Oto?o
Cada semana, una foto de alg¨²n rinc¨®n de Madrid
No siente usted el fr¨ªo de la tarde al caer? El oscuro reflejo de los ¨¢rboles desnudos marca las heladas del oto?o. Pero los muchachos de la barca lo desmienten en manga corta. Existe una perpetua enmienda de la juventud contra la climatolog¨ªa. Un desprecio al abrigo. Esa aparente disonancia pone en solfa la armon¨ªa de la imagen. El Retiro se recoge en espera del ocaso. Bajo las ramas pululan curiosos medio ocultos al borde del estanque. Tres franjas horizontales dibujan la atm¨®sfera del encuadre: agua, bosque y cielo. Apenas llega el borboteo del tr¨¢fico cercano. Todo encaja mientras se apaga la luz del d¨ªa. Lo m¨¢s audible de esta foto es lo que no se ve. Su efecto camuflaje. El parque cumple su funci¨®n como reino de los viandantes, patria de los ociosos, refugio de n¨¢ufragos en sus cotidianas ansiedades. Esos ¨¢rboles en negro se encargan de una perpetua regeneraci¨®n. Respiran por nosotros para bombear aire al cielo ocre. Procuran que la vida siga su curso, pese a nuestros desmanes.
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