El pueblo donde las paredes hablan
Las calles de Colmenar del Arroyo est¨¢n llenas de versos que se han convertido en reclamo para el turismo
En Colmenar del Arroyo hablan las paredes. Frases inspiradoras, versos y aforismos engalanan las calles de este pueblo escondido en la Sierra Oeste, a 53 kil¨®metros de la capital. Las letras, negras y de trazo sinuoso, parecen saltar sobre los muros, blancos, inmaculados. Est¨¢n por todas partes: en la calle principal, en la plaza del Ayuntamiento y en aquellos recovecos donde la vida se detiene. Forman parte del paisaje desde hace cinco a?os, cuando un vecino, Luis Santos, solicit¨® adornar el municipio con ellos. Con el tiempo se han convertido en un reclamo tur¨ªstico.
Santos, dise?ador gr¨¢fico, so?¨® con llevar la poes¨ªa al mayor n¨²mero de personas posible. Se inspir¨® en Acci¨®n Po¨¦tica, un movimiento que el mexicano Armando Alan¨ªs fund¨® en la d¨¦cada de los a?os noventa. El fen¨®meno se origin¨® en Monterrey y consiste en pintar los muros de las ciudades con fragmentos literarios. Una de sus reglas es no publicar consignas pol¨ªticas ni religiosas, sino frases positivas. La iniciativa se propag¨® r¨¢pidamente por otras ciudades mexicanas y las redes sociales favorecieron el salto a todos los rincones del planeta.
¡°Luis se present¨® un d¨ªa de mayo de 2013 en el Ayuntamiento para contarnos la idea y nos pareci¨® estupenda. Buscamos gente dispuesta a ceder sus fachadas y nos sorprendi¨® que todo el mundo acced¨ªa¡±, recuerda Ana Bel¨¦n Barbero, la alcaldesa. Una de esas vecinas fue Pepi Hern¨¢ndez, que considera que la iniciativa convierte a Colmenar en un lugar diferente. El Consistorio compr¨® pintura y pinceles, y una multitud se congreg¨® en sus calles para dar forma al proyecto en junio. Fue el propio Santos quien eligi¨® las 20 frases que se repartieron por las paredes del pueblo, de apenas 1.700 habitantes.
La avenida de Espa?a, la traves¨ªa principal, sigue presidida por el poema que escribi¨®. En ella, Santos pide perd¨®n a su maestro, Antonio Machado, por parafrasearle y cambiar el final de uno de sus versos m¨¢s universales: ¡°Caminante no hay camino, se hace camino al amar (por andar)¡±. Las palabras sustituidas se resaltan en un tono anaranjado. La iniciativa tuvo tan buena acogida que todos los vecinos quisieron llevar los versos a sus fachadas, as¨ª que el verano siguiente se realiz¨® una segunda pintada. Para entonces, Santos ya hab¨ªa fallecido.
¡°Luis escrib¨ªa, pero nunca public¨® un libro. Le gustaba el arte en general y la poes¨ªa en particular. Consigui¨® culminar su sue?o en vida. Le ayudamos un grupo de amigos que entendimos que aquella modificaci¨®n urbana cambiar¨ªa el propio sentimiento de los vecinos, que se iban a identificar m¨¢s con su pueblo¡±, se?ala Pepa Franco, una de las integrantes del grupo Acci¨®n Po¨¦tica de Colmenar. Cuando Santos se fue, sus compa?eros se organizaron. Desde entonces celebran festivales y talleres po¨¦ticos.
El grupo tambi¨¦n contin¨²a engalanando el pueblo con sus pintadas. ¡°Este invierno ha sido especialmente duro. Ha llovido mucho, y como las paredes son antiguas y est¨¢n pintadas con cal, muchas se cayeron. Ha habido que reponer muchas frases, que tienen un mantenimiento continuo¡±, explica la alcaldesa. Ahora hay m¨¢s de un centenar de frases repartidas por el municipio. Los textos no se eligen al azar. Detr¨¢s de ellos hay un mensaje que tiene que ver con la labor que se realiza en la vivienda o con las personas que la habitan.
Frases con mensaje
Barbero relata que en la fachada de su abuela Candelas, en la calle de Gonzalo Mora, dice: ¡°Pistolas s¨ª, pero de las que matan el hambre¡±. La mujer fue panadera, vivi¨® la dureza de la Guerra Civil y cuando sus clientes le ped¨ªan tal modalidad de pan, ella siempre respond¨ªa de esa manera. ¡°Comamos y bebamos?/?cantemos y dancemos?/?que ma?ana ayudaremos¡±, dice otra frase frente al mes¨®n de Do?a Filo, un restaurante que lleg¨® a contar con una estrella Michelin entre 1999 y 2009. En el municipio apenas hay un pu?ado de negocios. La mayor¨ªa de sus habitantes trabajan fuera, pero prefieren vivir aqu¨ª, rodeados de naturaleza.
¡°Los versos atraen a gente, y eso ayuda a que no cerremos el local. Este es un pueblo peque?o, pero tenemos una gastronom¨ªa muy buena¡±, se?ala Mariano Hern¨¢ndez, propietario del bar Mariano, un local reci¨¦n reformado junto al Ayuntamiento. Su mujer, To?i Rodr¨ªguez, toma su m¨®vil, abre la aplicaci¨®n de Instagram y ense?a el perfil del dise?ador Jorge V¨¢zquez, que hace unas semanas se fotografi¨® con algunas de las frases. ¡°Solo est¨¢n derrotados los que dejan de so?ar¡±, dec¨ªa una de ellas. El sue?o de Santos contin¨²a.
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