El constructor que desafi¨® a la burgues¨ªa procedente del sector textil
N¨²?ez utiliz¨® su ¨¦xito empresarial para hacerse con la presidencia del FC Barcelona
El constructor Josep Llu¨ªs N¨²?ez Clemente (Baracaldo, 1931) ha fallecido este lunes a la edad de 87 a?os en Barcelona y tras semanas ingresado en un hospital, seg¨²n? han confirmado fuentes del F¨²tbol Club Barcelona. Cofundador de la constructora y promotora N¨²?ez y Navarro, se convirti¨® en el presidente m¨¢s longevo de la historia del Bar?a.
N¨²?ez resid¨ªa en la capital catalana desde 1938, donde recal¨® siguiendo los pasos de su padre, un agente de aduanas destinado previamente a Portbou (Girona). Fue uno de esos empresarios hechos a s¨ª mismos ¨Caseguraba que su primera peseta la gan¨® intercambiando cromos con personas que ten¨ªan m¨¢s recursos que ¨¦l¨C, ajeno a los cen¨¢culos de la burgues¨ªa catalana en los que intent¨®, sin ¨¦xito, ingresar. Ser presidente y copropietario de la principal constructora y promotora inmobiliaria de Barcelona no le permiti¨® abrir las puertas de un restringido grupo de grandes apellidos surgidos de la industria tradicional catalana, sobre todo el textil, que controlaban la denominada sociedad civil catalana.
Trabajador desde adolescente, se convirti¨® en agente de seguros a los 21 a?os. Pero el salto en su carrera lo dio de la mano de su suegro, Francisco Navarro, con quien constituy¨® Navarro y N¨²?ez, a la que cambi¨® el orden de los apellidos una vez que tom¨® su control. Aquella compa?¨ªa creci¨® con facilidad en la ¨¦poca del desarrollismo barcelon¨¦s y se convirti¨® en popular por su predilecci¨®n por las promociones de pisos con balc¨®n en los chaflanes de Barcelona. Por cada promoci¨®n o por cada nuevo aparcamiento se creaba una nueva sociedad, lo que acab¨® convirtiendo el grupo familiar en un enjambre societario con hasta cien sociedades. Hoy su patrimonio est¨¢ valorado por encima de los 1.000 millones de euros y los N¨²?ez cuentan con otras empresas patrimoniales donde acumulan riqueza.
Como el final de la carrera del constructor, el auge de N¨²?ez i Navarro no estuvo exento de pol¨¦micas. El empresario no tuvo problemas en echar abajo el Palau Trinxet, palacete protegido dise?ado por Josep Puig Cadafalch, para construir uno de sus bloques de pisos. Y hubiera hecho lo mismo con la Casa Golferichs de Barcelona si no hubiera sido por la gran oposici¨®n vecinal con la que top¨®. M¨¢s recientemente se enfrent¨® agriamente en los juzgados con el Ayuntamiento de Sant Cugat para levantar una urbanizaci¨®n a los pies del parque natural de Collserola.
Una sentencia puso final a la carrera de ¨¦xito como constructor de N¨²?ez, lo que le oblig¨® a entrar en prisi¨®n cuando ten¨ªa 81 a?os por haber cometido los delitos de cohecho y falsedad documental en el denominado caso Hacienda. Sali¨® de ese macroproceso que se prolong¨® durante m¨¢s de una d¨¦cada como culpable por haber comprado a inspectores de Hacienda para que alteraran sus actas de inspecci¨®n a cambio de sumas millonarias y la venta de pisos a precios muy ventajosos. La implicaci¨®n del responsable del Fisco en Catalu?a de la ¨¦poca, Josep Maria Huguet, provoc¨® el fin de la carrera de Josep Borrell como candidato a la presidencia del Gobierno espa?ol, con quien ten¨ªa relaci¨®n Huguet.
N¨²?ez intent¨® por todos los medios legales evitar su ingreso en prisi¨®n, pero sus esfuerzos fueron en vano. La Audiencia consider¨® que la pena llegaba en un momento en el que la acumulaci¨®n de casos de corrupci¨®n hac¨ªa que la sociedad demandara ¡°ejemplaridad¡± ante una opini¨®n p¨²blica que pensaba que los corruptos actuaban con ¡°impunidad¡±.
Incapaz de ser aceptado por las grandes familias catalanas y empresario con escasas cotas de popularidad, en los a?os setenta el empresario aprovech¨® su ¨¦xito empresarial para asaltar la presidencia del Futbol Club Barcelona. Bati¨® el r¨¦cord de permanencia en la presidencia, donde estuvo 22 a?os, desde 1978 hasta 2000. Abandon¨® el cargo por decisi¨®n propia durante una de las ¨¦pocas m¨¢s convulsas de cuantas ha vivido el club y cuando todav¨ªa le quedaban dos temporadas m¨¢s. ¡°Hemos hecho el mejor equipo del mundo y eso, sin duda. Y el que diga lo contrario es que no quiere al Bar?a¡±.
Fue aupado al cargo con la aquiescencia de dos jugadores, Johan Cruyff y Carles Rexach. Fue un presidente muy populista que gan¨® tres elecciones, en 1978 frente a Ferran Ari?o y Casaus, en abril de 1989 frente a Sixte Cambra y en julio de 1997 frente a ?ngel Fern¨¢ndez, y que renov¨® sus mandatos en tres ocasiones de manera autom¨¢tica porque no se present¨® ning¨²n otro candidato. Adem¨¢s, super¨® una moci¨®n de censura en marzo de 1998.
N¨²?ez se esforz¨® en librar al club de sus complejos, fiel a uno de sus primeros lemas electoral: ¡®Per un Bar?a triomfant¡¯ (Por un Bar?a triunfante). Al mismo tiempo se obsesion¨® por dotar al club de la robustez econ¨®mica, aunque a menudo la bas¨® en una austeridad en la que se resguard¨® para argumentar algunas de sus decisiones m¨¢s controvertidas. Los primeros ¨¦xitos fueron escasos pero apote¨®sicos, caso de la Recopa de Basilea en 1979 o de su primera Liga, la de Terry Venables en 1985.
Su primer fichaje estelar fue el Diego Armando Maradona, en 1982, por 1.200 millones. La trayectoria del astro argentino en Barcelona qued¨® marcada por la desgracia: una hepatitis, una grav¨ªsima lesi¨®n, una serie de enfrentamientos con Udo Lattek que desembocaron en la sustituci¨®n del entrenador por C¨¦sar Luis Menotti, y una reyerta multitudinaria en la final de Copa contra el Athletic por la que Maradona fue sancionado con tres meses. En 1984, el N¨¢poles hizo una gran oferta a Maradona y N¨²?ez lo dej¨® marchar.
El 28 de abril de 1988, se produjo el Mot¨ªn del Hesperia, otro episodio rocambolesco. El Bar?a, eliminado ya en la Copa de la UEFA, se encontraba a 23 puntos del Madrid, que visitaba el Camp Nou aquella semana. Con Luis Aragon¨¦s de entrenador, el Bar?a acababa de ganar la final de Copa. Todo ello, mientras estallaba un problema contractual y Hacienda reclamaba a los jugadores un 53% del total de sus ingresos. La mayor¨ªa de integrantes de la plantilla azulgrana convocaron a la prensa en el Hotel Hesperia para leer un comunicado en el que N¨²?ez sal¨ªa muy malparado.
El presidente contraatac¨® con el fichaje de Johan Cruyff como entrenador y una renovaci¨®n a fondo de la plantilla. Una Copa y una Recopa salvaron a Cruyff de la r¨¢pida destituci¨®n por la que clamaron muchos socios. N¨²?ez lo defendi¨® en la Asamblea. Y con Cruyff al frente se gest¨® por fin el Dream Team, el que gan¨® cuatro Ligas seguidas entre 1990 y 1994 y la primera Copa de Europa, la de 1992, en Wembley, tras superar al Sampdoria en la pr¨®rroga. Los resultados reforzaron el carisma de Cruyff y N¨²?ez evidenci¨® que su gesti¨®n no era valorada. La ruptura entre el entrenador y el presidente fue traum¨¢tica.
N¨²?ez fich¨® a Robson, que solo estuvo una temporada al frente del equipo a pesar de que gan¨® la Recopa, la Copa y la Supercopa. Se encomend¨® entonces a Louis van Gaal. Con el holand¨¦s en el banquillo, y tras conquistar dos Ligas, se agudiz¨® el tremendo descontento de la mayor parte de la afici¨®n. El ambiente se hizo irrespirable en el Camp Nou durante la tercera temporada de Van Gaal.
El Barcelona, durante los 22 a?os de mandato de N¨²?ez, sum¨® 140 t¨ªtulos oficiales contando con los obtenidos tambi¨¦n por las secciones profesionales, las de baloncesto, balonmano y hockey sobre patines. Durante la ¨¦poca de N¨²?ez se fund¨® La Masia, se remodel¨® y ampli¨® el Camp Nou y se construy¨® el Mini Estadi, adem¨¢s de renovar el Palau Blaugrana. Con ¨¦l, tambi¨¦n se multiplic¨® el n¨²mero de socios, de 77.000 a m¨¢s de 106.000.
¡°Si nuestro p¨²blico nos viene con pancartas ya preparadas y s¨¢banas para ir contra nuestro propio equipo... Pero eso no es sino la culminaci¨®n de una guerra que ya hace 22 a?os que dura. No vale la pena. Yo s¨¦ lo que he tenido que hacer para administrar el Barcelona sin el apoyo de la Generalitat y con una oposici¨®n constante, capaz de presentar una moci¨®n de censura tras unas elecciones. Es imposible conseguir m¨¢s de lo que he hecho¡±, sentenci¨® N¨²?ez en una de sus ¨²ltimas intervenciones antes de dejar la presidencia y legar el nu?ismo como herencia.
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