Minerva en la selva
Cada semana, una foto de Madrid
?Cu¨¢l de sus m¨²ltiples atributos domina en esta Minerva de espaldas? Su divino cometido consiste en velar por la sabidur¨ªa, el arte y la destreza militar. Si varias de las estatuas o cuadros que la representan no logran aunar en una imagen sus amplias dotes, esta fotograf¨ªa de Ra¨²l Cancio, s¨ª lo capta. Ella vigila a quienes se sientan cada d¨ªa bajo su serena estampa en la cafeter¨ªa del C¨ªrculo de Bellas Artes. Es un lugar muy dado a reuniones de artistas y creadores. Se dan cita all¨ª, inspirados a merced de su mirada entre las columnas, los techos altos o las mesas y sillas de madera art d¨¦co que pueblan el lugar. Todo un continuo desfile de pactos, concili¨¢bulos y tertulias, expuestos a la luz de sus amplias cristaleras. Pero el galimat¨ªas de reflejos que aporta la imagen de espaldas, saca un partido imponente a su vertiente guerrera y la convierte de golpe en una amazona vigilante que se abre camino a trav¨¦s de la selva, lanza en mano.
?Tanto cuidado debe guardar Minerva en estos tiempos? ?Le lleva su instinto a camuflarse ante alg¨²n presentimiento inconfesable? Sea lo que sea, su actitud no tranquiliza: m¨¢s bien, desasosiega. ?Qu¨¦ premonici¨®n le conduce a adentrarse entre los ramajes? ?Acaso atisba una invasi¨®n simb¨®lica por medio de esa l¨¢mpara, que se asemeja un amenazador platillo volante dorado y kitsch? ?Ser¨¢ su molino de viento? ?Por qu¨¦ la sigilosa actitud de Minerva nos genera m¨¢s preguntas que respuestas?
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