Las brujas se dejan retratar
El fot¨®grafo Luis Salinas documenta el popular Ball de bruixes de Viladrau desde sus inicios en un libro que recoge adem¨¢s la historia de la persecuci¨®n
Las brujas bailan, corren alrededor del fuego, lanzan conjuros, preparan sus p¨®cimas y ung¨¹entos y se dedican, en suma, a sus cosas de brujas, incluida la confraternizaci¨®n con el diablo ¡ª¡°lo Satan¨¤s, tot peludot¡±¡ª, aunque sin llegar a consumar, que hay ni?os.
As¨ª aparecen, en todo su esplendor, esas siniestras y malventuradas mujeres, fotografiadas con minucioso detalle en las p¨¢ginas de Bruixes de Viladrau (2018), un libro del fot¨®grafo Luis Salinas y la escritora y traductora Ver¨®nica Canales, que documenta desde sus or¨ªgenes el ya popular¨ªsimo Ball de bruixes que se celebra por Todos los Santos desde 1997 en la poblaci¨®n en la falda del Montseny. En esa fiesta, devenida espect¨¢culo teatral, cada vez m¨¢s profesionalizado, buena parte de la poblaci¨®n femenina local (incluidas algunas descendientes de las protagonistas aut¨¦nticas) recrea, ech¨¢ndole salsa, la historia real de la cruenta y terrible caza de brujas que tuvo lugar en Viladrau entre 1618 y 1620, un fen¨®meno que mezcl¨® psicosis colectiva, venganzas personales y violencia de g¨¦nero que dir¨ªamos ahora, y que acab¨® con 14 vecinas ahorcadas acusadas de brujer¨ªa (curiosamente el mismo n¨²mero que en Salem). La zona de les Guilleries, es sabido, era rica en brujas en el XVII y de ah¨ª el dicho, a¨²n recordado, ¡°de Sant Hilari a Arb¨²cies, dotze cases, tretze bruixes¡±.
Es fant¨¢stico e hipnotizante poder observar a las brujas de Viladrau detenidamente, con tranquilidad, en casa y no en medio de la fr¨ªa y oscura noche, en plena junta o aquelarre, tragando saliva y haciendo la figa para conjurarlas, sin saber si van a descubrirte y abalanzarse sobre ti para granizarte encima, glups, o provocarte bocio: ?qu¨¦ miedo! Resulta un privilegio asomarse a las fotos del libro y sumergirse en la representaci¨®n, disfrutar de primeros planos, reconocer a esta o aquella amiga (o al demonio), revivir las emociones y los sustos. Tambi¨¦n observar c¨®mo las brujas se peinan (!), se maquillan, se visten, pues las estupendas im¨¢genes de Salinas documentan asimismo los preparativos y los ensayos.
El libro (editado por el Ayuntamiento de Viladrau), que incluye adem¨¢s una serie de fotos en blanco y negro de inquietantes paisajes que frecuentaban las brujas (cualquiera se mete luego en el bosque), cuenta con un pr¨®logo de la propia alcaldesa, Margarida Feliu, ella misma, con perd¨®n, algo bruja (en el sentido de que participa en la representaci¨®n, como narradora). Feliu explica el origen de la fiesta, su prop¨®sito de recordar a las 14 mujeres de Viladrau consideradas malignas hechiceras y el esfuerzo y la ilusi¨®n colectivos que supone el espect¨¢culo. ¡°El Ball de les bruixas¡±, recalca, ¡°es tambi¨¦n la persecuci¨®n de las mujeres, la historia de las mas¨ªas, el conocimiento de la naturaleza y el sentimiento de pertenecer a un pueblo, tanto si tienes la suerte de actuar, como de colaborar o sencillamente de formar parte del p¨²blico¡±.
¡°El prop¨®sito de mi trabajo ha sido esencialmente documentar¡±, se?ala Salinas, vecino de Viladrau, tomando una cerveza en la plaza. ¡°He hecho fotos cada a?o y en ellas se puede ver la evoluci¨®n, que ha sido brutal, desde las primeras representaciones en esta misma plaza, con m¨¢s gente actuando que espectadores, hasta las recientes en la explanada de entrada del pueblo (desde 2014) con p¨²blico masivo¡±. El fot¨®grafo destaca el revulsivo que signific¨® la llegada a la direcci¨®n de Albert Ar¨¦valo, que supuso un salto de escala en la profesionalizaci¨®n. Para Salinas, el ¨¦xito del Ball se basa sin embargo sobre todo en la ilusi¨®n de la gente que participa.
Explica que hacer las fotos del libro fue muy dif¨ªcil: ¡°La mayor¨ªa se tomaron de noche, con iluminaci¨®n muy dura y en medio de una representaci¨®n muy din¨¢mica. Te obliga a ser muy r¨¢pido¡±.
Para Ver¨®nica Canales, autora del texto, el Ball de bruixes tiene interesantes y f¨¦rtiles contradicciones, resultado de haber nacido como extensi¨®n de la Feria de la Casta?a. ¡°Se mezclan historia, una historia tan terrible de violencia, y folclore: las brujas de narices grandes, verrugas y escobas, que curiosamente responden al arquetipo creado por los perseguidores, cuando en realidad cualquiera podr¨ªamos haber sido condenadas, todas nosotras; pero, claro, son necesidades teatrales¡±.
En todo caso, concluye Salinas, el libro ¡°es un homenaje a esas mujeres que fueron asesinadas y un af¨¢n por recordarlas: mientras lo hagamos nunca estar¨¢n del todo muertas¡±.
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