M¨¢s urnas que tumbas en los funerales madrile?os

Los h¨¢bitos de los madrile?os cambian, y lo hacen tambi¨¦n en el sector funerario. Cada a?o aumentan las incineraciones. Mientras que la personalizaci¨®n de los ritos se abre paso con el paulatino incremento de las celebraciones laicas. La funeraria municipal de Madrid estudia este fen¨®meno y aporta datos significativos: "La incineraci¨®n ha pasado del 45% al 58% en ocho a?os. Es ya una tendencia", expresa Fernando S¨¢nchez, director de la empresa municipal de Servicios Funerarios.

En este sector conviven actores p¨²blicos y privados. Pero ambos reconocen el profundo giro cultural que se est¨¢ dando hacia la muerte y la vida. "Se impone el cuidado de los vivos a la atenci¨®n de a los muertos", resumen. La raz¨®n es sencilla. "La gente no quiere ver el fallecimiento como algo t¨¦trico", afirma S¨¢nchez, quien ve en la renovaci¨®n de la flota de coche de su empresa un ejemplo de ese fen¨®meno.

Hace un a?o, la direcci¨®n de la empresa, ahora municipalizada por el equipo de Manuela Carmena, decidi¨® dar el paso e incluir en su flota coches blancos. Aun as¨ª ten¨ªan dudas: "?De verdad nos vamos a atrever?", se preguntaron. Finalmente, decidieron que s¨ª, y "fue un ¨¦xito", cuenta S¨¢nchez. "A menudo est¨¢n todos fuera", explica el director de la funeraria, confirmando el inter¨¦s de los madrile?os por trasladar a sus queridos en estos veh¨ªculos.

La funeraria tiene seis coches blancos en un total de 27, y otros tres est¨¢n llegando. A ellos se suman dos Cadillac funerarias, "que suelen pedir personas de etnia gitana", comentan en la funeraria. Se trata de una novedad solo en parte. "Hace un siglo ya exist¨ªan carrozas blancas. Se usaban para trasladar a los ni?os", explican en la empresa p¨²blica. El blanco es un color com¨²n en los entierros en India o China, pero es algo inusual para los pa¨ªses cat¨®licos. En Madrid, donde se est¨¢ recuperando esa innovaci¨®n est¨¦tica, tambi¨¦n se dan cambios en cuanto a los tipos de sepulturas.

Crecen las incineraciones y los que piden tener las cenizas de sus difuntos, a veces en varias urnas, "por ejemplo una por cada hermano", comenta S¨¢nchez. Un reflejo de la irrupci¨®n de h¨¢bitos importados de Estados Unidos, pero tambi¨¦n de la mayor laxitud por parte de la Iglesia cat¨®lica hacia la cremaci¨®n, seg¨²n los operadores del sector.

Los datos confirman esta tendencia. En 2009, la empresa municipal, que trabaja m¨¢s de la mitad de los fallecimientos de la capital, realizaba un 45% de incineraciones en el total de sus actuaciones. El a?o pasado, esta cifra creci¨® hasta el 58%. Y en lo que va de a?o, las incineraciones ya alcanzan el 61% de todos sus servicios.

Juan Jos¨¦ L¨®pez Vivas, vicepresidente de la patronal de las funerarias (Panasef), se?ala que en ciudades como M¨¢laga las incineraciones copan el 80% de los funerales. Madrid sigue esta estela. "El sector ha dado un vuelco espectacular en los ¨²ltimos diez a?os", comenta L¨®pez Vivas. Y las funerarias se han convertido en compa?¨ªas de dimensiones considerables, "en contacto permanente con las familias y con plantillas de empresas de servicios: con personal sanitario, comercial, psicol¨®gico, etc.". Deben estar listos para atender todo tipo de petici¨®n: "Una vez celebramos un funeral con un concierto de Iron Maiden grabado en directo", recuerda L¨®pez Vivas.

La reducci¨®n de las ceremonias cat¨®licas es otro dato significativo. "Van disminuyendo las cat¨®licas, aunque siguen siendo muy mayoritarias, y van aumentando las no cat¨®licas", se?alan desde Panasef. "No tenemos claro cu¨¢l es el factor determinante, pero sabemos que est¨¢ influyendo el cambio de mentalidad, y en algunas ciudades que los cementerios est¨¢n m¨¢s saturados". Las incineraciones aumentan de media un 2% cada a?o, seg¨²n datos de Panasef, donde estiman que en 2025 superar¨¢n las inhumaciones a nivel nacional.

Las actividades desarrolladas en los cementerios representan otro cap¨ªtulo del sector. El a?o pasado la funeraria municipal lanz¨® el proyecto de rutas tur¨ªsticas, emulando lo que ocurre en Par¨ªs o Londres. "Las entradas se agotaron en 48 horas, como si fuera un concierto rock", bromean en la empresa. Este curso volver¨¢ a presentar esta iniciativa, que pretende seguir la ¨²ltima tendencia del sector, entregado sobre todo a celebrar la vida.