¡°Airbnb genera n¨®madas urbanos y vidas precarias¡±

"No es cierto que en Madrid no haya pisos vac¨ªos, mira este edificio¡±, dice Javier Gil (Madrid, 1985), se?alando hacia el antiguo Patio Maravillas, un edificio que fue centro social okupado y permanece vac¨ªo desde hace a?os en pleno centro de la capital. Su tesis, que entregar¨¢ en la UNED en los pr¨®ximos d¨ªas, indaga sobre el fen¨®meno Airbnb y c¨®mo transforma las ciudades.

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?C¨®mo surge Airbnb?

Es un caso vinculado a la crisis, pero a la vez genera un nuevo tipo de sujeto que est¨¢ impulsando el neoliberalismo: el prosumidor, donde eres a la vez productor y consumidor. Puedes alquilar tu casa y a la vez alojarte en casa de otro, o a lo mejor necesitas alquilarla para irte de vacaciones.

?Qu¨¦ novedad supone?

Airbnb tiene una forma especulativa, que quita viviendas en alquiler para ponerlas como uso tur¨ªstico. Lo novedoso es la gente que lo hace en su vivienda, y hay todo tipo de perfiles: anfitri¨®n espor¨¢dico pero tambi¨¦n cada vez hay m¨¢s gente precaria, que necesita rentar una habitaci¨®n para poder pagar el alquiler o la hipoteca. Cada vez hay m¨¢s mujeres divorciadas con hijos, o n¨®madas urbanos: personas que se van el fin de semana a casa de un familiar y alquilan la suya en Airbnb. He visto que lo hacen hasta familias con hijos peque?os o jubilados que no llegan a fin de mes. Esto genera vidas precarias.

?Es econom¨ªa colaborativa?

He analizado Airbnb en m¨¢s de 20 ciudades y no se puede hablar de econom¨ªa colaborativa, son mercados especulativos. Madrid es de los mercados donde m¨¢s se da este proceso, en un contexto de burbuja inmobiliaria donde muchos barrios viven intensos procesos de gentrificaci¨®n. En la ciudad hay un anfitri¨®n que controla m¨¢s de 200 pisos. Y eso en un contexto de crisis de vivienda. Airbnb se legitima con discursos de econom¨ªa colaborativa, pero genera econom¨ªas del simulacro: es econom¨ªa especulativa pero vende lo afectivo, compartir, las relaciones sociales.

?Por qu¨¦?

El objetivo es invisibilizar la relaci¨®n mercantil que hay detr¨¢s. Es insostenible que llegues a casa de trabajar y tengas que compartir espacio con desconocidos que cambian cada cinco d¨ªas. Los anfitriones suelen tener poca relaci¨®n con los hu¨¦spedes. La publicidad dice que est¨¢n generando relaciones humanas, pero detr¨¢s no hay m¨¢s que inter¨¦s econ¨®mico. Son econom¨ªas que se basan en la precariedad de las personas, el anfitri¨®n que tiene que alquilar una habitaci¨®n para llegar a fin de mes, y el turista que no se puede permitir un hotel.

?Se puede frenar?

S¨ª, si solo se pueden alquilar pisos que sean primera residencia y de manera controlada, porque eso s¨ª es econom¨ªa colaborativa. Aunque tambi¨¦n se puede pervertir: veremos gente que alquile un piso de cuatro habitaciones y que alquile tres en Airbnb.

?C¨®mo es aqu¨ª Airbnb?

En ninguna ciudad de las m¨¢s de 20 que he estudiado hay tanta concentraci¨®n de oferta de Airbnb en un solo distrito como en el distrito de Centro de Madrid. Se ha ido de las manos, es insostenible. M¨¢s de un 50% de la oferta en la ciudad est¨¢ en este distrito. Y en algunos barrios, los pisos en Airbnb son ya el 25% del total. Los turistas suelen tener m¨¢s nivel adquisitivo y cambian los barrios.

?C¨®mo opera este proceso?

De manera masiva. No renuevan el contrato a una persona y el piso aparece en la plataforma. Ese es el principal foco de tensi¨®n, es un proceso muy r¨¢pido y muy invisible, cuando te das cuenta ya es tarde. El plan del Ayuntamiento los va a prohibir en el centro, pero los va a permitir en la periferia, y eso es muy peligroso.

?Qu¨¦ culpa tiene la plataforma en la burbuja de alquiler?

No es la causa, pero la dinamiza y la acelera. Espa?a es de los pa¨ªses de Europa con m¨¢s vivienda vac¨ªa por habitante. Pero la burbuja funciona a trav¨¦s de la expectativa: cuanto m¨¢s suben los precios, m¨¢s esperas que sigan subiendo. Airbnb acelera las expectativas de revalorizaci¨®n.