Un fest¨ªn de sidra y cordero en la ¨²ltima trinchera de la Guerra Civil
Un equipo de arque¨®logos identifica el lugar donde se escenific¨® la rendici¨®n de Madrid en marzo de 1939
Una botella de sidra, dos de jerez, huesos de cordero, conchas de chirla, casquillos, balas, tres granadas de mortero bien apiladas. Estos pueden ser los restos del fest¨ªn con el que los soldados del bando franquista celebraron el final de la Guerra Civil. Los objetos han sido hallados en un refugio antibombardeo construido a pocos metros del Hospital Cl¨ªnico, en Madrid.
Desde casi el comienzo de la contienda esta fue una de las posiciones avanzadas del bando rebelde. Aguant¨® dos a?os y medio en los que arreciaron las balas y los bombardeos, como demuestran los 23 artefactos explosivos sin detonar que se han recuperado. A unos metros del refugio se abre una zanja de unos cuatro metros donde ayer trabajaban varios arque¨®logos. El 28 de marzo de 1939, en este mismo lugar, un hombre con gafas y abrigo de cuero hizo el saludo militar a un oficial ataviado con una tosca chilaba mora. Era el coronel Prada resignando a su mando ante el coronel Losa. El momento qued¨® inmortalizado en una edici¨®n especial del Noticiario Espa?ol. Despu¨¦s ambos hombres y sus escoltas enfilan una trinchera que baja por la colina hacia la retaguardia nacional, donde los republicanos fueron detenidos.
¡°Esta fue la ¨²ltima trinchera de la Guerra Civil, la trinchera de la derrota por la que caminaron los oficiales franquistas y republicanos para escenificar la rendici¨®n de Madrid, el final de la Guerra Civil espa?ola ¡±, explica Alfredo Gonz¨¢lez-Ruibal, arque¨®logo del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) y autor de Volver a las Trincheras (Alianza).?El equipo ha usado fotos a¨¦reas de la ¨¦poca para localizar la fortificaci¨®n
Casi 80 a?os despu¨¦s, el sitio est¨¢ irreconocible. La colina de tierra pelada que se aprecia en las im¨¢genes, con las ruinas del Asilo de Santa Cristina de fondo, es hoy un apacible bosquecillo. Muy cerca hay un campamento de personas sin hogar. Despu¨¦s de la guerra las ruinas del asilo y la fortaleza se cubrieron de arena y escombros y se plantaron pinos. ¡°Este sitio era como un queso gruyere lleno de cr¨¢teres, minas, contraminas, bombas sin explotar, por lo que taparlo era una soluci¨®n pr¨¢ctica¡±, explica Gonz¨¢lez-Ruibal. Hab¨ªa una segunda raz¨®n. ¡°A Franco no le gustaban los campos de batalla, durante la guerra apenas hubo lugares en los que sucediesen verdaderas proezas militares, nunca interes¨® hacer un memorial en los sitios de combate y se prefiri¨® hacerlos lejos, con monumentos como el Arco de la Victoria de Moncloa o el Valle de los Ca¨ªdos¡±, resalta el investigador.
El equipo de arqueolog¨ªa de la Guerra Civil identific¨® este lugar en 2008 y lo comenz¨® a excavar sistem¨¢ticamente en 2016. Desde entonces han rescatado cientos de objetos que cuentan de otra forma la contienda. Hay esv¨¢sticas herrumbrosas tiradas a un pozo, insignias de Falange olvidadas en un lavadero, botas podridas, trozos de uniforme, orinales, fragmentos de vajilla con escenas infantiles, alianzas de boda que seg¨²n Gonz¨¢lez-Ruibal ¡°desvelan microhistorias que no quedan reflejadas en los libros¡±.
Encontrar botellas intactas en las trincheras es rar¨ªsimo, sobre todo de sidra, un art¨ªculo dif¨ªcil de conseguir en plena guerra, lo que refuerza la tesis del equipo sobre el fest¨ªn en el refugio del Cl¨ªnico. Mientras los soldados nacionales disfrutaban de abundante alcohol, una caldereta de cordero, carne de vaca y jureles, en las trincheras republicanas ¡°se palpa la pobreza¡±, explica Gonz¨¢lez-Ruibal. ¡°Apenas hay vidrio, metales ni casquillos porque todo se reutilizaba, no hay huesos, pero s¨ª envases de medicamentos contra la avitaminosis por la anemia que sufr¨ªan los soldados¡±, resalta el investigador.
Y junto a la brutalidad de la guerra, la inocencia. Esta taza con motivos infantiles apareci¨® al lado de una granada de mortero sin detonar. pic.twitter.com/2zKIdtrumW
— Guerra en la Universidad (@GuerraenlaUni) July 11, 2018
Los arque¨®logos han encontrado en el suelo del refugio tres vigas de madera formando un rect¨¢ngulo. Puede ser la entrada a una galer¨ªa, posiblemente parte de la red de t¨²neles por los que las tropas nacionales y republicanas se acercaban a las l¨ªneas enemigas para colocar potentes minas que causaban decenas de bajas. Explorar ese inframundo tendr¨¢ que esperar. El equipo de arque¨®logos est¨¢ cerrando ya el proyecto de excavaciones. ¡°El siguiente paso es saber si hay inter¨¦s de patrimonializar el lugar¡±, dice Gonz¨¢lez-Ruibal. Hoy celebran una jornada de puertas abiertas a partir de las 10:30 de la ma?ana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.