Caballero declara la batalla del agua
Vigo solo tiene reservas para seis meses y ha recurrido al Gobierno de S¨¢nchez para afrontar otra posible alerta por sequ¨ªa
La escasez de lluvias que registra Galicia en los ¨²ltimos oto?os ha dejado patente que el agua ya no es un elemento inagotable y que los proyectos para combatir la sequ¨ªa son tambi¨¦n controvertidos. Pese a ser la ciudad m¨¢s poblada, Vigo es la que tiene menos reservas para dar suministro a m¨¢s de medio mill¨®n de habitantes de su metr¨®poli, y ya anuncia m¨¢s medidas para encarar posibles restricciones. Su alcalde, el socialista Abel Caballero, teme que se repita otro episodio de alerta grave como el de 2017 y reprocha que la Xunta de Galicia a¨²n no haya dado soluciones a las exiguas previsiones de su embalse, con capacidad para almacenar agua para solo seis meses.
Mientras otras grandes ciudades cuentan con m¨¢s recursos procedentes de los r¨ªos (caso de Ourense, Lugo y Pontevedra, o A Coru?a, con un trasvase), la situaci¨®n de Vigo est¨¢ enquistada en medio de unas deterioradas relaciones entre el gobierno local y el auton¨®mico. Un enfrentamiento que el alcalde justifica por ¡°la actitud negligente y la ausencia de voluntad pol¨ªtica¡± del presidente popular, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, y que le ha llevado a buscar aliados en el nuevo gabinete de Pedro S¨¢nchez.
Desde la Xunta han calificado la postura de Vigo como una ¡°guerra de guerrillas ejercida desde el gobierno municipal¡± y proponen que Caballero solicite la declaraci¨®n de inter¨¦s general para que a trav¨¦s de un decreto del Gobierno central pueda acceder a fondos estatales y europeos para acometer el trasvase urgente del r¨ªo Verdugo que reclama.
En su particular cruzada, Caballero ha logrado arrancar un compromiso de la ministra de Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera, para solucionar al fin el problema de suministro. ¡°Despu¨¦s de intentarlo con el anterior Gobierno de Rajoy, he encontrado un interlocutor con sentido com¨²n, abierto al di¨¢logo y dispuesto a dar respuestas a la ciudad con mayor poblaci¨®n y peso industrial de Galicia¡±, ha proclamado el alcalde.
Reuni¨®n este viernes
Caballero es consciente de que la alternativa que hasta ahora ha dado la Xunta para garantizar el abastecimiento en Vigo desat¨® una batalla por el agua con varios Ayuntamientos que se resisten a comprometer sus reservas de agua del r¨ªo Verdugo ante los evidentes s¨ªntomas del cambio clim¨¢tico. Pero el alcalde insiste en que este pol¨¦mico trasvase ¡°hay que acometerlo sin contemplaciones¡± mientras no se alcance una soluci¨®n definitiva. Un primer paso ser¨¢ la reuni¨®n que se celebrar¨¢ este viernes entre la Secretar¨ªa de Estado de Medio Ambiente, la Xunta y el Ayuntamiento de Vigo.
El Ayuntamiento de Pontecaldelas, un peque?o municipio del interior de 5.5000 habitantes, ya ha advertido que no ceder¨¢ a las demandas de Vigo para que se ejecute el trasvase, apelando a las graves repercusiones medioambientales de las obras y sin un estudio sobre su impacto. Su alcalde, el socialista Andr¨¦s D¨ªaz, ha buscado aliados en otros municipios gobernados por el PP que se abastecen de la misma cuenca hidrogr¨¢fica y ha amenazado con llevar a la Xunta a los tribunales si acomete el proyecto. ¡°La obra es una soluci¨®n hostil y u golpe de ocurrencia¡±, insiste D¨ªaz.
Su posici¨®n inamovible le ha costado a D¨ªaz el puesto como secretario de Organizaci¨®n en la ejecutiva provincial del PSOE por las presiones de Caballero. ¡°Aqu¨ª no importa lo que diga el alcalde de Pontecaldelas, importa lo que diga N¨²?ez Feij¨®o, lo malo es que el presidente no dice nada¡±, reprocha el regidor vigu¨¦s. "El agua es un bien de todos y la soluci¨®n es coyuntural, sin da?os medioambientales, incluso cabe la posibilidad de que nunca haga falta bombear agua, pero Vigo tiene que tener un plan de emergencia garantizado¡±.
Aunque los episodios de sequ¨ªa en las ciudades y el campo se remontan a 2007, cuando la Xunta comenz¨® a estudiar varios proyectos de trasvases hidrogr¨¢ficos, la situaci¨®n de m¨¢xima alerta se vivi¨® hace un a?o, coincidiendo con la oleada de incendios de octubre. Entonces las restricciones afectaron a las ciudades de las cuatro provincias gallegas donde la falta de agua por el agotamiento de pozos y manantiales lleg¨® a ser un problema de emergencia, sobre todo en el rural, que hubo que solucionar con camiones cisterna.
Mientras todo apunta a que Galicia enfila otro oto?o de sequ¨ªa, la Xunta ha dejado de hablar del trasvase urgente del Verdugo, quiz¨¢s para calmar las aguas en los municipios afectados, y pretende hacerlo del r¨ªo Mi?o, el proyecto de futuro que defender¨¢ la Conseller¨ªa de Medio Ambiente. Sin embargo fuentes de su departamento han insistido en que la captaci¨®n del Verdugo sigue su tramitaci¨®n ¡°porque el problema no se va a solucionar con unas cuantas borrascas y las obras definitivas tienen un largo plazo de ejecuci¨®n¡±.
Caballero dice que est¨¢ abierto al di¨¢logo pero se inclina por construir una nueva presa de cola a la actual de Eiras, porque la captaci¨®n del Mi?o es mucho m¨¢s costosa y la calidad del agua no est¨¢ garantizada. ¡°Vigo pagar¨¢ lo que sea necesario y yo buscar¨¦ una salida para mi ciudad, antes de terminar este mandato¡±, ha asegurado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.