ªa. La inmigraci¨®n y los vecinos de toda la vida comenzaban a acostumbrarse a una convivencia que parec¨ªa larga. ¡°Pero lleg¨® el bum y todo desapareci¨®¡±, explica sobre el fen¨®meno que transform¨® aquella microcomunidad en lo que es hoy. ¡°Es en el a?o 2005 cuando veo que todos los vecinos de mi edificio desaparecen y le venden su piso a un se?or venido de otro pa¨ªs. Todo ocurre de un d¨ªa para otro¡±.
Estos d¨ªas Garc¨ªa Galer¨ªa celebra su quinto aniversario. Una fecha importante para un espacio de estas caracter¨ªsticas, que naci¨® al calor de otras salas como Helga de Alvear o Espacio M¨ªnimo. Lugares que funcionaban como sat¨¦lites del lim¨ªtrofe Reina Sof¨ªa m¨¢s que como el boyante tejido galeristico actual. ¡°La segunda generaci¨®n de la calle es culpa m¨ªa¡±, asiente mientras se?ala al exterior y reconoce su brutal transformaci¨®n en este periodo de tiempo. ¡°Estos locales de aqu¨ª al lado estaban cerrados desde el principio de los tiempos. Llame de casualidad y vi que estaban disponibles¡±, explica sobre aquellos inicios en los que tambi¨¦n se sumaron Nogueras Blanchard y Maisterravalbuena. Ahora, esta discreta avenida de no m¨¢s de medio kil¨®metro se ha convertido en el principal epicentro art¨ªstico de la capital.
En estos cinco a?os la galer¨ªa ha realizado 25 exposiciones, con artistas locales como Karlos Gil, Carlos Fern¨¢ndez Pello o Elvira Amor. ¡°Desde el principio quer¨ªa que el nombre y la ortograf¨ªa fueran reconocibles¡±, apunta. La otra caracter¨ªstica entra de lleno en un tipo de oferta m¨¢s asequible, precios ajustados a un coleccionista dispuesto a gastarse entre dos mil y siete mil euros. ¡°La crisis lo que hizo fue llevarse por delante a todos aquellos clientes de grado medio. Fue un golpe muy fuerte¡±, indica sobre un tipo de arte vinculado a artistas que ya han dejado de lado el calificativo de j¨®venes y deciden afianzar su carrera. ¡°He descubierto que el manual que yo ten¨ªa ya no vale¡±, continua Garcia sobre un proyecto cada vez m¨¢s mutante y que ha pasado por reconocidas ferias de Mil¨¢n y Londres, adem¨¢s de ARCO.
De momento, la colectiva que repasa su trayectoria puede visitarse hasta el s¨¢bado. Una muestra que resume de un vistazo el arte m¨¢s efervescente hecho en Espa?a en las ¨²ltimas cinco temporadas, unos a?os convulsos en los que artistas como David Bestu¨¦, Luz Broto o Francesc Ruiz han marcado el camino a seguir. ¡°S¨¦ que la gente dice que somos una galer¨ªa rara y no tengo ning¨²n problema con ello¡±, deja caer casi al final de la conversaci¨®n. Un espacio que en su quinto aniversario ya ha logrado dos objetivos: dinamizar la actual escena cultural de Madrid y hacer que el arte de aqu¨ª sea m¨¢s cercano. Una manera diferente de hacer barrio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.