¡®Som Natura¡¯: biodiversidad eres t¨²
Una exposici¨®n en el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona llama a concienciarse de la p¨¦rdida de especies y a implicarse en su defensa
Cuando tomas asiento en un puf en el espacio central de la exposici¨®n Som Natura y te ves rodeado por maravillosas im¨¢genes de la naturaleza en todo su esplendor es imposible no sentirte como Edward G. Robinson en aquel filme Cuando el destino nos alcance (Soylent Green, Richard Fleischer, 1973); solo falta la Pastoral de Beethoven (aunque en cambio te recitan un poema de Vinyoli, tan amante de la naturaleza desde su infancia en santa Coloma de Farners). Es una sensaci¨®n placentera con un punto inquietante, pues en la pel¨ªcula, una terrible ucron¨ªa en la que la Tierra se quedaba sin recursos y la poblaci¨®n se ve¨ªa reducida a comer unas infames galletitas que, descubr¨ªamos al final, se hac¨ªan con cad¨¢veres (!), el personaje de Robinson, desesperanzado, se somet¨ªa a una sesi¨®n oficial de eutanasia en la que te ofrec¨ªan como despedida una inmersi¨®n sensorial en la hermosura desaparecida del planeta marchito.
Aqu¨ª, en Som Natura, consagrada a concienciar sobre la p¨¦rdida de biodiversidad en el mundo pero especialmente en Catalu?a y a implicarse en su defensa, la cosa es definitivamente m¨¢s optimista: hay problemas, pero si nos ponemos manos a la obra podremos salir adelante.
La exposici¨®n, inaugurada ayer (hasta el 15 de noviembre) en la sede en el F¨°rum del NAT, el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona, y coproducida con el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalu?a, es sorprendentemente conceptual: no exhibe ni un objeto, y mira que en el museo tienen. Se basa por entero en im¨¢genes (instalaciones audiovisuales inmersivas), muchas de enorme impacto emocional por su espectacularidad y belleza y algunas tan sensacionales como las de animales salvajes obtenidas por fototrampeo (con dispositivos autom¨¢ticos que activa el propio animal a su paso); en ellas puedes observar bastante voyeur¨ªsticamente a tejones, zorros, lobos y osos en la intimidad, a lo suyo como si dij¨¦ramos.
Dividida en seis ¨¢mbitos separados por unas cortinillas blancas que refuerzan la idea de que est¨¢s en un escenario de ciencia-ficci¨®n (o en la consulta de un m¨¦dico de alta gama), Som Natura muestra la belleza de la Tierra pero tambi¨¦n la degradaci¨®n ambiental, alerta con mensajes directos (¡°nos estamos alejando de la naturaleza¡±, ¡°el planeta tiene l¨ªmites, ?act¨ªvate!¡±), aporta una serie de indicadores sobre la p¨¦rdida de biodiversidad, te masajea el alma con estampas grandiosas, y muestra seguidamente numerosos proyectos innovadores y sostenibles en marcha en el caso concreto de Catalu?a relacionados con los bosques, la agricultura, la fauna salvaje, los r¨ªos, el mar o las ciudades. En un ¨²ltimo espacio, se anima al visitante a pasar a la acci¨®n e implicarse en alguna del centenar de iniciativas en las que el ciudadano de a pie puede participar, ya sea en favor de los l¨ªquenes, las mariposas o las orqu¨ªdeas de la Garrotxa, los cole¨®pteros flor¨ªcolas del Vall¨¨s occidental, el proyecto Oreneta, o el seguimiento de las cigarras.
¡°Desde hace tiempo quer¨ªamos hacer algo sobre la biodiversidad de Catalu?a, ligada a la del planeta¡±, explica la directora del NAT, Anna Omedes. ¡°Y de eso, de lo que tenemos aqu¨ª, habla en buena parte la exposici¨®n, y de c¨®mo podemos conservarlo, y qu¨¦ peligros corre¡±. Omedes dijo que han querido dedicarle la exposici¨®n al bi¨®logo Salvador Grau (1963-2016) que estuvo implicado en el primer proyecto de la misma. Dela ausencia de piezas en la muestra, justific¨® que ya est¨¢ al lado, en el mismo edificio, toda la colecci¨®n permanente del museo. Subray¨® que Som Natura pretende ¡°emocionar y sorprender¡°, y que se publicar¨¢ en mayo un libro con textos de 30 cient¨ªficos que complementa la propuesta.
El director general de pol¨ªticas ambientales y medio ambiente, Ferran Miralles, que destac¨® la pertinencia de que una exposici¨®n semejante se haga en el NAT, recalc¨® la necesidad de un punto de reflexi¨®n e inflexi¨®n en el pa¨ªs en el tema de la biodiversidad y lo esencial de lograr la complicidad con la gente en la materia. Miralles desvel¨® ¨Cal menos para muchos- que Catalu?a es, pese a no contar con una gran superficie, una primera potencia en biodiversidad, a nivel europeo (tampoco nos vamos a comparar con Brasil, Madagascar o Pap¨²a Nueva Guinea). ¡°No hay muchos pa¨ªses en Europa en los que puedas ver 200 especies de aves en 24 horas, poseemos geol¨®gicamente de todo, la Garrotxa posee m¨¢s diversidad que todo el Reino Unido... Tenemos un tesoro, y una responsabilidad¡±. Miralles a?adi¨® que el 32 % del territorio catal¨¢n ha pasado a estar protegido y que especies como el quebrantahuesos, del que solo hab¨ªa tres parejas nidificantes, es ahora un ave habitual, mientras que la nutria ya llega a las puertas de Barcelona y el oso, extinguido en los noventa, ya cuenta con 40 individuos.
¡°Parece que vamos bien¡±, puntualiz¨®, ¡°pero no es as¨ª. ¡°Se ha mejorado en muchas cosas, menos en la biodiversidad¡±. Advirti¨® que en 15 a?os, las 258 especies de vertebrados que se usan como indicadores de biodiversidad han ca¨ªdo en volumen de poblaci¨®n un 25 %. ¡°Hemos perdido una cuarta parte del volumen de estas especies¡±, recalc¨®, por diferentes causas: contaminaci¨®n, p¨¦rdida de h¨¢bitats, monocultivos, irrupci¨®n de especies invasoras (cada semana llega una, algunas con tanto potencial destructivo como la polilla china Cydalima perspectalis, defoliadora del boj que ha devastado las poblaciones del arbusto en la Garrotxa y Osona). Muy gr¨¢ficamente a?adi¨® tambi¨¦n que, como cualquiera puede apreciar, ya no hay tantos y tan variados insectos aplastados en el parabrisas cuando viajamos en coche, que ya es otro indicador. ¡°Esto no va bien¡±, insisti¨®.
La exposici¨®n, destac¨®, va en la direcci¨®n de concienciar e implicar a la gente. ¡°Estamos en una encrucijada y como pa¨ªs hay que reaccionar. Hay que extender la idea de la importancia de la naturaleza y del momento delicado, crucial, en que estamos¡±.
Carles Castell, asesor cient¨ªfico de la exposici¨®n, indic¨® c¨®mo Som Natura enfatiza que hace falta actuar sin dilaci¨®n. Lo hace, dijo, apuntando a las emociones, que es lo m¨¢s directo para empujar a reaccionar. ¡°Queremos transmitir que somos parte de la naturaleza, una especie m¨¢s, y no nos podemos desligar de su destino. Dependemos como pa¨ªs ¨Cturismo, agricultura- y como personas, no solo de una manera f¨ªsica sino incluso, de alguna manera, espiritual¡±, La exhibici¨®n ofrece mensajes breves y concisos, y, sobre todo, en positivo. ¡°Que la gente se sienta interpelada, pero no culpabilizada. Hay una problem¨¢tica, s¨ª, pero con un cambio, a¨²n estamos a tiempo, y ese cambio, ya est¨¢ en marcha¡±.
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