¡°Es una forma de supervivencia. Yo escribo para no matar¡±

Leticia Conti Falcone, de 45 a?os, pone caf¨¦s a aspirantes a camioneros de mercanc¨ªas peligrosas y escribe novelas de cr¨ªmenes, sexo y venenos. Su gabinete es la mesa de su bar de barrio, De modestia... na, que ha convertido junto a Germ¨¢n, su pareja, en un centro cultural alternativo, en cuyo s¨®tano sirve almuerzos al mediod¨ªa y acoge por las noches actuaciones de roqueros medio amortajados. Desde este rinc¨®n en la plaza de la Ciudad de Salta (Ciudad Lineal), Conti escribi¨® ?ngela, la novela con la que qued¨® entre los diez finalistas de la ¨²ltima edici¨®n del Premio Planeta, 68?,?tras ser escogida entre las 650 obras que se presentaron.

?De verdad que escribe novelas aqu¨ª en el bar mientras sirve a los clientes?

S¨ª. Muchas veces estoy poniendo los caf¨¦s a los camioneros y de pronto les digo, ¡®esperar un momento que se me ha ocurrido una idea¡¯. La apunto en una libreta, o en una servilleta y sigo con los caf¨¦s. Aqu¨ª me inspiro, porque yo no puedo escribir en soledad. He tardado tres meses en escribir ?ngela, pero con much¨ªsimas interrupciones.

La vida de un bar de barrio es muy sacrificada.

Pues s¨ª. Yo abro todos los d¨ªas este bar a las siete de la ma?ana y estoy aqu¨ª hasta las cuatro y media y en ese ¨ªnterin escribo, atiendo, voy a comprar, planifico el d¨ªa siguiente... (y escribo)

Y el escribir es una v¨ªa de escape, ?no?

Para una persona como yo que tiene un bar, un trabajo de estr¨¦s, el escribir, te hagan finalista o no, publiques o no, es una forma de supervivencia. Yo escribo para no matar, que es una frase que suelo decir...

Pues ya tengo titular.

Pero es verdad. Si no tuviera la escritura no s¨¦ d¨®nde ir¨ªa a parar toda mi visceralidad, mi intensidad, toda esa cosa que tengo dentro. Yo imagino historias desde que tengo uso de raz¨®n como una forma de supervivencia. Y siempre que tengo un problema gordo me digo, ¡®Leti, a escribir¡¯. Porque es la manera de canalizar la ira, la felicidad. Cuando me llamaron del Planeta estaba tan desbordada de felicidad y alegr¨ªa que me puse a escribir para equilibrar.

?C¨®mo y cu¨¢ndo se enter¨® de que su novela hab¨ªa sido escogida como finalista?

Estaba haciendo la compra en el DIA para el bar, me llaman y me dicen que son del premio Planeta y que he quedado entre las diez finalistas. Casi me da algo. Les tuve que decir que me llamaran m¨¢s tarde.

Este bar es una especie de centro cultural

S¨ª, por necesidades personales de algo m¨¢s que un bar al uso, pero siempre fue un sitio de barrio aunque diferente. Se llama De Modestia... na?ironizando sobre el t¨®pico que tenemos los argentinos de egoc¨¦ntricos. Ahora tenemos De modestia...na TeaBre, un festival de teatro breve con compa?¨ªas de toda Espa?a, con 70 personas cada d¨ªa. Tambi¨¦n programamos jazz, tango, flamenco...

Muy argentino y en la plaza de Ciudad de Salta, nombre de una ciudad de Argentina

S¨ª, fue casualidad. Primero vi el bar y fue despu¨¦s cuando me enter¨¦ del nombre de la plaza. Fue rar¨ªsimo, porque a los pocos d¨ªas de abrir, vinieron de la Embajada de Argentina a ponerle unas flores a la escultura que hay en los jardines del general Mart¨ªn Miguel de G¨¹emes [un h¨¦roe de la independencia argentina con busto frente al bar].

Supongo que ahora es usted una celebridad en este barrio y en su pueblo de Argentina.

En el pueblo en el que me crie, Hip¨®lito Bouchard [C¨®rdoba, Argentina] que tiene apenas 1.700 habitantes, ha sido una revoluci¨®n. A pesar de que mucha gente, l¨®gicamente, no sepa lo que es el Premio Planeta. Es un lugar perdido en la pampa m¨¢s fea, pero para m¨ª es el mejor sitio del mundo.