Una mirada a la trastienda del yihadismo gana el Anagrama de ensayo
El argentino Dardo Scavino medita sobre causas y efectos del terrorismo islamista en ¡®El sue?o de los m¨¢rtires¡¯
Drones contra m¨¢rtires. La carga cultural e ideol¨®gica que esconden esos iconos con los que se resume gr¨¢ficamente el terrorismo islamista es lo que, de alg¨²n modo, el fil¨®sofo y cr¨ªtico literario argentino Dardo Scavino desarrolla en El sue?o de los m¨¢rtires. Meditaciones sobre una guerra actual, an¨¢lisis con el que ha obtenido el 46? premio Anagrama de Ensayo que convoca la editorial barcelonesa y dota con 8.000 euros.
Siguiendo los pasos del fil¨®sofo Guilles Deleuze al que ha estudiado, Scavino (Ciudad Jard¨ªn Lomas del Palomar, Buenos Aires, 1964) reconstruye el camino por el que est¨¢ transitando la que ¨¦l califica sin titubeos ¡°la primera guerra global¡± y que en el imaginario colectivo internacional tiene esos dos extremos, mec¨¢nico y humano, como resumen. Profesor universitario en Francia, la semilla del ensayo de Scavino es doble: por un lado, "la reacci¨®n de mis estudiantes de origen musulm¨¢n, preparados para ser profesores de cultura espa?ola, tras el atentado yihadista de Atocha"; por otro, el asalto al semanario Charlie Hebdo.
Acerc¨¢ndose a ello "siempre desde el asombro, que es premisa para la filosof¨ªa", el pensador admite que tambi¨¦n ha querido contestar el famoso "choque de civilizaciones" de Samuel Huntington. La premisa de Scavino es que "el terrorismo islamista no es una guerra de religi¨®n; ¨¦sta es secundaria; es un problema sociopol¨ªtico en el que ha habido una apropiaci¨®n de textos religiosos". Su voluntad con El sue?o de los m¨¢rtires (que se impuso entre los 99 originales presentados, procedentes de 13 pa¨ªses) es "no solo analizar el yihadismo sino qu¨¦ ha pasado en la sociedad en los ¨²ltimos 30 a?os para que ello ocurra".
Autor de libros como Nomadolog¨ªa. Una lectura de Deleuze o La filosof¨ªa actual. Pensar sin certezas, Scavino ahonda en las razones del fen¨®meno terrorista islamista desde todos los ¨¢mbitos. As¨ª, desde lo hist¨®rico, analiza la idea y el sue?o del califato trasnacional hasta Afganist¨¢n como uno de los ¨²ltimos y sangrientos escenarios de la Guerra Fr¨ªa, mientras que desde lo pol¨ªtico rastrea las motivaciones econ¨®micas y geoestrat¨¦gicas que se ocultan bajo la fachada religiosa, tintada de ¨¦pica y sacrificio. Ya desde la vertiente m¨¢s filos¨®fica, desmenuza el debate de fondo que esconde el terrorismo islamista y la respuesta occidental: las casi antag¨®nicas concepciones de libertad y de la relaci¨®n del individuo con su comunidad que se dan en un Occidente cada vez m¨¢s tecnificado y quiz¨¢ mesi¨¢nico y un sue?o de un islamismo radical que parece haberse impuesto tras unos movimientos de liberaci¨®n ¨¢rabes que transitaban por el antiimperialismo, la laicidad y posturas socializantes.
As¨ª, le llama especialmente la atenci¨®n que chicos que crecieron en pa¨ªses europeos fueran a combatir a Siria y se radicalizaran. "Sus padres no son fervientes religiosos: beben alcohol y no cumplen con todos los preceptos isl¨¢micos; en cambio, sus hijos est¨¢n muy radicalizados y ah¨ª juegan m¨¢s causas pol¨ªticas y sociales que religiosas; se ha constatado que en muchos j¨®venes que han regresado a Francia desde Siria sus conocimientos del Islam son precarios", asegura. Y en esa l¨ªnea, refuerza: "Hasta 2005, con la crisis de las banlieu, las protestas eran de car¨¢cter proletario y ya desde ah¨ª se les a?ade el atributo de car¨¢cter religioso, cuando no es as¨ª".
Justifica Scavino su atribuci¨®n de "primera guerra global" porque "hasta ahora, las guerras eran interestatales; hoy se declara la guerra a unas organizaciones que no son estatales: EE. UU. ataca cualquier territorio sin pedir permiso y sin declarar formalmente un conflicto que ahora, adem¨¢s, est¨¢ entre lo militar y lo policial porque los prisioneros no tienen estatuto de combatientes extranjeros, pero tampoco lo tienen de delincuentes; es un aut¨¦ntico limbo legal".
El autor tambi¨¦n analiza la imagen simb¨®lica de los drones, consecuencia de la obsesi¨®n norteamericana por reducir a cero las bajas propias, y la de los m¨¢rtires, como paradoja de los confusos tiempos presentes al provenir en buena parte de Occidente y ser hijos de inmigrantes formados en escuelas laicas. "El dron es otro ejemplo de limbo porque tampoco tiene estatuto b¨¦lico: es un arma que preserva al combatiente, lo que contrasta con los chalecos explosivos que usan los yihadistas, donde el combatiente es el arma". Y casi como un silogismo, llega al concepto de m¨¢rtir, tambi¨¦n mutante. "La vieja figura del h¨¦roe que muere por la patria, el viejo ca¨ªdo, ha sido sustituida por el de la v¨ªctima inocente que fallece en los atentados".
Scavino acab¨® su ensayo el verano pasado, a los pocos d¨ªas del atentado de Barcelona, que admite haber tocado "de manera tangencial" al final del libro y que le permite ratificar la tesis de que "contrariamente a la teor¨ªa de que quienes cometen esos atentados son agentes dormidos, se trata de personas cuyo paso de tiempo entre la conversi¨®n radical y su actuaci¨®n terrorista es muy corta, de apenas cuatro meses". ?Ni el potente sistema educativo franc¨¦s puede integrar, o, en su defecto, detectar o frenar esa radicalizaci¨®n juvenil? "Es que no es tanto un problema de la escuela como de la sociedad, la ca¨ªda de un modelo social que permit¨ªa esa integraci¨®n: la ca¨ªda del estado del bienestar, vaya", resume.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.