Los desahucios cercan a los vecinos del 166 de Doctor Trueta
Amalia, de 75 a?os, lleva 20 a?os viviendo en un piso peque?o junto al cementerio de Poblenou. Los nuevos due?os han decidido no renovar su contrato
La historia del n¨²mero 166 de la calle Doctor Trueta, en el Poblenou de Barcelona, no es nueva en una ciudad que soporta cada d¨ªa una decena de desahucios debido a la especulaci¨®n inmobiliaria. Este edificio viejo, al lado del cementerio, se destin¨® en su d¨ªa destinado a familias humildes. Esas familias son hoy un obst¨¢culo para los propietarios, que quieren convertir esos pisos en viviendas de lujo a unos metros de la playa.
Este jueves le ha llegado el turno a Amalia, de 75 a?os. Lleva 40 viviendo en Poblenou y 20 en el entresuelo del 166 de Doctor Trueta. Como el resto de vecinos, Amalia ten¨ªa un acuerdo con la propietaria del edificio por el que renovaban, cada cinco a?os, un contrato de alquiler que permit¨ªa a la mujer vivir all¨ª a cambio de poco m¨¢s de 500 euros al mes. El ¨²ltimo de esos contratos expir¨® en febrero.
Amalia cobra una peque?a pensi¨®n y, gracias a una ayuda del Consistorio, abonaba regularmente la mensualidad. Despu¨¦s de 20 a?os, pensaba que acabar¨ªa sus d¨ªas en este piso. Pero la historia del 166 de Doctor Trueta le ten¨ªa reservado un giro. La propietaria del edificio falleci¨® y los herederos ten¨ªan otros planes que no pasaban por mantener a Amalia en el piso. Ni a ella ni al resto de inquilinos al que se les acaba el contrato de alquiler los pr¨®ximos meses.
Pocas semanas antes de que expirase el contrato, lleg¨® un burofax al entresuelo de Amalia. Los nuevos propietarios le comunicaban que no renovaban el contrato de alquiler a la anciana, que vive sola. Amalia no pod¨ªa hacer nada ya que ni siquiera quer¨ªan que pagara. La quer¨ªan fuera del inmueble. Pero no se fue. Y los propietarios iniciaron la v¨ªa judicial.
Protesta vecinal
¡°Nunca pens¨¦ que tendr¨ªa que abandonar mi casa¡±, ha asegurado la ma?ana de este jueves, minutos antes de que llegara la comitiva judicial para desahuciarla. Amalia no ha estado sola. La han acompa?ado 70 vecinos convocados por la Comisi¨®n de Vivienda de Poblenou y de la plataforma Ens Plantem, concertados para intentar evitar el desahucio. Amalia tiene concedido un piso de alquiler social, pero la lista de espera es de m¨¢s de un a?o. Si se hac¨ªa efectivo el desahucio, Amalia se quedaba literalmente en la calle.
Isabel V¨¢zquez, de la plataforma Ens Plantem, ha asegurado en la calle que era una injusticia que Amelia fuera obligada a abandonar su casa: ¡°Es una mujer mayor que nunca se ha negado a pagar. No deber¨ªa irse del piso pero, si lo tiene que hacer, pedimos que la propiedad espere hasta que se le entregue un inmueble de alquiler social que ya tiene concedido¡±.
La comitiva judicial ha considerado que era imposible llevar a cabo el desahucio dada la cantidad de vecinos que hab¨ªa en la puerta. La historia del 166 de la calle Doctor Trueta todav¨ªa contin¨²a. Amalia seguir¨¢ viviendo, al menos, durante unas semanas en el modesto piso al lado del cementerio cuya mensualidad ha pagado durante dos d¨¦cadas. La nueva orden de desahucio llegar¨¢ en unos d¨ªas.?
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