Alerta en las carreteras por 45 desprendimientos en un d¨ªa
Los ge¨®logos advierten de que falta coordinaci¨®n entre la informaci¨®n que recopilan Ferrocarrils, Carreteras o las diputaciones
La prevenci¨®n se deber¨ªa anteponer a la reacci¨®n. Los ge¨®logos avisan de que no se respeta una f¨®rmula tan simple para detectar el riesgo de desprendimientos y aumentar la seguridad en las carreteras, expuestas tras los temporales de los ¨²ltimos d¨ªas. Hay precedentes de accidentes con consecuencias tr¨¢gicas por culpa del derrumbamiento de laderas, pero los protocolos apenas han variado. En medio de uno de los episodios de lluvias que en los ¨²ltimos d¨ªas han sacudido Catalu?a, Protecci¨®n Civil informaba de que, en un solo d¨ªa, se hab¨ªan registrado hasta 45 desprendimientos de roca y tierra en distintas carreteras.
El departamento de Territorio confirma la cifra y apunta que el dato solo recoge la afectaci¨®n registrada en aquellas carreteras que son titularidad de la Generalitat. Es decir, no contabiliza las incidencias que su produjeron en v¨ªas que son competencia del Estado o de la administraci¨®n local. Y son precisamente estas ¨²ltimas las que, a menudo, sufren m¨¢s afectaciones. Pere Bux¨®, t¨¦cnico del Instituto Geol¨®gico y Cartogr¨¢fico de Catalu?a, pone como ejemplo el caso de la carretera de Port del Comte (Solson¨¨s), bloqueada por un fuerte corrimiento de tierras.
¡°En verano ya detectamos el riesgo y le propusimos al Ayuntamiento medidas a adoptar¡±, se?ala. El consistorio, titular de la carretera, trat¨® de asegurar la zona, pero la violencia del desprendimiento ha arrasado con todo, hasta inhabilitar el principal acceso a la estaci¨®n de esqu¨ª, y todo ello cuando el inicio de la temporada de invierno est¨¢ a la vuelta de la esquina.
Las campanas tocan a muertos en el Pirineo
La muerte de un matrimonio que fue alcanzado por un desprendimiento de piedras y rocas en Castell de Mur, en el Pallars Juss¨¤, hace medio a?o, puso al descubierto el mal estado que presentan muchas carreteras de monta?a. Jordi Navarra es hijo del matrimonio fallecido y ostenta la alcald¨ªa de Sant Esteve de la Sarga, donde se integra una mancomunidad que agrupa a nueve pueblos m¨¢s el tur¨ªstico Congost de Montrebei. Con apenas un centenar de vecinos, el consistorio debe hacerse cargo de 40 kil¨®metros de carretera. Jordi Navarra cuenta que la gesti¨®n de una v¨ªa que presenta un "riesgo inminente" de desplome es un quebradero de cabeza y que, pese a que el ayuntamiento lo ha solicitado, ni la Diputaci¨®n ni la Generalitat quieren asumir competencias sobre el trazado. Desde hace unos meses, Sant Esteve de la Sarga lidera un movimiento de protesta, al que se han unido varios pueblos del Pirineo, consistente en hacer tocar las campanas de la iglesia para denunciar el abandono a que se ven sometidas las zonas rurales.
El Instituto Geol¨®gico y Cartogr¨¢fico es un ente p¨²blico que depende del departamento de Territorio. En su plantilla tiene a una docena de ge¨®logos expertos en el diagn¨®stico de riesgos. Una de sus funciones es movilizarse cuando un ayuntamiento o una diputaci¨®n detecta una situaci¨®n de amenaza potencial en alguna ladera. ¡°Nosotros realizamos el asesoramiento, pero lo que no vamos a hacer es financiar las obras que sean necesarias. El problema se lo queda quien sea el titular de la carretera¡±. Raro es que los gastos de unos trabajos de contrafuerte sean inferiores a los 50.000 euros, dicen los t¨¦cnicos.
La costosa financiaci¨®n supone un freno para las obras de refuerzo y los t¨¦cnicos apuntan que solo se agilizan las actuaciones en aquellos casos en que hay riesgo flagrante para las personas. ¡°Entre 2006 y 2008 hubo fuertes desprendimientos en Montserrat, la situaci¨®n caus¨® alarma en el monasterio y se tomaron medidas¡±, se?alan desde el Instituto Geol¨®gico. Se invirtieron ocho millones de euros. Casos parecidos han sucedido en n¨²cleos habitados como Castellfollit de la Roca (Garrotxa) o l¡¯Estartit (Baix Empord¨¤), y en puntos conflictivos que registran una alta frecuencia de paso. Es el caso del cremallera de N¨²ria o del t¨²nel de Tres Ponts, en el Alt Urgell, donde la Generalitat invierte 35 millones de euros. M¨¢s controversia genera el mantenimiento de la C-16, donde la ca¨ªda de una piedra de 40 kilos mat¨® este verano al conductor de un coche y caus¨® otros tres heridos, y de la C-17, donde se suceden los desprendimientos pese a que en 2016 una conductora de 29 a?os perdi¨® la vida en un accidente provocado por un bloque de piedra.
Ramon P¨¦rez es el presidente del Colegio de Ge¨®logos de Catalu?a. ¡°El riesgo cero no existe pero no nos podemos permitir esta situaci¨®n de inseguridad en las carreteras¡±, apunta. El Colegio impulsa un observatorio del georiesgo donde trata de radiografiar los puntos m¨¢s conflictivos del mapa catal¨¢n. ¡°No es solo una cuesti¨®n de dinero, falta coordinaci¨®n¡±, denuncia P¨¦rez. El Colegio echa en falta que haya una correcta gesti¨®n de la informaci¨®n que puedan recoger distintos actores: ¡°Ferrocarrils de la Generalitat, Carreteras, el Instituto Geol¨®gico o las diputaciones, cada uno recopila datos y hace sus diagn¨®sticos, pero no hay una coordinaci¨®n para compartir la informaci¨®n que se recoge¡±, lamenta el presidente de los ge¨®logos, que tilda de ¡°fundamental¡± un an¨¢lisis de la informaci¨®n para poder acometer medidas de prevenci¨®n. ¡°Si hoy se cae una piedra y vas y la quitas, y la semana que viene cae otra y haces lo mismo, esto no va a ninguna parte¡±, explica.
¡°Un desprendimiento no pasa de la noche a la ma?ana, y tampoco es cierto que sea solo culpa del agua¡±, ilustra Ramon P¨¦rez. ¡°Con informaci¨®n, los ge¨®logos tenemos conocimientos suficientes para hacer un diagn¨®stico. Podemos saber donde va a haber un desprendimiento, con lo que reducimos la incertidumbre sobre en qu¨¦ momento va a pasar¡±. En la misma l¨ªnea, reclama a las administraciones competentes que tomen decisiones para evitar m¨¢s disgustos: ¡°Lo que no se puede permitir es no hacer nada, hace falta actuar¡±.
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