Manteros: la interminable guerra del ¡°todo vale¡±

?Qu¨¦ ha ocurrido en este pa¨ªs en los ¨²ltimos meses para que Albert Rivera haya pasado de ver tan solo espa?oles a hablar ¨²nicamente de manteros? ?En qu¨¦ ciudades viv¨ªan, ajenos a su fotograf¨ªa cotidiana, los responsables pol¨ªticos que hasta estos d¨ªas estivales no han ca¨ªdo en la presencia de los vendedores ambulantes?

Las leyes est¨¢n para cumplirse. Solo faltar¨ªa. Sin embargo, no deja de llamar la atenci¨®n el momento elegido por determinados partidos para poner el foco medi¨¢tico sobre una cuesti¨®n que lleva existiendo m¨¢s de una d¨¦cada en ciudades de muy distinto signo pol¨ªtico. Y es que, en pol¨ªtica, pocas cosas son casuales. Los manteros han pasado a convertirse, muy a su pesar, en un arma que utilizar en una nueva batalla de la interminable guerra del "todo vale". Urg¨ªa contrarrestar la dignidad gubernamental demostrada en el caso del Aquarius con cualquier elemento al alcance de la mano, por miserable y rastrero que este pudiera llegar a ser.

Poco importan las consecuencias que para este colectivo puede tener su utilizaci¨®n despiadada. Los mismos que ahora acusan a los manteros de arruinar a los comerciantes son aquellos que aplaudieron y liberalizaron los horarios comerciales, en su apuesta velada por las grandes superficies. Orden y seguridad, propugnan quienes han vivido a?os de unas encuestas que han dejado de serles tan favorables. Y esta estrategia de relacionar a las personas extranjeras con la delincuencia es una l¨ªnea roja hasta ahora no traspasada en un pa¨ªs en el que ya tuvimos bastantes d¨¦cadas de odio.

Una de las lecciones que nos ha demostrado el siglo XX es que nunca m¨¢s deber¨ªamos juzgar a ning¨²n colectivo como tal, por distantes que podamos considerarnos del mismo. Son mis acciones las que me definen a m¨ª, pero no por ello al que comparte mi raza, mis creencias o mi religi¨®n. Criminalizar de esta manera a los manteros por incumplir determinadas ordenanzas municipales cuando ¨²nicamente les mueve el af¨¢n de supervivencia es tan injusto como desorbitado. No dejan de ser el eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil de un sistema insolidario a nivel mundial, desde sus pa¨ªses de origen hasta esta Espa?a amn¨¦sica, en la que muchos olvidan c¨®mo nuestros padres y abuelos tuvieron que cruzar las fronteras para buscar una oportunidad que aqu¨ª les era esquiva. No caigamos en el error de pensar que ellos eran mejores ni les mov¨ªan m¨¢s loables prop¨®sitos.

La ciudad de Madrid no pod¨ªa seguir siendo ajena a esta realidad de exclusi¨®n social. Por ello, en octubre de 2016, el Grupo Municipal Socialista propuso en el Pleno de Cibeles la creaci¨®n de la Tarjeta de Vecindad, implementada este verano por el Ayuntamiento y que pretende garantizar el acceso de todos los vecinos y vecinas de Madrid, con o sin papeles, a los servicios municipales. Es un primer paso para que, adem¨¢s como instituci¨®n, reafirmemos su dignidad inherente como personas. Porque hacer pol¨ªtica olvidando esta base moral se podr¨¢ vender m¨¢s o menos bonito, pero seguir¨¢ siendo una apertura de puertas al racismo que algunos pretenden explorar como estrategia electoral. Todo sea por las encuestas.

Ignacio de Benito P¨¦rez es concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid.