Los grafitis y el vandalismo afectan a dos millones de usuarios de Renfe

Retrasos, cancelaciones y vagones atestados de pasaje debido a la obligada supresi¨®n de vagones son las principales consecuencias que, seg¨²n Renfe, causan los grafitis en su red de Rodalies. Las pintadas han crecido un 25% en un a?o y, seg¨²n los c¨¢lculos de la operadora p¨²blica, el n¨²mero de usuarios de la red ferroviaria de corta distancia perjudicados alcanza los dos millones. Los gastos para reparar sus efectos se disparar¨¢n este a?o un 20%, en torno a los diez millones de euros. Pero hay otras partidas que se tienen que sufragar, como la habilitaci¨®n de transporte alternativo.

El pasado mi¨¦rcoles al amanecer, en el and¨¦n de la estaci¨®n de Cervera, un tren se dispon¨ªa a cubrir el trayecto hasta Lleida. Una pintada en la parte frontal de la locomotora oblig¨® a abortar el viaje. El maquinista alegaba que no pod¨ªa ver bien la v¨ªa y, por motivos de seguridad, la ruta qued¨® cancelada. Los 68 pasajeros que pretend¨ªan montarse en el convoy fueron derivados hacia un transporte alternativo por carretera. En la pintada se lee ¡°Dote¡±, ¡°Pompa¡± y ¡°ACV¡±, tres motes en chillona tinta blanca. El gasto generado por las tres firmas: 5.000 euros.

Renfe avisa que, lejos de tenerlos bajo control, los grafiteros cada vez son m¨¢s activos. Los inconvenientes crecen. Rodalies suma 117 millones de viajeros al a?o en Catalu?a. La compa?¨ªa cifra en dos millones los usuarios de la red que este a?o habr¨¢n sufrido fastidios por culpa del incivismo. El a?o pasado las pintadas obligaron a Renfe a afrontar un gasto de 6,7 millones de euros. Cerr¨® 2017 con casi 6.000 grafitis en sus trenes, m¨¢s de 85.000 metros cuadrados de pintura. En el inventario m¨¢s reciente hecho por la compa?¨ªa, el pasado verano, descubri¨® que durante el primer semestre de este a?o ya se contabilizaban m¨¢s de 57.000 metros cuadrados de pintadas, con lo que Renfe tiene asumido que la factura por limpieza de vagones se va a disparar este ejercicio.

No solo el borrado de los grafitis genera gasto, la compa?¨ªa tambi¨¦n debe asumir la factura por la movilizaci¨®n de un transporte alternativo cuando el tren queda inhabilitado. ¡°Si el frontal est¨¢ pintado, el tren no circula. Es por seguridad¡±, informa un portavoz de Renfe. Hay que activar otro convoy, o habilitar un autob¨²s, para poder transportar al pasaje que se ha quedado colgado. Los trenes grafiteados son enviados a los talleres de Renfe para ser higienizados. Tienen prioridad aquellos en los que la pintada tizna las ventanas, ya que se considera que un vag¨®n opaco incomoda al viajero. Pero hay cola para coger turno en mantenimiento.

El maquinista, el interventor, o cualquier miembro de la plantilla de la compa?¨ªa debe avisar al centro de mando, ubicado en la Estaci¨®n de Francia, cuando advierte una pintada en un vag¨®n. No es raro que al centro de mando lleguen repetidos avisos de una pintada en una unidad, ya que el personal va rotando mientras el garabato permanece. Cuantos m¨¢s d¨ªas pasa expuesta al sol, la pintura m¨¢s se solidifica y m¨¢s costosa es la tarea de borrado. La evoluci¨®n t¨¦cnica de los grafiteros tampoco lo pone f¨¢cil.

¡°Lo ¨²ltimo es cubrir con pintura acr¨ªlica el fondo para, luego, poder hacer el grafiti encima¡±, cuentan desde Renfe. La compa?¨ªa no facilita datos sobre cuanto tiempo, de media, tiene a un tren inhabilitado por cada borrado de grafitis.

Estaciones dormitorio

Escasas estaciones est¨¢n a salvo del ataque de los pintores. Esta semana, a las pocas horas de que un manch¨®n inhabilitara el tren en Cervera, un grafiti de 52 metros aparec¨ªa sobre el lomo de un tren en la remota estaci¨®n de la Plana-Picamoixons, en la comarca del Alt Camp. En puntos de mucho tr¨¢fico, como Sants o plaza Catalu?a, los grafiteros lo tienen m¨¢s complicado porque la pausa que hacen los trenes es corta, pero en aquellas estaciones donde los trenes ¡°duermen¡±, los asaltos con aerosoles son constantes. Es el caso de estaciones, por citar solo algunas, como M¨®ra la Nova, Montcada bifurcaci¨®, L'Hospitalet de Llobregat, Vilanova i la Geltr¨², Granollers o Blanes.

Renfe descarta que incrementar el personal de seguridad sea la soluci¨®n al problema del vandalismo ferroviario, que, a parte de las pintadas, engloba el atropello de objetos que han sido colocados deliberadamente en la v¨ªa, el vaciado de extintores, la rotura de cristales, el uso indebido de alarmas y el destrozo de mobiliario. La compa?¨ªa dice tener en n¨®mina a 550 personas que cumplen tareas de vigilancia en sus instalaciones. ¡°La competencia de seguridad ciudadana no corresponde a Renfe pero la empresa invierte 13,8 millones de euros en seguridad al a?o en Catalu?a¡±, expone la empresa.