La ¨²ltima trinchera de la Guerra Civil se tapar¨¢ al carecer de un plan de protecci¨®n

El Ayuntamiento de Madrid enterrar¨¢ la conocida como ¨²ltima trinchera de la Guerra Civil, descubierta en 2016 a unos metros del hospital Cl¨ªnico. La investigaci¨®n arqueol¨®gica carec¨ªa de un plan para conservar los restos en un museo, as¨ª que el Consistorio confirm¨® este mi¨¦rcoles a EL PA?S que el pr¨®ximo viernes tapar¨¢ el lugar. Su reapertura depender¨¢ del Ministerio de Cultura. En esa trinchera se firm¨® en 1939 un armisticio que dio paso al final del conflicto.

El lugar es de indudable inter¨¦s hist¨®rico y arqueol¨®gico. En ¨¦l se firm¨® el acuerdo entre el coronel Adolfo Prada y el franquista Eduardo Losas, en marzo de 1939, por el que "se produce el paso de mando del Ej¨¦rcito republicano al Ej¨¦rcito sublevado", explic¨® este mi¨¦rcoles Alicia Torija, portavoz de la Asociaci¨®n Madrile?a de Trabajadores y Trabajadoras en Arqueolog¨ªa (AMTTA).

En la trinchera, de hecho, se hallaron los restos de lo que podr¨ªa haber sido el fest¨ªn con el que los soldados del bando franquista celebraron el final de la guerra: botellas de sidra y de jerez, casquillos, balas y hasta huesos de cordero, que el arque¨®logo del CSIC Alfredo Gonz¨¢lez-Ruibal descubri¨®, pero que el Ayuntamiento de Madrid tapar¨¢ el viernes.

Una portavoz municipal explic¨® que la ley obliga al Ayuntamiento a tapar la trinchera porque los investigadores carecen de un acuerdo con alguna instituci¨®n para conservar y proteger los elementos hallados en ella. "Al ser una iniciativa privada, y que no se hace bas¨¢ndose en un plan de excavaci¨®n y conservaci¨®n, la obligaci¨®n es cerrarla, porque no hay nadie ahora mismo comprometido a cuidarla", dijo la portavoz.

El Ayuntamiento se?al¨® que el investigador Gonz¨¢lez-Ruibal, que contaba con todos los permisos, contact¨® con la Universidad Complutense. Pero, a falta de un acuerdo con las instituciones, la autoridad municipal est¨¢ obligada a intervenir, al tratarse de suelo p¨²blico. Aun as¨ª, el gobierno local a?adi¨® que, despu¨¦s de tapar la trinchera, el Gobierno central, responsable en temas de memoria hist¨®rica, se deber¨¢ encargar de la segunda excavaci¨®n.

La estudiosa Torija, de la AMTTA, sin embargo, record¨® que si el Ayuntamiento u otra instituci¨®n se hubiesen implicado en el proyecto, ahora no ser¨ªa necesario enterrar la trinchera. "La b¨²squeda del sitio comenz¨® en 2008, y desde entonces no se ha conseguido de las instituciones un respaldo para que los trabajos tengan una continuidad y una visibilidad necesaria para que se evite taparlo", afirm¨® la especialista, quien lament¨®: "Volver a cubrirlo me parece absolutamente dram¨¢tico, la verdad".

El arque¨®logo que dirigi¨® la excavaci¨®n se vali¨® de fotos a¨¦reas de la ¨¦poca para localizar la fortificaci¨®n, seg¨²n explic¨® a EL PA?S el pasado 21 de julio. La trinchera, de hecho, se cubri¨® despu¨¦s de la guerra con arenas y escombros. Y sobre aquellos restos se plantaron pinos, hasta que se volvi¨® a excavar. Pero, ?c¨®mo se financi¨® la excavaci¨®n? La estudiosa mantiene que "se ha hecho a cargo de estudiantes estadounidenses, que pagan para hacer unas pr¨¢cticas en Madrid". Una v¨ªa que se emprendi¨® ante la falta de financiaci¨®n p¨²blica, lo que inevitablemente pone el foco en la paradoja de la arqueolog¨ªa contempor¨¢nea, que lucha entre la carencia de fondos y la falta de sistemas r¨¢pidos de conservaci¨®n.

Y con un peligro a?adido, que se?ala Torija. Que los materiales encontrados, que deber¨¢n ir al Museo Arqueol¨®gico Regional de Alcal¨¢ de Henares, acaben en los almacenes, porque, en opini¨®n de la experta, "en el Ayuntamiento y en parte tambi¨¦n en la Comunidad falta un discurso que apoye las investigaciones que tienen que ver con la arqueolog¨ªa del conflicto en el siglo XX".