El m¨¦dico cubano forofo de Gabo y otros detalles del ¡®boom¡¯

Hab¨ªa inquietud en el entorno de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez por sus olvidos; por ello no dudaron en llevarle ante unos reputados especialistas cubanos, all¨¢ en 2002. ¡°M¨¢s enfermo de la cabeza est¨¢ quien le ha dicho que venga aqu¨ª, despu¨¦s del gran libro que acaba usted de publicar, maestro¡±, le dijo, m¨¢s forofo que cient¨ªfico, el m¨¦dico, al poco de la aparici¨®n de las memorias Vivir para contarla. El trastorno neurocognitivo de Gabo, sin embargo, galopaba: apenas tres a?os despu¨¦s, en la entrevista que el periodista Xavi Ay¨¦n mantuvo con el escritor, este ya dejaba entrever que no escrib¨ªa por problemas de salud y en 2007, en una fugaz vista a Barcelona, ¡°ya solo reconoc¨ªa a su mujer, a la agente literaria Carmen Balcells y al matrimonio amigo Feduchi¡±, dice el ensayista. La familia lleg¨® hasta a desmentir a Jaime Garc¨ªa M¨¢rquez, cuando desliz¨® la, oficialmente, demencia senil de su hermano, que acabar¨ªa trat¨¢ndose con un galeno de Los ?ngeles que le recomend¨® el pol¨ªtico y amigo Pasqual Maragall, afectado de Alzheimer.

Esa fallida detecci¨®n prematura es una de las suculentas novedades que aporta Ay¨¦n a la reedici¨®n de su seminal Aquellos a?os del boom, ahora bajo el sello de Debate. Publicado en 2014 por RBA, el libro, el retrato socioliterario m¨¢s completo hasta la fecha de la eclosi¨®n, con epicentro en Barcelona, de los nuevos escritores sudamericanos de los a?os 70, tuvo inmediatamente dos exitosas reediciones, pero ah¨ª se qued¨®. Tampoco alcanz¨® una gran difusi¨®n en Am¨¦rica Latina, en parte por su elevado precio fruto de su grosor (m¨¢s de 850 p¨¢ginas). El recientemente fallecido editor de Penguin Random House Grupo Editorial, Claudio L¨®pez Lamadrid, pens¨® en una edici¨®n de bolsillo reducida para ese mercado, que finalmente ha acabado en formato trade, pero con la extensi¨®n de la peque?a (560 p¨¢ginas).

En una particular operaci¨®n el¨¢stica, Ay¨¦n ha dejado a la mitad el volumen, pero ha a?adido hechos acaecidos desde entonces o datos antiguos que ahora, por ausencia de algunos protagonistas como la propia Balcells o porque otras fuentes han levantado vetos, ha podido desvelar.

Otro aspecto enriquecido es el episodio m¨¢s famoso del boom, que de alguna manera escenific¨® su final. Nunca supo a ciencia cierta Gabo por qu¨¦ Mario Vargas Llosa le propin¨® aquel derechazo el 12 de febrero de 1976 en el vest¨ªbulo de Canacine, en M¨¦xico, por m¨¢s que viniera seguido de la frase: ¡°Esto, por lo que le hiciste a Patricia en Barcelona¡±. El origen es m¨²ltiple. A saber: primero, la broma del colombiano para con la esposa de su amigo, unos nueve meses antes de la agresi¨®n, proponi¨¦ndole que se vengara del abandono de Vargas Llosa haci¨¦ndose amantes. Segundo, el ofrecimiento ya m¨¢s serio de Gabo de sus abogados para que la ayudaran a reclamar. Tercero, el ¨¦nfasis con que Patricia le cuenta ese episodio al propio Mario para causarle celos. ¡°Todo esto se lo explican de forma exagerada a Vargas Llosa, que tiene un f¨¦rreo c¨®digo de honor por su formaci¨®n militar y valora la amistad como cosa sagrada; nunca se arrepentir¨¢ del pu?etazo¡±, a?de Ay¨¦n, pero abrazar¨¢ a los dos hijos de Gabo en el acto de homenaje en Barcelona a Balcells tras su muerte ¡°porque entend¨ªa que era un asunto entre los dos hombres y que no afectaba a las familias¡±, resume el autor.

El entorno familiar de Gabo tambi¨¦n insiste ahora, pr¨®ximo el quinto aniversario de su fallecimiento, en quitar hierro a la mala fama del padre del escritor, al que dej¨® viviendo con sus abuelos maternos siete a?os, y a cierta vida promiscua y de usurero del mismo. ¡°Dejar a los ni?os con familiares era algo com¨²n en Colombia entonces¡±, admite en el libro A¨ªda, hermana de Gabo, que reconoce tambi¨¦n alg¨²n desliz del progenitor que dio lugar a hermanastros.

Las nuevas informaciones permiten asegurar a Ay¨¦n, por boca del hijo de Carmen Balcells, Luis Miguel Palomares, que, de no haber fallecido inopinadamente su madre, ¨¦sta habr¨ªa vendido la empresa. Probablemente, la beneficiaria hubiera sido la agencia inglesa Andrew Nurnberg Associates, inter¨¦s que la propia Balcells reactiv¨® ante las maniobras del agente Andrew Wylie, con quien ya hab¨ªa firmado un acuerdo de intenciones en mayo de 2014. Palomares desvela que tuvo una conversaci¨®n con ella horas antes de su muerte, donde le hizo saber su malestar por no haberse planteado la posibilidad de que ¨¦l se hiciera cargo de la empresa. ¡°Carmen, que era ciclot¨ªmica, hab¨ªa roto y se hab¨ªa desdicho de algunos acuerdos y, al parecer, se mostr¨® agradablemente sorprendida esa noche con lo de su hijo; no se puede hablar de realismo m¨¢gico con estas cosas, pero hoy sorprende c¨®mo ¨¦l lleva el control de los mecanismos literarios y los n¨²meros de la agencia, que ha reducido gastos¡±, desvela Ay¨¦n.

La agencia Carmen Balcells se hubiera vendido de no haber fallecido inopinadamente su fundadora, asegura su hijo, que habl¨® con ella el mismo d¨ªa de su muerte

Tambi¨¦n se profundiza en detalles del proyecto de la agente de crear un grandioso centro de estudios de escritores en lengua castellana y portuguesa, Barcelona Latinitatis Patria. Ten¨ªa un punto megal¨®mano, pero no cuaj¨® porque ¡°no hubo un pol¨ªtico que apostara fuerte por ello¡±, cree el estudioso, quien, sin embargo, se admira de la capacidad de Balcells para vender su archivo al Ministerio de Cultura por casi cinco millones de euros en dos etapas ¨C¡°ni Gabo cobr¨® eso de la Universidad de Texas por el suyo¡±--, tras haber mantenido negociaciones con la Generalitat de Catalunya, a quien ya hab¨ªa vendido a?os atr¨¢s una parte peque?a y de poco calado literario. En esa facilidad para ¡°jugar a varias bandas¡± y ser una ¡°madraza¡± con sus autores, est¨¢ la nueva confesi¨®n de Isabel Allende, que admite unas propuestas de inversiones que Balcells le sugiri¨® que hiciera y que la escritora descart¨® porque en EEUU, donde reside, ser¨ªan ilegales. ¡°No importa, lo hacemos aqu¨ª, en Suiza¡±, dice que le insist¨ªa la agente. Allende, Vargas Llosa y Garc¨ªa M¨¢rquez han llegado a significar cerca del 70% de la facturaci¨®n de la agencia.

La remozada edici¨®n de Aquellos a?os del boom, que cuenta tambi¨¦n con im¨¢genes in¨¦ditas (como un Carlos Barral a pecho descubierto y gorra de marinero desperez¨¢ndose, o una de Cristina Peri Rossi con su amigo Julio Cort¨¢zar, del que se da otro testimonio in¨¦dito que apuntar¨ªa a su enfermedad por sida), ha aparecido en Espa?a y Colombia y en abril lo har¨¢ en M¨¦xico y Argentina. Pero Ay¨¦n ya espera impaciente una de nueva para incorporar, en este caso, la direcci¨®n exacta donde tuvo lugar el pu?etazo literario m¨¢s famoso: fue en la avenida Oaxaca, 31, de Ciudad de M¨¦xico. ¡°Est¨¢ al norte de la Colonia Roma de la pel¨ªcula de Alfonso Cuar¨®n; hoy es una helader¨ªa¡±. Es una de las informaciones que Balcells no quiso que pusiera para que aquello no se convirtiera en lugar de peregrinaje de mit¨®manos. Pero la onda expansiva del boom no parece detenerse.