Dos catapultas hacia el libro
'Carn de Cap¡¯ y ¡®Branca¡¯ nacen en el erial de revistas literarias en catal¨¢n como plataformas de ideas y autores noveles
¡°Un escritor deber¨ªa fajarse en revistas literarias antes de publicar; al no existir en la cultura catalana un cintur¨®n de publicaciones, los primeros trabajos literarios van directamente a editoriales o premios; por eso hay tanta primera novela o primer compendio de relatos en catal¨¢n que quiz¨¢ no deber¨ªan haberse publicado¡±. As¨ª disecciona el panorama de cabeceras peri¨®dicas vinculadas a las letras catalanas el profesor de literatura de la Universidad de Barcelona, autor, cr¨ªtico y director-fundador de la Escola Bloom de Literatura Borja Baguny¨¤. Y por ello, junto a la tambi¨¦n escritora Lana Bastasic, se ha lanzado a la proeza de editar la revista literaria Carn de Cap. Y no debe ser el ¨²nico que ha detectado esta ¡°anomal¨ªa o agujero¡± porque, casi simult¨¢neamente, en el hasta ahora erial del sector ha aparecido tambi¨¦n la revista-libro Branca, fruto de la iniciativa de Irene Pujadas, J¨²lia Bacardit e Irene Selvaggi, dos de las cuales asistieron a la Escola Bloom.
Una tirada y un precio similares (250 ejemplares y 18 euros; 230 unidades y 15 euros, respectivamente), referentes id¨¦nticos (las cabeceras anglosajonas Granta o McSweeney¡¯s y las castellanas E?e, Presencia humana o Rosa inmortal son citadas en ambos casos) y un p¨²blico al que dirigirse parejo (¡°gente que est¨¦ interesada en la literatura catalana contempor¨¢nea, que quiera saber qui¨¦n est¨¢ escribiendo qu¨¦ aqu¨ª y ahora¡±, dibuja Baguny¨¤) conforman el particular cord¨®n umbilical de ambas revistas, que remacha el que cada n¨²mero ser¨¢ monogr¨¢fico. En sus respectivos estrenos, Carn de Cap juega al muerto falsamente vivo a partir del cuento de Quim Monz¨® El meu germ¨¤ y Branca lo ha hecho con el de herencia como eje de las 17 colaboraciones.
A partir de ah¨ª matices suficientemente notables como para que se complementen m¨¢s que se superpongan. En Carn de Cap prevalece una voluntad prescriptiva, ensay¨ªstica, que tendr¨ªa su reflejo en uno de los textos, Manifest can¨ªbal, del escritor Max Besora (¡°c¨®mo ha de devorarse y deglutirse la literatura catalana por los autores de hoy¡±, resume el director). ¡°No queremos s¨®lo recoger saber sino producirlo tambi¨¦n; cada n¨²mero ser¨¢ monogr¨¢fico y el tema elegido lo dejaremos parcialmente en manos de un comisario espec¨ªfico; queremos crear un espacio donde hacer cosas que no pasen por el filtro del mercado editorial o de la autocensura¡±, acota Baguny¨¤. La radicalidad va m¨¢s lejos: la revista se abre a todo tipo de creadores (cineastas, fot¨®grafos...), por su filosof¨ªa y complejidad de ejecuci¨®n tendr¨¢ car¨¢cter anual, no tiene publicidad y se retribuye a los autores, gracias en parte a los fondos de la Escuela Bloom, creada hace dos a?os, de la que la cabecera no deja de ser ¡°un desplazamiento natural¡±: ¡°No queremos apelar al amor al arte, buscamos la profesionalizaci¨®n¡±.
El ¡®letargo¡¯ de Quim Monz¨®
En bella separata azul, el relato de Quim Monz¨® El meu germ¨¤ hace de punto del libro-revista Cap de Carn y, a la vez, de pretexto del monogr¨¢fico. ?ste arranca con un texto de Borja Baguny¨¤, tan respetuoso como valiente, explosivo: el n¨²mero se consagra a la mayor gloria del escritor, pero "nos guste decirlo en voz alta o no, desde El millor dels mons que Monz¨® no publica una Obra Mayor". Y lo enmarca en un gran problema de las letras catalanas: "Los grandes llegan a la edad en que se han ganado el derecho a escribir el libro que querr¨ªan hacer y no lo hacen, entran en letargo, escriben cada vez menos y se abandonan a divertimentos o a las memorias o al articulismo". Adem¨¢s, en Monz¨® hay algo de "poder herm¨¦tico": "No ha facilitado herencias, tradiciones, no ha querido hacer un traspaso; en el n¨²mero hacemos la continuidad sin ¨¦l, con su obra".
Si bien ambas publicaciones son cuidadosas hasta casi la obsesi¨®n en el dise?o (el escritor V¨ªctor Garcia Tur compagina Branca), en Carn de Cap (nombre surgido de ¡°un desayuno de cazadores de la zona de Hostalrich: contradice los nombres elegantes y po¨¦ticos de revistas de este tipo¡±) es m¨¢s sobria: ¡°La confianza en el texto es total, por ¨¦l mismo ya es un espect¨¢culo, no requiere destacados ni subrayados¡±. Ese texto es en catal¨¢n y castellano: ¡°Incluir el castellano nos parec¨ªa natural; tambi¨¦n deseamos un lugar de di¨¢logo entre gente que escribe en una u otra lengua; eso s¨®lo puede pasar en Barcelona y hay que aprovecharlo¡±, arguye Baguny¨¤.
Experimentaci¨®n y juego
Branca, por el contrario, tiene m¨¢s una voluntad de visualizar el nuevo talento. ¡°Damos cabida a la narrativa en sentido muy amplio: y eso incluye ilustraciones, c¨®mic y poes¨ªa; ech¨¢bamos de menos un punto medio entre los textos que se realizan en la intimidad y el manuscrito ya preparado para ir a imprenta en forma de libro, o sea, obra de gente que no ha publicado o autores muy incipientes¡±, sit¨²a Pujadas. As¨ª lo entendieron las 190 personas que se presentaron a la convocatoria abierta y an¨®nima. M¨¢s de la mitad de los editados (tras la selecci¨®n de un comit¨¦ de lectores y un jurado que se renovar¨¢ cada vez) eran autores in¨¦ditos, ¡°mezcolanza que queremos que vaya a m¨¢s¡± en la ya segunda convocatoria, que tiene como leitmotiv ¡°El¨¢stico¡±. Branca s¨ª acepta publicidad y ha solicitado una subvenci¨®n. Tambi¨¦n tiene el apoyo de la editorial Males Herbes, que en su d¨ªa sacaba una revista: ¡°Les interesa como editores para ver qu¨¦ voces nuevas hay¡±. En su caso, no paga las colaboraciones y s¨®lo acepta textos en catal¨¢n: ¡°En parte es un tema de nicho de mercado: el castellano tiene eso m¨¢s cubierto; en c¨®mic, por ejemplo, lo del catal¨¢n es dram¨¢tico¡±. La aceptaci¨®n parece satisfactoria: el primer n¨²mero de Branca (nombre nacido de "una variante de Granta y luego de la asociaci¨®n de ¨¢rbol y de temas que se bifurcan", recuerda Pujadas), casi se ha agotado.
Salvo alguna concomitancia parcial con revistas de hoy como L¡¯Aven? (acoge creaci¨®n literaria en alguna secci¨®n), Carn de Cap y Branca transitar¨¢n una senda en catal¨¢n en papel no demasiado feliz y siempre ef¨ªmera: ah¨ª est¨¢n los casos de Textual (un n¨²mero), Ca de canis (una decena y m¨¢s art¨ªstica-objeto) o Transversal. La esperanza com¨²n, am¨¦n de ser catapulta de ideas y autores, est¨¢, resume Pujadas, en que ¡°faltaba un punto de espacio de experimentaci¨®n, de juego incluso, algo a lo que los tiempos actuales le son favorables¡±.
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