Por la municipalizaci¨®n del Estadio de Vallecas
El concejal Francisco P¨¦rez (Ahora Madrid) aboga porque el campo del Rayo Vallecano, propiedad de la Comunidad, pase a estar en manos municipales
El Estadio de Vallecas es propiedad de la Comunidad de Madrid, como consecuencia de circunstancias hist¨®ricas excepcionales. Tras la desaparici¨®n del Racing Club, una vez finalizada la guerra civil, sirvi¨® de campo de internamiento de republicanos. Este es el motivo de que el estadio fuera adscrito a la Jefatura Provincial del Movimiento y posteriormente a la Diputaci¨®n Provincial y a la Comunidad de Madrid. Es muy habitual la propiedad p¨²blica de los estadios de f¨²tbol; as¨ª, de los 42 equipos que integran la primera y la segunda divisi¨®n, 29 estadios son de titularidad p¨²blica, pero atenci¨®n, de estos solo el del Rayo y el del Osasuna son de titularidad auton¨®mica.
Los 27 restantes, que suponen el 64% del total, son de titularidad municipal. El caso de El Sadar, propiedad del Gobierno Foral, es muy singular, ya que el Osasuna representa al conjunto de la poblaci¨®n navarra y esta comunidad no cuenta con ning¨²n otro equipo en las m¨¢ximas categor¨ªas del f¨²tbol espa?ol. En este sentido, el caso del estadio vallecano es una anomal¨ªa, ya que siete equipos madrile?os forman parte de las m¨¢ximas categor¨ªas, distribuidos en cinco ciudades. Salvo el de Vallecas, los otros cuatro estadios p¨²blicos madrile?os son de titularidad municipal.
La cesi¨®n de estadios y otras instalaciones municipales a Sociedades An¨®nimas Deportivas supone un apoyo decisivo a su actividad a cambio de la promoci¨®n de la ciudad a trav¨¦s de un espect¨¢culo que concentra las mayores audiencias e impactos en los medios de comunicaci¨®n. La colaboraci¨®n p¨²blico privada a la hora de conservar, reformar y rehabilitar estadios ha obtenido magn¨ªficos resultados como evidencian los casos recientes de Anoeta, La Cer¨¢mica o Bala¨ªdos. Estos ejemplos se sit¨²an en las ant¨ªpodas de lo sucedido en los ¨²ltimos seis a?os con el estadio vallecano, su p¨¦simo estado de conservaci¨®n, los continuos retrasos en la ejecuci¨®n de las prescripciones de la ITE o la decisi¨®n de celebrar el primer partido de liga en un estadio en obras con el consiguiente riesgo para 15.000 personas. Es f¨¢cilmente comprensible la indignaci¨®n de la afici¨®n rayista.
En un contexto en el que la propiedad de los equipos de f¨²tbol es muy cambiante, la propiedad p¨²blica de estadios y ciudades deportivas es una forma de arraigar los equipos a su ciudad y, en el caso del Rayo Vallecano, a un barrio de Primera. Dicho de otra manera, es una forma de compartir la propiedad de un bien que no es solo mercantil, sino que es tambi¨¦n sentimental y estimulador la identidad local.
En la pr¨¢ctica, el contenido (la gesti¨®n deportiva y econ¨®mica) es privada y el continente (instalaciones y entorno social) p¨²blica. Si el estadio es de sus aficionados, esta propiedad se deber¨ªa ejercer a trav¨¦s del Ayuntamiento de Madrid y m¨¢s concretamente por medio de la Junta Municipal de Puente de Vallecas, en el marco de las competencias delegadas en materia deportiva por la Alcald¨ªa de Madrid. Propongo, por lo tanto, que cuando finalicen las obras, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital inicien negociaciones para la transmisi¨®n de la titularidad del Estadio de Vallecas a este ¨²ltimo. La medida facilitar¨ªa el control de las obligaciones del cesionario, la mejor ejecuci¨®n de las correspondientes al propietario y el control de ambos por la afici¨®n vallecana. Con valent¨ªa, coraje y nobleza.
Francisco P¨¦rez es concejal de Puente y Villa de Vallecas de Ahora Madrid.
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