Albert Guardia: ¡°Esta ciudad vive un empuje musical tremendo¡±
El bater¨ªa de Nueva Vulcano es creador del sello discogr¨¢fico La Castanya
Albert Guardia Torrents, 35 a?os (Castellar del Vall¨¨s, 1983) es el bater¨ªa de la banda Nueva Vulcano, aunque hace tiempo que se pas¨® tambi¨¦n a la otra trinchera musical: su sello discogr¨¢fico, La Castanya, acaba de cumplir 10 a?os con una oficina en Madrid y otra en Barcelona, y un mont¨®n de bandas en su repertorio, algunas de renombre internacional, y todas con un poso underground. Muchas tocaron en el concierto de aniversario del fin de semana pasado en el Teatro Barcel¨®.
?C¨®mo se compagina ser bater¨ªa de un grupo que no para de dar de bolos, con dirigir un sello discogr¨¢fico?Lo llevo a medias con mi hermano Joan, que no est¨¢ en el grupo. As¨ª que me cubre bastante. Pero La Castanya siempre ha estado muy ligado a Nueva Vulcano. La montamos de una forma circunstancial, para editarnos un disco en vinilo a nosotros mismos, cuando los vinilos se daban por muertos.
Sello sin fronteras
Llevan bandas que frecuentan el hardcore, el shoegaze, el punk, el rock subterr¨¢neo o cualquier estilo sin pretensiones de llegar al p¨²blico masivo. Pero los responsables de La Castanya han ampliado a Madrid y m¨¢s all¨¢: uno de sus hitos es representar a The Van Pelt, banda referente del underground neoyorquino.
Debi¨® salir muy bien, si luego represent¨® a otras bandas. No fue tanto que saliera bien, como que con Nueva Vulcano ya hab¨ªamos conectado, en Barcelona, con mucha gente del sector: distribuidores, promotores, otras bandas...
Un grupo muy sociable.
No es eso, es que hasta hace no mucho, en Barcelona las cosas funcionaban de otra forma. Las bandas nos edit¨¢bamos nuestros propios discos y nos busc¨¢bamos nuestros conciertos. Por eso todos nos conocemos. En Madrid era distinto: lo normal era tener un sello detr¨¢s. Me llamaba la atenci¨®n que, cada vez que ven¨ªamos a tocar a la capital, muchos ven¨ªan despu¨¦s a ofrecer ser nuestro m¨¢nager. A nosotros, eso del m¨¢nager nos parec¨ªa algo muy lejano.
La Castanya ha cumplido 10 a?os, con una segunda oficina. Y eso que empez¨® en plena crisis.
Tal vez fue un poco inconsciente, porque la industria no estaba para aventuras. Pero mi hermano y yo no lo planteamos como un negocio. Ten¨ªamos contacto con bandas muy buenas, en Barcelona hab¨ªa una escena underground que nos molaba, y quer¨ªamos ense?arla. El espaldarazo fue cuando la discogr¨¢fica Matador nos dio la licencia para llevar a Ted Leo en Espa?a. Con eso logramos que las distribuidoras se fijaran en nuestro cat¨¢logo. Como The Orchard, una de las distribuidoras digitales m¨¢s importantes del mundo. Porque ahora la industria est¨¢ en Internet.
?Ya solo se venden discos en los conciertos?Pues pr¨¢cticamente, s¨ª. Mucho m¨¢s que en tiendas. Pero el grupo debe saber vender esos discos. Lo tienen que anunciar en el micro, y algunos incluso se ponen a venderlos luego a la salida, y charlan con su p¨²blico. Eso funciona muy bien.
En el sello Subterfuge me dijeron que las bandas tambi¨¦n deben ser activas en las redes. El m¨²sico, hoy, debe hacer muchas m¨¢s cosas, aparte de m¨²sica.La m¨²sica se vende de muchas maneras. El contacto con tus seguidores siempre ha sido fundamental. Si eres m¨²sico, fichar por un sello no es desentenderte de todo. Dicho esto: en La Castanya eso no es un motivo para apostar por una banda. Seguimos primando el talento y las buenas canciones.
La nueva oficina lleva en Madrid cuatro a?os. ?Hay diferencia entre el panorama musical que existe en Madrid y el de Barcelona?
Antes la hab¨ªa. Pero en los ¨²ltimos a?os, Madrid ha dado un empuj¨®n incre¨ªble. Hay much¨ªsimas propuestas y este Ayuntamiento subvenciona muchos conciertos, de quienes est¨¢n empezando y de artistas extranjeros. Sigo viendo una diferencia: en Barcelona, los due?os de las salas de conciertos siguen siendo mel¨®manos antes que empresarios.
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