Vender ¡®online¡¯ o desaparecer
La revoluci¨®n del negocio por Internet supone un desaf¨ªo existencial para muchos comercios madrile?os que buscan la forma de adaptarse
Para consumidoras como Cristina Almendra comprar carne o fruta por Internet es ya un h¨¢bito com¨²n. Esta profesora de portugu¨¦s residente en Las Rozas dice que hace dos a?os que dej¨® de ir al s¨²per porque le resulta mucho m¨¢s c¨®modo llenar la cesta desde el ordenador y esperar al reparto. "Tengo dos ni?os y me es muy complicado coger el coche, aparcar, hacer la cola¡ ahora lo evito todo", dice Almendra, de 41 a?os.
La compra por Internet ha ido derribando barreras progresivamente. Primero fueron los vuelos, hoteles y entradas de ocio, les sigui¨® la ropa, calzado, menaje del hogar. Los alimentos frescos son la pr¨®xima frontera. En Madrid, uno de los escenarios que ilustran el cambio revolucionario es un mercado municipal del siglo XIX. El Mercado de la Paz, en el barrio de Salamanca, lleg¨® hace dos a?os a un acuerdo con el gigante estadounidense Amazon para ofrecer sus productos frescos en su tienda online.
"Al principio los comerciantes reaccionaron con incredulidad ante la idea de vender por Internet", recuerda Guillermo del Campo, gerente del mercado. "Ahora est¨¢n muy satisfechos". Su facturaci¨®n ha aumentado en torno al 25%, seg¨²n Del Campo, que dice que buena parte de las compras proceden de pueblos del extrarradio.?
Previendo el crecimiento del comercio de alimentos frescos, el Ayuntamiento de Madrid tiene pensado relanzar en octubre Mercado 47, una tienda online para los mercados municipales que lleva operando como proyecto piloto desde hace dos a?os.?
Aunque las ventas por Internet de alimentos perecederos son a¨²n muy escasas, estos ejemplos revelan que pr¨¢cticamente ning¨²n sector queda a salvo de la adaptaci¨®n al comercio electr¨®nico. "Antes no eras nadie si no estabas en las P¨¢ginas Amarillas, ahora no eres nadie si no tienes una tienda online, est¨¢s en canales de redes sociales como Instagram o incluso en grupos de whatsapp", dice Jos¨¦ Manuel Fern¨¢ndez, coordinador de la mesa de Comercio de Madrid Foro Empresarial.
Un 24% de madrile?os compr¨® por Internet alimentaci¨®n y otros productos perecederos en 2017, por encima del 17,9% que lo hizo en 2014, seg¨²n la encuesta de indicadores de comercio electr¨®nico del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones. A¨²n m¨¢s generalizadas entre los madrile?os est¨¢n las compras por Internet de material deportivo y ropa (51,4% que dijo haber comprado al menos una vez en 2017), de viajes (55,4%) o entradas para espect¨¢culos (62,6%).
Peque?os carniceros como Marcos F¨¦rez, situado en Ciudad Lineal, dicen que hace a?os que se dieron cuenta del cambio que se avecinaba: ¡°Mont¨¦ mi primera tienda online hace cinco a?os. ya vi que hab¨ªa que ponerse las pilas¡±. Ahora F¨¦rez vende sus hamburguesas saludables a clientes de toda la ciudad, que llegan a ¨¦l por redes sociales y varias tiendas online en las que est¨¢ suscrito.
La adaptaci¨®n no es sencilla porque ha desatado una competencia feroz. La transformaci¨®n en la capital se ha acelerado a partir de la introducci¨®n por Amazon en julio de 2016 de un servicio de entregas gratuitas y ultrarr¨¢pidas (en menos de dos horas) que ha puesto el list¨®n muy alto para el resto.
La digitalizaci¨®n de los mercados municipales
Para poner al d¨ªa a los mercados municipales, el Ayuntamiento promueve una tienda por Internet propia, Mercado 47. La p¨¢gina opera como piloto desde hace dos a?os y ha sido seleccionada por la Comisi¨®n Europea como caso de buenas pr¨¢cticas en la modernizaci¨®n del peque?o comercio. Por ahora solo es un escaparate para 200 comerciantes inscritos, pero el Ayuntamiento planea un relanzamiento este otor?o, con cuatro mercados plenamente digitalizados, con un total de 600 operadores y m¨¢s de 10.000 productos, seg¨²n Concha D¨ªaz de Villegas, directora de Comercio. ¡°Tenemos ilusi¨®n porque va a traer a un p¨²blico que no va normalmente a los mercados¡±, dice D¨ªaz de Villegas, que a?ade que los comerciantes no pagar¨¢n una comisi¨®n por cada venta, a diferencia de otras plataformas.
Amazon es la tienda online l¨ªder indiscutible en Espa?a (casi 1.4 millones de visitas en 2017), con cuatro veces m¨¢s tr¨¢fico que su inmediato seguidor, el estadounidense eBay, y cinco veces m¨¢s que la espa?ola El Corte Ingl¨¦s, seg¨²n un estudio hecho por la plataforma online Cuponation con datos del medidor de audiencia Similarweb.
Para los consumidores, Amazon y otras tiendas online aportan gran comodidad, pero entre comerciantes se ha desatado una competencia feroz. Expertos en comercio electr¨®nico se?alan que estas tiendas son una gran oportunidad para fabricantes de productos originales o para vender en el extranjero. En el caso de Espa?a, un tercio de las pymes espa?olas que venden a trav¨¦s de la compa?¨ªa est¨¢n vendiendo sus productos en toda Europa, dicen fuentes de Amazon.
Pero los minoristas lo tienen m¨¢s dif¨ªcil porque al ser mercados con precios transparentes son frecuentes las guerras de precio entre vendedores del mismo producto, dicen los expertos. ¡°Para un vendedor al por menor, los mercados online son la jungla porque al final el precio baja tanto que todos pierden¡±, afirma Jordi Ord¨®?ez, un consultor de comercio online.
Para el exportador madrile?o de aceite gourmet OlivaOliva la entrada en Amazon hace cuatro a?os supuso un fuerte crecimiento de ventas en Estados Unidos, Asia y Europa. ¡°Es que llevar una botellita de aceite a EEUU antes nos costaba 35 euros de env¨ªo y tardaba dos semanas. Ahora nos cuesta 9 euros y llega en uno o dos d¨ªas¡±, dice Guillermo Morera, consejero de negocio de OlivaOliva. Pero no todo han sido ventajas. Morera se queja de que Amazon ha comenzado a vender aceites de marca propia con unos precios muy agresivos.
La Comisi¨®n Europea abri¨® la semana pasada una investigaci¨®n sobre si Amazon usa los datos de los vendedores en su plataforma para obtener una ventaja competitiva. La compa?¨ªa dice que su plataforma beneficia sobre todo a terceros: M¨¢s de la mitad de las ventas a nivel mundial son de vendedores externos y de pymes que usan su p¨¢gina.
Uno de quienes no ven opci¨®n en Internet es Juan Antonio Arenal, un ¨®ptico de Vallecas de 54 a?os, que dice que consider¨® vender gafas de sol en Amazon pero vio que no le saldr¨ªa rentable. Ahora conf¨ªa en llegar a la jubilaci¨®n gracias a clientes fieles: ¡±Virgencita que me quede como estoy¡±.
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