Cient¨ªficos que emigran a Madrid (a pesar de todo)
La regi¨®n trata de compensar la fuga de investigadores locales contratando con ayudas p¨²blicas a mentes brillantes de fuera. El problema reside en c¨®mo retenerlos en un sector ultracompetitivo
El polaco Krzysztof Wabnik y el canadiense Mark Wilkinson no pasan desapercibidos cuando van hablando en ingl¨¦s por los pasillos del Centro de Biotecnolog¨ªa y Gen¨®mica de Planta (CBGP). ¡°Ah¨ª van los extranjeros¡± dec¨ªa el pasado mi¨¦rcoles con tono animado alguien que los reconoci¨® en la entrada del CBGP al o¨ªr la lengua inglesa.
Los dos son bi¨®logos fichados recientemente con ayudas p¨²blicas por la Universidad Polit¨¦cnica para elevar el nivel de este centro de excelencia en Pozuelo de Alarc¨®n, uno de los 25 con ese distintivo de ¨¦lite cient¨ªfica en Espa?a. Los extranjeros son pocos incluso en esta joya investigadora nacional que aspira a competir con la ¨¦lite mundial. En el CBGP son un 12% de los 130 investigadores en plantilla, seg¨²n su director Antonio Molina.
Para un pa¨ªs como Espa?a, sometido a una fuga constante de cient¨ªficos y con la investigaci¨®n como una asignatura pendiente, puede resultar chocante que se empleen fondos p¨²blicos en fichar talento extranjero. Sin embargo, esa es la base de la excelencia, para la que no hay fronteras.
Wabnik, de 36 a?os lleg¨® a Madrid hace seis meses despu¨¦s de trabajar en Estados Unidos, Austria y B¨¦lgica. Dice que es el ambiente cient¨ªfico menos cosmopolita que ha conocido desde que sali¨® de Polonia buscando oportunidades hace 11 a?os, pero destaca que le hicieron una oferta que no pod¨ªa rechazar. ¡°Teniendo en cuenta la realidad espa?ola he conseguido un gran contrato¡±, admite durante un paseo por las modernas instalaciones del CBGP, dotadas de invernaderos, laboratorios y salas de computadoras.
Su proyecto de unos 600.000 euros, con marco de evaluaci¨®n en cuatro a?os, es financiado por la Comunidad de Madrid y la Polit¨¦cnica. Usa modelos inform¨¢ticos para predecir el crecimiento de las plantas lo que har¨ªa m¨¢s eficiente la producci¨®n agr¨ªcola. Molina dice que la Polit¨¦cnica ha hecho una apuesta fuerte por Wabnik y Wilkinson, que se incorpor¨® hace seis a?os, porque se dedican a la biolog¨ªa computacional, un campos de esta ciencia con un futuro prometedor.
Molina cree que en Madrid se ha producido un cambio de mentalidad que le hace ser optimista sobre el futuro de la ciencia en la regi¨®n y Espa?a: "La ¨²nica manera de competir es atrayendo al mejor talento. Eso el gobierno regional lo tiene ahora clar¨ªsimo".
Es un fen¨®meno limitado a "islas de excelencia", que sobresalen en un oc¨¦ano de retraso y endogamia:?un n¨²mero creciente de cient¨ªficos extranjeros est¨¢ encontrando oportunidades en Madrid como parte de nuevos esfuerzos de administraciones y universidades por dinamizar el mercado cient¨ªfico espa?ol.?
A pesar de que los salarios y recursos son muy inferiores a los de Alemania, Reino Unido o Estados Unidos, en la ¨²ltima d¨¦cada han surgido nuevos programas para captar talento que buscan suplir esas carencias con dinero p¨²blico.
Ejemplos de ello son las nuevas ayudas Beatriz Galindo del Gobierno central, con una cuant¨ªa m¨ªnima de 90.000 euros anuales o las ayudas a la atracci¨®n de talento investigador en el extranjero lanzadas por la Comunidad de Madrid en 2016, con una dotaci¨®n de hasta 55.000 euros para el salario m¨¢s una bolsa de investigaci¨®n de 200.000 euros para cada proyecto. Esta ¨²ltima es una de las que gan¨® Wabnik tras un proceso competitivo al que se postul¨® desde San Diego, EE UU, animado por el CBGP.
Son subvenciones codiciadas por las universidades madrile?as porque les permiten suplementar sus limitados fondos para contratar a cient¨ªficos de renombre con los que negocian altos salarios. Esas mismas ayudas est¨¢n sirviendo para que retornen investigadores espa?oles emigrados. En las dos primeras convocatorias de las ayudas regionales fueron reclutados 109 espa?oles y 29 extranjeros.
La llegada a Espa?a de cient¨ªficos extranjeros es una se?al de que la ciencia se ha globalizado. La migraci¨®n de cient¨ªficos ha transformado los centros de investigaci¨®n de todo el mundo que hasta los ¡¯80 eran esencialmente copados por nacionales, seg¨²n un estudio de la revista Nature. En ese nuevo contexto los pa¨ªses con los sistemas de investigaci¨®n m¨¢s avanzados y dotados de recursos ser¨¢n los que sobresalgan.
No existen cifras de cu¨¢ntos llegan pero el Gobierno central dice que pretende contarlos como parte de sus esfuerzos de diplomacia cient¨ªfica. Probablemente las entradas no compensan las salidas, seg¨²n las fuentes consultadas. A pesar de los fichajes de promesas y estrellas, muchos cient¨ªficos extranjeros se instalan en Madrid por motivos personales como tener pareja espa?ola.
¡°El principal indicador de lo poco atractivo que es hacer ciencia en Espa?a no es la fuga. Es el escaso n¨²mero de investigadores de fuera¡±, dice Eduardo Oliver, secretario general de Raicex, la red que engloba a 15 asociaciones de cient¨ªficos espa?oles en el extranjero. Oliver, que trabaj¨® en el Imperial College londinense pone el ejemplo de Reino Unido, donde 27,3% del personal acad¨¦mico es inmigrante.?En la universidad espa?ola el n¨²mero de profesores extranjeros es mucho m¨¢s reducido, con una media del 2,4%.?Otros pa¨ªses europeos tienen m¨¢s diversidad acad¨¦mica, como Suiza (43%), Suecia (13,5%) o incluso Portugal (3,5%).
La rigidez de la universidad cierra las puertas a los extranjeros seg¨²n los expertos, pero la creaci¨®n en 2007 de los Institutos Madrile?os de Estudios Avanzados (IMDEA) ha facilitado la llegada de muchos investigadores for¨¢neos. Estos organismos fueron creados por la Comunidad de Madrid dentro de sus competencias y son equivalentes a la red estatal del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC).
Aproximadamente un 50% de los 700 investigadores en los siete institutos IMDEA son de origen extranjero, seg¨²n Jos¨¦ Manuel Torralba, director general de Universidades de la Comunidad. ¡°Los IMDEA tienen la ventaja de ser m¨¢s din¨¢micos a la hora de contratar que las universidades¡±, destaca Torralba. La incorporaci¨®n es m¨¢s r¨¢pida porque las homologaciones no son un obst¨¢culo, explica. En el CSIC, que tiene 39 de sus 120 institutos o centros en Madrid, los extranjeros son 713 de aproximadamente 11.000 empleados, un 6% de la plantilla.
Hasta hace dos d¨¦cadas los cient¨ªficos de fuera sol¨ªan llegar con esfuerzos aislados de parte de las universidades o centros CSIC. El primer gran impulso de las administraciones data de 2001 cuando nace el programa estatal Ram¨®n y Cajal para que las universidades pudieran cofinanciar el salario con una cuant¨ªa de 38.000 euros anuales. A nivel regional, la Generalitat de Catalu?a lider¨® por esos mismos a?os los esfuerzos para atraer talento del extranjero.
Liderazgo catal¨¢n
El Gobierno catal¨¢n destaca el ¨¦xito de su propia red de 40 centros, la??CERCA, y lanzada en 2005, as¨ª como su pionera iniciativa para contratar catedr¨¢ticos de fuera de la regi¨®n, puesta en marcha en 2001 por la fundaci¨®n ICREA, la Instituci¨®n Catalana de Investigaci¨®n y Estudios Avanzados.
A diferencia de las ayudas en Madrid, ICREA garantiza a los investigadores de ¨¦lite un puesto permanente en las universidades y centros catalanes. La fundaci¨®n fue ideada por el exconsejero de Econom¨ªa Andreu Mas-Colell para sortear las dificultades para contratar personal que presenta el sistema universitario.
¡°No puedo decirle a una persona que estoy rob¨¢ndole a Oxford que me traiga el t¨ªtulo compulsado¡±, dice Antonio Huertas, director de ICREA. Desde su creaci¨®n, han sido contratados gracias a ICREA 254 profesores de universidad que se encontraban fuera de Catalu?a. ICREA es visto hoy como clave para el reconocimiento que ha ganado Catalu?a entre la comunidad cient¨ªfica internacional.
El ¨¦xito catal¨¢n es patente en los concursos de becas del European Research Council (ERC),?el gran Dorado que todo cient¨ªfico europeo quiere explotar. Creado en 2007 por la Uni¨®n Europea como el primer ¨®rgano paneuropeo de financiaci¨®n a la ciencia, su presupuesto en 2017 ascend¨ªa a 1.800 millones de euros. Los centros catalanes han ganado 221 de las 462 becas europeas obtenidas por Espa?a desde la creaci¨®n del ERC hasta julio de este a?o (Madrid ha recibido 141), seg¨²n el ERC.?
Con el fin de incorporar con plaza fija a profesores de alto nivel a la universidad, Madrid prepara un nuevo programa llamado Echegaray que seg¨²n la Comunidad podr¨ªa estar resuelto a finales de a?o.
La ventaja catalana se ha producido a pesar de que a?o tras a?o la regi¨®n de Madrid ha recibido m¨¢s inversi¨®n en porcentaje de su PIB que Catalu?a, seg¨²n los datos del INE. Esta aparente discrepancia se deber¨ªa a que buena parte de la inversi¨®n en Madrid, sede de numerosas multinacionales, tiene origen y destino en las empresas, seg¨²n Aleix Pons, director de econom¨ªa de la Fundaci¨®n Cotec. "Hay un v¨ªnculo entre el sector privado y la unversidad pero deber¨ªa ser mayor", valora Pons.
Como el f¨²tbol
A pesar del retraso, la idea de que los mejores cient¨ªficos son una buena inversi¨®n ha calado tambi¨¦n en Madrid. Para competir por los mejores algunas universidades anuncian plazas en las grandes revistas cient¨ªficas, como Nature o Science. Es una publicidad cara pero considerada ¨²til que han usado entre otros la Universidad Carlos III o la Polit¨¦cnica.
Los candidatos son seleccionados por comit¨¦s de expertos externos y el elegido puede negociar el salario. ¡°Los mejores investigadores est¨¢n atentos a esas ofertas¡±, dice Molina, el director del CBGP. ¡°Traer talento te permite ser competitivo en las convocatorias europeas que es donde realmente est¨¢ el dinero¡±.
Un ejemplo de inversi¨®n rentable es Juan Jos¨¦ Vilatela, mexicano de 36 a?os que trabaja en IMDEA Materiales. Hace dos a?os gan¨® una Starting Grant de la Uni¨®n Europea por valor de 1,5 millones de euros para investigar c¨®mo los materiales pueden aprovechar energ¨ªas del entorno, como por ejemplo que un avi¨®n se nutra de energ¨ªa solar. Con esos fondos ha contratado a cient¨ªficos de fuera, entre ellos espa?oles que investigaban en Alemania. ¡°Creo que los centros IMDEA son semillas que han florecido bastante bien¡±, dice Vilatela.
El problema reside en c¨®mo retener a ese talento en un mercado ultracompetitivo. Los programas de atracci¨®n de las administraciones son ¡°pan para hoy y hambre para ma?ana¡±, seg¨²n Oliver, el cient¨ªfico retornado que dirige Raicex. ¡°Tal y como los traes a los dos o tres a?os se acaban yendo¡±, dice Oliver.
¡°En la ciencia tienes Champions League y ligas menores¡±, dice Torralba, el director de universidades madrile?o. Madrid, campeona europea en f¨²tbol, compite en la segunda divisi¨®n cient¨ªfica, seg¨²n una opini¨®n generalizada. Algunos de los mejores cient¨ªficos en los centros madrile?os han sido contratados por centros europeos que les ofrecen mejores sueldos y proyectos, se?ala Torralba.
Los centros de primer nivel tienen equipos de captaci¨®n dedicados a contratar a los mejores. Cuando el European Research Council anuncia sus jugosas ayudas financieras para proyectos cient¨ªficos, al d¨ªa siguiente esos equipos de cazatalentos se lanzan a hacer ofertas a los agraciados. ¡°Fuera de Espa?a hay una liga que no tiene techos de gasto ni l¨ªmites legales para la contrataci¨®n de personal en la universidad¡±, afirma Torralba.
Algunos cient¨ªficos extranjeros en Madrid dicen que a pesar de las limitaciones su carrera ha prosperado tras instalarse en la capital espa?ola.
La italiana Giovanna Roncador, jefa de grupo en el Centro Nacional de Investigaci¨®n Oncol¨®gica (CNIO) dice que su centro le ha permitido desarrollarse como cient¨ªfica desde que lleg¨® de Oxford hace 18 a?os. En el CNIO un 17% del personal cient¨ªfico son extranjeros. Ella es presidenta fundadora de una red de 11 laboratorios especializados en el campo de la inmunolog¨ªa del c¨¢ncer.?
Dice que en Italia la fuga de cerebros es a¨²n mayor y advierte contra el pesimismo excesivo: ¡°Los espa?oles no se lo creen pero algunos centros de investigaci¨®n no tienen nada que envidiar a los mejores en el extranjero¡±.
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