Los ¡®mossos¡¯ investigados por pasividad el 1-O acusan a sus mandos de dejarles ¡°vendidos¡±

M¨¢s de 70 mossos est¨¢n siendo investigados por su supuesta ¡°pasividad¡± en el refer¨¦ndum del 1 de octubre. Los jueces indagan el papel de los mandos de la polic¨ªa catalana, pero tambi¨¦n de los agentes de seguridad ciudadana que acudieron a los centros de votaci¨®n con la orden de impedir la celebraci¨®n de la consulta. Esos polic¨ªas se han revuelto ahora contra sus mandos, y en sus declaraciones ante el juez les acusan de dejarles ¡°vendidos¡± con un dispositivo mal planificado e ineficiente.

El exjefe de los Mossos, Josep Llu¨ªs Trapero, est¨¢ a un paso de juicio en la Audiencia Nacional por dos delitos de sedici¨®n. En paralelo, los jueces catalanes mantienen abiertos frentes ¡ªen Sabadell y Cornell¨¤, entre otros¡ª contra la c¨²pula policial por su papel el 1-O. Los agentes rasos, los patrulleros que ese d¨ªa se desplegaron, de dos en dos, a las puertas de los colegios, tambi¨¦n se han visto involucrados por delitos como desobediencia o prevaricaci¨®n.

Un juez de El Vendrell (Tarragona) mantiene abierta la mayor causa contra esos mossos de primera l¨ªnea: investiga a 36 polic¨ªas de los m¨¢s de 70 que, seg¨²n el Departamento de Interior, afrontan procesos judiciales. La investigaci¨®n recoge lo ocurrido en media docena de centros de votaci¨®n de otras tantas localidades, y parte de las denuncias de ciudadanos. Como un vecino de Cunit que, el 1-O, se dirigi¨® al juez indignado porque ve¨ªa c¨®mo los Mossos no hac¨ªan nada para impedir que cien personas votasen en el instituto Ernest Lluch. El hombre llam¨® a la Guardia Civil, pero le advirtieron de que tardar¨ªan porque iban ¡°pueblo a pueblo¡±.

Los dos mossos de Cunit explicaron al juez que llegaron a la reuni¨®n de la ma?ana, donde los mandos ¡°¨²nica y exclusivamente leyeron la pauta de actuaci¨®n¡± aprobada d¨ªas antes por Trapero. ¡°Nos dijeron que no se permit¨ªan preguntas y que llev¨¢semos una mochila¡±, seg¨²n consta en el sumario, al que ha accedido a EL PA?S. A las 7.30, los agentes investigados llegaron a uno de los colegios, pero una hora despu¨¦s les pidieron acudir al IES Ernest Lluch, donde hab¨ªa 300 personas. Los mossos les advirtieron de que ¡°deb¨ªan cesar inmediatamente¡±. Pero, ante la ¡°desproporci¨®n¡± en n¨²mero, avisaron a la sala de mando de que no podr¨ªan entrar.

¡°No usar las defensas¡±

¡°Ten¨ªan orden expresa de no utilizar sus defensas y mucho menos el arma reglamentaria¡±, recoge el escrito en el que otros muchos mossos, solicitan el archivo de la causa. Una petici¨®n a la que se ha sumado la fiscal¨ªa al no apreciar indicios de desobediencia. El ministerio p¨²blico sostiene que los agentes ¡°no dispon¨ªan de medios ni pautas precisas¡± de actuaci¨®n y apunta tambi¨¦n a los mandos al recordar que los Mossos son ¡°un cuerpo jerarquizado¡±.

En sus declaraciones, los agentes dibujan un escenario que hac¨ªa virtualmente imposible acceder a los colegios e impedir el refer¨¦ndum. Uno de ellos cont¨® que les enviaron a Cunit ¡°sin coche, con un bocadillo, una botella de agua y una emisora¡±, y con la indicaci¨®n de ¡°seguir las pautas¡± en todo momento.

Los agentes detallaron que, a diferencia de las unidades del cuerpo policial auton¨®mico de ARRO (?rea Regional de Recursos Operativos) o BRIMO (?rea de Brigada M¨®vil), no son especialistas en orden p¨²blico. A m¨¢s del 30% de antidisturbios de los Mossos, de hecho, ¡°se les hab¨ªa concedido permiso esos d¨ªas¡±, seg¨²n Uspac, el sindicato que defiende a algunos de los agentes. Su abogado apunta a la posibilidad de que el dispositivo estuviera torpedeado desde el principio para que no pudiera en la pr¨¢ctica "impedirse el refer¨¦ndum". Reflexiones similares a las que recoge la Audiencia Nacional cuando acusa a Trapero de haber consentido la votaci¨®n al organizar ¡°un dispositivo enga?oso¡± y ¡°meramente formal¡±.