Todos mataron a la vecina del piso de arriba
El cl¨¢sico ¡®Por los pelos¡¯ hila una historia con varios finales y el p¨²blico es el encargado de votar qui¨¦n es el asesino
En la obra Por los pelos, el criminal puede ser el peluquero, el anticuario, los dos agentes que investigan el caso, la empleada de la peluquer¨ªa o la vieja rica. Todos le clavaron unas tijeras en el cuello a la vecina de arriba. Todos la mataron, pero por separado y no el mismo d¨ªa. El desenlace depende de la decisi¨®n del p¨²blico, que a lo largo de cada funci¨®n pregunta, discierne y, finalmente, vota democr¨¢ticamente qui¨¦n ha sido el homicida. Es una historia con varios finales alternativos. El director Santiago S¨¢nchez lleva a los Teatros del Canal (hasta el 18 de agosto) esta adaptaci¨®n de la comedia Shear Madness (1963), del alem¨¢n Paul P?rtner.
La trama se desarrolla en una peluquer¨ªa de Madrid y gira en torno a un crimen sin resolver: la famosa pianista del primero ha sido asesinada. Las personas que se encontraban en la peluquer¨ªa del piso de abajo son las principales sospechosas: el propietario (interpretado por Carles Castillo), una se?ora de la alta sociedad madrile?a (Lola Molt¨®), un anticuario (Carles Montoliu) y la peluquera (Marta Chiner). Los acusados har¨¢n todo lo posible para defender su inocencia ante el comisario (Juan Gea), su ayudante (Rafa Alarc¨®n) y los ¨²nicos testigos: el p¨²blico, que colaborar¨¢ con la polic¨ªa para descubrir qui¨¦n fue el que asest¨® los tijeretazos a la millonaria propietaria.
El director explica que la intervenci¨®n de los asistentes es libre, sorprendente y variable, lo que hace que las reacciones sean imprevisibles. "En una ocasi¨®n se levant¨® alguien del p¨²blico y dijo: 'el asesino soy yo", cont¨® el director en la presentaci¨®n, y a?adi¨® que cuanto m¨¢s serio sea el trabajo actoral, m¨¢s divertida ser¨¢ la comedia. "Los personajes tienen que pensar que, cada noche, les pueden caer 30 a?os de c¨¢rcel. Si quieren ser el asesino siempre, la obra se banaliza", asegur¨®.
Interacci¨®n
Al principio, la obra se desarrolla como cualquier otra, hasta que la pianista muere y la polic¨ªa interroga a los cuatro acusados. Entonces, el comisario manda encender las luces y se dirige al p¨²blico: "Necesitamos vuestra ayuda para descubrir al asesino. Vosotros lo hab¨¦is visto todo. Decidnos qu¨¦ pas¨®". Despu¨¦s de percatarse de que la representaci¨®n va m¨¢s all¨¢ de la simple acci¨®n de observar, el p¨²blico entra a formar parte de la historia y no duda en interrumpir las declaraciones de los acusados, contradecir sus versiones y en interrogar directamente a los sospechosos. "No me cuadra que la se?ora de Boluda [Lola Molt¨®] se vaya de viaje el mismo d¨ªa que sucede el asesinato", expuso el c¨®mico Josema Yuste, que acudi¨® como espectador al estreno.
Alarc¨® confiesa que la improvisaci¨®n y la interacci¨®n obligan a dar el 100% de uno mismo. "Por ejemplo, los ni?os no paran de preguntar, no filtran y, a lo mejor, dicen lo que est¨¢n pensando todos", explic¨®. La versi¨®n toma la actualidad como contexto, por lo que abundan los gui?os ¡ªcomo las obras de la Gran V¨ªa o la dimisi¨®n de la presidenta regional Cristina Cifuentes¡ª. Adem¨¢s, en el descanso, la voz de ?ngels Barcel¨® y Juan Ram¨®n Lucas informan a los espectadores por los altavoces de la noticia del asesinato y de que el teatro est¨¢ rodeado de la polic¨ªa. Al final del espect¨¢culo, la gente alza las manos y elige a su culpable. "Va a ser muy dif¨ªcil despu¨¦s de hacer esta funci¨®n volver a hacer otra con un texto fijo y predefinido. Es una locura", comenta Gea.
En Por los pelos, la interpretaci¨®n salta del escenario y se mezcla entre las butacas. La realidad y la ficci¨®n se unen, y el p¨²blico, una vez m¨¢s, demuestra ser el aliento que da vida al teatro.
Una comedia con un r¨¦cord Guinness
La obra teatral Shear Madness,?escrita y estrenada por el dramaturgo Paul P?rtner en 1963, gan¨® el Premio Guinness World Records como la comedia no musical m¨¢s representada en el teatro estadounidense, 37 a?os seguidos. En Estados Unidos hay tres versiones diferentes que se reproducen al mismo tiempo (Boston, Nueva York y Washington), seg¨²n explica el director espa?ol Santiago S¨¢nchez. "La carpinter¨ªa de la obra, como dice su autor, es perfecta. Lo que sorprende es c¨®mo esta funci¨®n ha ido pasando a trav¨¦s de los a?os y los nuevos espectadores siguen apasion¨¢ndose con ella", dice S¨¢nchez.
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