El juez del 1-O dej¨® casi cerrado el caso, pero su muerte lo retrasar¨¢

La instrucci¨®n judicial de Juan Antonio Ram¨ªrez Sunyer sobre el refer¨¦ndum del 1-O estaba a punto de concluir. El juez de Barcelona, fallecido el pasado domingo, estaba pendiente de recibir un ¨²ltimo y definitivo informe de la Guardia Civil sobre la presunta malversaci¨®n de fondos p¨²blicos en la preparaci¨®n de la consulta independentista. Tambi¨¦n ten¨ªa que ordenar una ¨²ltima ronda de declaraciones antes de dar por cerrado el caso y enviar a juicio a buena parte de las 40 personas investigadas, explican fuentes judiciales a EL PA?S.

El fallecimiento de Ram¨ªrez Sunyer, que sufr¨ªa una grave enfermedad, tendr¨¢ como primera consecuencia un retraso en la tramitaci¨®n del proceso. La plaza que ocupaba como titular del juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 13 de Barcelona queda ahora vacante. Se abrir¨¢ entonces un concurso para que se presenten voluntarios a cubrirla. El proceso hasta que se nombre a un nuevo juez -en funci¨®n ¨²nicamente de los m¨¦ritos acumulados- puede prolongarse un m¨ªnimo de mes y medio.

El problema no es tanto el nombramiento como el hecho de que el nuevo juez tendr¨¢ que examinar a fondo una causa que ocupa m¨¢s de 17.600 folios divididos en 45 tomos. Despu¨¦s, tendr¨¢ que decidir seg¨²n su propio criterio. Fuentes judiciales subrayan, no obstante, que la causa est¨¢ tan avanzada que dif¨ªcilmente podr¨¢ producirse un giro radical en los planteamientos de Ram¨ªrez Sunyer. El nuevo magistrado s¨ª deber¨¢ decidir contra cu¨¢les de los 40 investigados abre juicio oral y a qui¨¦nes exculpa.

Debido a su enfermedad, Ram¨ªrez Sunyer ten¨ªa ya asignado un juez de refuerzo en comisi¨®n de servicios. Ese juez se encarga de otros asuntos que tramita el juzgado y, tambi¨¦n, de realizar los tr¨¢mites para que la causa del 1-O se mantenga viva. No est¨¢ habilitado, sin embargo, para tomar ninguna decisi¨®n de fondo, se?alan las mismas fuentes. El pasado verano, Ram¨ªrez Sunyer ya tuvo que coger la baja m¨¦dica.

Durante toda la instrucci¨®n, la actividad de la Guardia Civil -bajo las ¨®rdenes del juez- ha sido incesante. Una de las actuaciones m¨¢s relevantes se produjo el 20 de septiembre de 2017, a pocos d¨ªas de la celebraci¨®n del refer¨¦ndum. El magistrado orden¨® registros en sedes de la Generalitat en busca de indicios sobre la preparaci¨®n de la consulta. Uno de ellos, en el Departamento de Econom¨ªa, deriv¨® en una concentraci¨®n de protesta liderada por el presidente de ?mnium Cultural, Jordi Cuixart, y el expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi S¨¤nchez. Aquella actuaci¨®n les vali¨® a Cuixart y S¨¤nchez el ingreso en prisi¨®n y es uno de los elementos con los que el Tribunal Supremo justifica el procesamiento de los pol¨ªticos catalanes por rebeli¨®n, entre otros delitos.

La causa de Ram¨ªrez Sunyer comenz¨® a ra¨ªz de una denuncia presentada por el pol¨¦mico abogado y empresario Miguel Dur¨¢n contra el exsenador de Esquerra Republicana y exjuez Santiago Vidal. En conferencias p¨²blicas, Vidal dijo que el Gobierno de Carles Puigdemont estaba cometiendo supuestas ilegalidades para organizar el refer¨¦ndum. Lo que comenz¨® como una instrucci¨®n sobre un presunto delito de revelaci¨®n de secretos se fue ampliando con querellas de Vox y de la fiscal¨ªa hasta convertirse en una causa sobre el refer¨¦ndum.

Los indicios recabados por la Guardia Civil a las ¨®rdenes de Ram¨ªrez Sunyer -como las agendas Moleskine del exsecretario general de Econom¨ªa, Josep Maria Jov¨¦, o el documento Enfocats- constituyen buena parte de la base probatoria del Tribunal Supremo contra los pol¨ªticos independentistas, algunos de ellos en prisi¨®n provisional.

De talante discreto en lo profesional y en lo personal -muchos colegas desconoc¨ªan su enfermedad-, Ram¨ªrez Sunyer ha sido duramente criticado por las defensas de los investigados. En especial, por su posicionamiento sobre la investigaci¨®n del delito de rebeli¨®n. En lo que s¨ª coinciden las fuentes consultadas es en que el magistrado ha llevado a cabo la instrucci¨®n sin detenerse, con abundante instrucci¨®n de diligencias. Era habitual, por ejemplo, que tomase declaraci¨®n a testigos e investigados en la Ciudad de la Justicia por la tarde, un horario poco frecuente en los juzgados.