Videoarte en tiempos de censura
El festival Proyector incluye reflexiones y debates en torno al impacto de la ¡®ley mordaza¡¯ sobre la creaci¨®n
Esta semana, Gary Hill est¨¢ en Madrid. A muchos el nombre de este artista estadounidense no les sonar¨¢ de nada, pero se trata de un pionero del videoarte ¡ªfundador del new media art, como prefiere que le llamen¡ª. ¡°Es uno de nuestros premios gordos¡±, dice Mario Guti¨¦rrez, director del festival Proyector, que desde ma?ana ¡ªy hasta el 23 de septiembre; actividades gratuitas¡ª celebra su und¨¦cima edici¨®n en Madrid presentando las obras de 49 artistas provenientes de casi una veintena de pa¨ªses.¡°Es un orgullo traer a una figura como Hill, que adem¨¢s impartir¨¢ un taller de cinco d¨ªas¡±, a?ade Guti¨¦rrez.
Tras diez ediciones, Proyector se consagra como una cita clave en el mundo del videoarte. Por eso, este a?o ha aumentado su n¨²mero de sedes y ocupa 15 espacios de la capital: Casa de Am¨¦rica, CNP Partners, Cruce, El Instante Fundaci¨®n, Instituto Cervantes, Medialab Prado, Nigredo Espacio, Solar Embajadores 18, Quinta del Sordo, Sala Alcal¨¢ 31, Sala Equis, Sala El ?guila, Tabacalera Promoci¨®n del Arte, Theredoom y Sala El Sol.
Adem¨¢s de Hill, en la muestra participan, entre otros, el cineasta polaco Zbigniew Rybczynski, que presenta su pel¨ªcula de animaci¨®n Tango, ganadora de un Oscar en 1983, o el espa?ol Francesc Torres. Los trabajos de ambos se podr¨¢n ver en Tabacalera. En ese mismo escenario en el que se podr¨¢ disfrutar de la propuesta de la core¨®grafa Elena C¨®rdoba, Lo que muda no muere, una pieza creada espec¨ªficamente para esta muestra y para ese espacio en colaboraci¨®n con David Benito y Ada Salas. En ella, plantean una mirada microsc¨®pica al paso del tiempo, jugando con escalas y haciendo perceptible aquello que es inaccesible al ojo y al o¨ªdo. ¡°Proyector no tiene un ¨²nico eje tem¨¢tico, sino varios, que se matizan con las propias sedes, donde se van a exponer. En el caso de Tabacalera, trabajamos con la idea de habitar el espacio. Por eso tenemos obras de videoarte que investigan y expresan este tipo de cuestiones¡±, apunta Guti¨¦rrez.
En el festival tambi¨¦n hay lugar para piezas relacionadas con el cuerpo, la creaci¨®n cinematogr¨¢fica o la reivindicaci¨®n pol¨ªtica. ¡°El videoarte es un formato que se presta a la cr¨ªtica pol¨ªtica¡±, explica el director del festival, ¡°aunque, en los tiempos que corren y debido a la censura derivada de leyes injustas como la ley mordaza [la Ley de Seguridad Ciudadana], muchos artistas se enfrentan a situaciones legales bastante delicadas¡±.
Ante esa complicada relaci¨®n entre el arte pol¨ªtico y la ley, en la presente edici¨®n se ha programado una jornada-laboratorio (20 de septiembre en la Sala Alcal¨¢ 31) para charlar con los propios artistas. El primero de los debates, titulado Apropiaciones y ley mordaza (13.45), abordar¨¢ cuestiones como la censura y la autocensura en el videoarte y las ret¨®ricas contestatarias en tiempos de democracia.
¡°Hay una colisi¨®n evidente entre esta ley [mordaza] y la Ley de Propiedad Intelectual¡±, dice Alberto Gonz¨¢lez Pulido, asesor jur¨ªdico especializado en propiedad intelectual y uno de los ponentes de este laboratorio. Y contin¨²a: ¡°Sin embargo, casos recientes de encarcelamiento y persecuci¨®n de artistas que expresan opiniones pol¨ªticas demuestra que no hay ning¨²n tipo de libertad. Que algo as¨ª ocurra en un pa¨ªs que se presupone democr¨¢tico es un esc¨¢ndalo¡±.
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