Cenas de Navidad en clave electoral

Ning¨²n pol¨ªtico necesita que se lo expliquen: si su tel¨¦fono deja de sonar es que su carrera se ha acabado. Ese viejo axioma, que rodea de silencio a los gestores dimitidos, despedidos o retirados, se demuestra estos d¨ªas con frialdad despiadada en el PP de Madrid. A la espera de que Pablo Casado decida los candidatos de las elecciones de 2019, los dirigentes populares auscultan su futuro con el term¨®metro de las decenas de copas de Navidad que organiza la formaci¨®n cada d¨ªa. La tensi¨®n se torna tranquilidad en el PSOE, que celebrar¨¢ unas 100 citas en estas semanas, casi tantas como agrupaciones tiene en Madrid. Ciudadanos, por su parte, vive instalado en la calma que precede a la tormenta: con Ignacio Aguado y Bego?a Villac¨ªs destacados como favoritos para encabezar las candidaturas a la Comunidad y el Ayuntamiento, las fiestas se han convertido en el escenario perfecto para su confirmaci¨®n interna antes de que se desate la tensi¨®n de la campa?a y de los pactos. Queda el Podemos de Pablo Iglesias, I?igo Errej¨®n y los anticapitalistas: pocas cenas navide?as, tantas como familias; eso s¨ª, cada uno con la suya.

Quienes no son llamados hoy a representar al partido ante los afiliados interpretan que tampoco lo ser¨¢n ma?ana para formar parte de las listas electorales. En consecuencia, el dolor por el aislamiento, sentido como una pu?alada en la espalda, acompa?a a los actores secundarios de las dos batallas del PP: la de la candidatura auton¨®mica (que disputan ?ngel Garrido y Antonio Gonz¨¢lez Terol) y la del poder interno (que enfrenta al gobierno regional con la gestora del partido local).

¡°El a?o pasado me llamaron para 14 cenas. Este no me han llamado ni una vez. Eso lo dice todo¡±, lamenta un pol¨ªtico con galones en la Comunidad, quejoso con la direcci¨®n interina que lleva el tim¨®n del PP de Madrid desde que Cristina Cifuentes dimiti¨® como presidenta del partido por el esc¨¢ndalo del caso m¨¢ster.

¡°La cohabitaci¨®n entre el gobierno y el partido no es c¨®moda¡±, reconoce un veterano de la formaci¨®n conservadora. ¡°Pero en las cenas y copas de Navidad, donde se llegan a acumular entre cinco y diez convocatorias diarias, se est¨¢ contando con quien quiere contar, porque a todo el mundo se le ha ofrecido que se apunte a lo que quiera¡±, a?ade.

Las dos batallas en el PP

Igual que las fiestas que siguen a la ceremonia de los ?scar, las copas de Navidad del PP se dividen seg¨²n un escalaf¨®n invisible que separa a las apetecibles, copadas por los grandes nombres del partido, de las carentes de pedigr¨ª, destinadas a los teloneros. La respuesta de los l¨ªderes nacionales a las distintas invitaciones ayuda a dibujar la geograf¨ªa del poder popular en la regi¨®n, se?alando complicidades con alcaldes y pol¨ªticos locales, y subrayando desencuentros.

Este invierno, la cita con may¨²sculas tuvo lugar en el distrito de Salamanca. Ocurri¨® el 12 de diciembre y tuvo como principal protagonista a Mariano Rajoy. La presencia del expresidente actu¨® como un im¨¢n: el presidente del Senado, P¨ªo Garc¨ªa Escudero; el de la Comunidad, ?ngel Garrido; el secretario popular de pol¨ªtica local, Antonio Gonz¨¢lez Terol; consejeros madrile?os, portavoces municipales¡­ nadie se quiso perder una cita que marc¨® el qui¨¦n es qui¨¦n del partido en Madrid y sirvi¨® como escenario para que midieran fuerzas los aspirantes a la candidatura regional.

¡°Quiero dar las gracias a Mariano Rajoy por saber gobernar en momentos dif¨ªciles y por confiar en m¨ª para liderar la Comunidad de Madrid, el motor econ¨®mico de Espa?a¡±, dijo Garrido, intentando convertir el respaldo pasado en un apoyo presente ahora que se juega la candidatura.

¡°Detr¨¢s de estas siglas est¨¢ el trabajo de miles de afiliados an¨®nimos que hacen grande nuestro partido¡±, apunt¨® Terol, que igual¨® el protagonismo de su principal rival en tan se?alada cita tras recibir un premio de las Nuevas Generaciones madrile?as, cuyo secretario general, ?ngel Carromero, le apoya como aspirante.

El repaso de las fotograf¨ªas de esa cena es el examen de los protagonistas de la batalla de poder que dirime el PP de Madrid. No ser¨¢ la ¨²ltima. Cuando Casado decida qui¨¦nes aspiran a gobernar la Comunidad (Garrido o Terol), y la capital (Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida, Adolfo Su¨¢rez Illana, Javier Maroto¡­) se abrir¨¢ la guerra por presidir el PP de Madrid. Hasta entonces, la tensi¨®n que preside la relaci¨®n entre los dirigentes del Gobierno regional y los de la formaci¨®n se mantendr¨¢ sin disimulos.

En ese contexto, todo se mide en clave electoral. Nada se juzga como casual. Y hasta el protocolo sirve para marcar filias y fobias. El PP de Madrid prepara su cena de Navidad, que celebrar¨¢ el 20 de diciembre, atenazado por la falta de candidatos: en consecuencia, solo Pablo Casado y P¨ªo Garc¨ªa Escudero ten¨ªan reservado un discurso en la organizaci¨®n preliminar, no fuera a ser que se malinterpretara que otro invitado empu?ase el micr¨®fono, bien porque ya hubiera aspirantes oficiales (y fueran otros distintos a los intervinientes), bien porque se mantuviera el suspense. Finalmente, Garrido intervendr¨¢, en tanto que presidente regional.?

Ni siquiera la Navidad apacigua al PP, donde unos tel¨¦fonos no paran de sonar, hirviendo de rumores, y otros empiezan a dejar de iluminarse, avanzando el silencio que siempre acompa?a al adi¨®s de los pol¨ªticos. Mientras tanto, una broma recurrente recorre las filas conservadoras: habr¨¢ que poner cuchillos de pl¨¢stico, dicen unos y otros, para evitar incidentes.