¡°Hay mucha gente que no denuncia ¡®sextorsion¡¯¡±
Alberto Redondo, experto de la Guardia Civil en delitos inform¨¢ticos, alerta sobre el aumento de los chantajes sexuales en la red
Alberto Redondo es Capit¨¢n de la Guardia Civil destinado en la Unidad T¨¦cnica de Polic¨ªa Judicial de Madrid y experto en delitos inform¨¢ticos. Su trabajo est¨¢ cada vez m¨¢s conectado con otros cuerpos de polic¨ªas europeas, con los que lucha para arrestar a criminales activos en todo el territorio continental. En su carrera ha visto empresas quebrar por una estafa inform¨¢tica, e individuos ceder ante el chantaje sexual en la web.
Espa?a es el tercer pa¨ªs del mundo con m¨¢s ciberataques.
Lo que m¨¢s nos preocupa es una parcela concreta de la ciberseguridad: la ciberdelincuencia. Este fen¨®meno se afronta desde cuatro frentes. El del fraude, especialmente la estafa, que engloba el 75% de los delitos en la red. El segundo, los delitos contra las personas, que pueden estar entorno al 15%. Despu¨¦s encontramos aspectos transversales, como los ataques contra los sistemas inform¨¢ticos (el malware), los delitos relacionados con propiedad intelectual y los tr¨¢ficos il¨ªcitos (especialmente drogas y armas).
Se habla mucho de la sextorsi¨®n. ?En qu¨¦ consiste?
Las hay de dos tipos. Los que explotan una relaci¨®n de confianza, por ejemplo parejas que se han tomado de forma voluntaria im¨¢genes ¨ªntimas, y se chantajean con hacerlas p¨²blicas a cambio de dinero o de alguna conducta determinada. Esto es especialmente peligroso cuando los menores difunden estas grabaciones. Otro tipo, m¨¢s complicado de llevar a cabo, es aquello en el que cibercriminal accede al contenido almacenado en m¨®viles u ordenadores y chantajea al propietario con difundirlo.
?Cu¨¢ntas personas est¨¢n afectadas?
En el caso de la sextorsi¨®n suele haber mucha cifra negra. Es decir, personas que no denuncian el chantaje. Los afectados tampoco son tanta gente, pero est¨¢ aumentando porque el acceso a Internet est¨¢ m¨¢s generalizado, sobre todo entre los menores. Las redes sociales y aplicaciones como Telegram o Whatsapp facilitan enormemente estas conductas.
?C¨®mo act¨²an los estafadores?
Basan su actividad en t¨¦cnicas de ingenier¨ªa social cada vez m¨¢s depurada. Una vez que una conducta es rentable, la mejoran y la explotan. Un ejemplo es la evoluci¨®n del "ransomware", que comenz¨® bloqueando el acceso a los dispositivos a trav¨¦s del virus con la falsa comunicaci¨®n de la polic¨ªa que, bajo la excusa de haber accedido a contenido il¨ªcito (evidentemente falso), obligaba al usuario a pagar una multa. Luego, pas¨® a tomar im¨¢genes con la c¨¢mara web. Actualmente, encripta los archivos del ordenador y pide dinero para obtener las claves de desencriptaci¨®n.
?Qu¨¦ aconseja hacer en estos casos?
Siempre recomendamos no pagar y denunciar. Existen determinadas soluciones, como la web Nomoreransomware, donde se puede meter el archivo cifrado y, si las polic¨ªas europeas hemos sacado la clave, la dan al usuario.
?Existe un perfil del cibercriminal?
Depende. En el sexting o la pornograf¨ªa infantil no hay un perfil completo. Cuando hacemos una operaci¨®n sorprende ver a gente con todo tipo de trabajo y nivel cultural. Si hablamos de estafas, tanto a particulares como a empresas, suele haber detr¨¢s organizaciones internacionales estructuradas, que cuentan con especialistas y gente encargada de blanquear dinero. A modo de ejemplo, existe una zona de Rumania en la que se dedican a hacer campa?as, normalmente ofertando bienes inexistentes, para luego pedir un adelanto y desaparecer.
?Una empresa puede quebrar por un ataque inform¨¢tico?
Claro que s¨ª. Sobre todo una empresa familiar, si acaba siendo v¨ªctima de estafas como la Business Email Compromise, en la que los malos aprovechan una relaci¨®n comercial o de confianza para desviar, mediante emails suplantados, pedidos o cambiar los n¨²meros de cuenta de los pagos.
?Las empresas suelen denunciar?
Es otra cosa de inter¨¦s. Depende: cuando es una estafa econ¨®mica es raro que se callen; otra cosa es cuando hay ataques a un sistema de datos, aunque ahora una directiva les obligar¨¢ a denunciar. Pero es como con los individuos, denuncian dependiendo de si esto conviene sacarlo a la luz o no.
?C¨®mo de importante es la cooperaci¨®n policial internacional?
Es fundamental, y desde la Guardia Civil somos muy conscientes de ello. Hoy en d¨ªa, por ejemplo, la v¨ªctima est¨¢ en Espa?a, el ciberdelincuente en Polonia, los servidores en Bielorrusia y la cuenta bancaria en Luxemburgo. En el delito inform¨¢tico la frontera ya no existe. La suerte es que la cooperaci¨®n policial nos permite arrestar a los malos y ponerlos delante del juez. Aqu¨ª termina nuestro trabajo.
Instituciones m¨¢s protegidas
La inversi¨®n p¨²blica para luchar contra los delitos inform¨¢ticos ha crecido. "Tambi¨¦n desde Guardia Civil nos hemos reforzado, y no hay que olvidar que tenemos una fiscal¨ªa espec¨ªfica de criminalidad inform¨¢tica", explica Redondo, que a?ade: "Con Internet se tiene la idea de cierta impunidad, pero ya tenemos m¨¢s herramientas y cada vez se trabaja mejor".
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