Orishas, el rico bocado de la m¨²sica cubana
El tr¨ªo pone fin en Madrid a diez a?os de ausencia con un disco ¡°para chuparse los dedos¡±
Lo de anoche con Orishas era una experiencia mel¨®mana, desde luego, pero tambi¨¦n gastron¨®mica y hasta social. No todos los d¨ªas se estrena disco. A¨²n en menos ocasiones ejerce de padrino una de ¡°las cien personas m¨¢s influyentes del planeta¡±, seg¨²n el docto veredicto de la revista Time. Y casi nunca se tardan 10 a?os, 10, en aportar un nuevo t¨ªtulo a la discograf¨ªa. Todos esos factores conflu¨ªan ayer en el estreno de Gourmet, las 14 nuevas piezas de los cubanos. Y, claro, se impon¨ªa la celebraci¨®n. Multitudinaria e indisimulada. Con material de riguroso estreno (el disco no llegar¨¢ a las tiendas hasta el viernes) y el cielo madrile?o, de anochecida, como testigo desde una de las terrazas m¨¢s finolis de la ciudad.
¡°Orishas regala una m¨²sica tan ¨¦pica que esperas que sus canciones no acaben nunca¡±, hab¨ªa proclamado el chef Jos¨¦ Andr¨¦s, azote de la administraci¨®n Trump y autor de un men¨² que marida (verbo esencial en estos casos) el nuevo repertorio con platos enraizados en la tradici¨®n culinaria de la isla. El medi¨¢tico cocinero no pudo desplazarse desde Nueva York, pero en su lugar Juan Mart¨ªnez ofreci¨® un men¨² de inspiraciones que no renunciaban, llegado el caso, a la sicalipsis. As¨ª, el plato Sastre de tu amor, que bebe de una de las canciones m¨¢s sensuales, combina en su receta los patacones con aguacate y el cilantro con... pl¨¢tano frito.
Precisamente ese estribillo, ¡°Yo quiero ser el sastre de tu amor / yo quiero hac¨¦rtelo a la medida¡±, se convirti¨® en uno de los momentos m¨¢s euf¨®ricos para este ¡°d¨ªa oficial del regreso de Orishas¡±. Yotuel Guerrero no quiso entrar en mucho detalle para justificar una ausencia tan prolongada. ¡°Hemos estado por ah¨ª, pero un buen amigo es el que regresa¡±, argument¨® antes de defender la vigencia de su m¨²sica como ¡°un estremecimiento para el coraz¨®n, no solo para los pies¡±.
Represent, esa especie de autorretrato orgulloso que dice aquello de ¡°la m¨²sica cubana vale mucho, chico¡±, sirvi¨® como aperitivo en una velada que permiti¨® descubrir el contagioso reggae?de Everyday?o un bolerazo a la vieja usanza, Habana 1957. Lo interpret¨® Beatriz Luengo, protagonista en su d¨ªa de Un paso adelante?y pareja de Yotuel, sin importarle que su garganta se desangrara cada vez que repet¨ªa: ¡°Si t¨² te vas, al menos que seas muy feliz¡±.
¡°Este disco est¨¢ hecho para que se chupen los dedos. Y tambi¨¦n las orejas...¡±, resumi¨® Guerrero, ya ansioso de que las viandas irrumpieran como contrapunto de las semicorcheas. Para entonces la terraza WareHouse ya era un hervidero de sensualidad, caras guapas y gl¨¢ndulas sudor¨ªparas en pura efervescencia. Lo que viene siendo un concierto de Orishas, en s¨ªntesis. Incluso aunque no haya catering.
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