Mentiras, ¡®esp¨ªas¡¯... y Aguirre pasando palabra
Tras 12 sesiones, concluye en la Audiencia Provincial el juicio por los presuntos seguimientos a adversarios pol¨ªticos de la expresidenta de Madrid
Al t¨¦rmino de una de las sesiones del juicio del caso esp¨ªas, la magistrada Paz Redondo ya advirti¨® a los nueve miembros del jurado: durante sus deliberaciones, no solo tendr¨¢n que decidir si los seis acusados malversaron caudales p¨²blicos para seguir a adversarios pol¨ªticos de Esperanza Aguirre, sino que tambi¨¦n tendr¨¢n que fundamentarlo. No vale con decir si son culpables o inocentes de utilizar dinero de la Comunidad de Madrid para espiar al exconsejero Alfredo Prada o al exvicealcalde Manuel Cobo, sino que tendr¨¢n que justificarlo en base a lo o¨ªdo y visto durante las intensas doce jornadas de una vista oral que concluy¨® este martes, con el derecho a la ¨²ltima palabra que ejercieron cinco de los procesados.
"Soy inocente", se defendieron, poniendo as¨ª punto final a un juicio que ha devuelvo al escenario p¨²blico las guerras intestinas de un PP regional golpeado despu¨¦s por Lezo, P¨²nica y G¨¹rtel; que ha dejado la escena de Aguirre revisando la tableta a las puertas de la Audiencia Provincial ¡ªhoras antes de emerger como participante del concurso Pasapalabra¡ª; y que se ha sumergido de refil¨®n en las cloacas del Estado, con las acusaciones de un comisario de que sus superiores no le dejaron investigar qui¨¦n daba las ¨®rdenes de espionaje en el PP. Le toca ahora al jurado separar el grano de la paja.
Alguien miente. Para las acusaciones, el testimonio de dos de los supuestos esp¨ªas se ha convertido en un elemento clave. Jos¨¦ Oreja y Antonio Coronado, guardias civiles en excedencia, formaban parte del grupo de asesores de seguridad contratados por la Comunidad de Madrid. Y, seg¨²n declararon en el juicio, el director de dicha ¨¢rea, el tambi¨¦n procesado Sergio Gam¨®n, les dio "¨®rdenes ilegales" para seguir a pol¨ªticos del PP por "especial inter¨¦s de Ignacio Gonz¨¢lez" ¡ªaunque matizaron que las desobedecieron¡ª. "Hay que dar validez a estas declaraciones porque van en su contra", opina el abogado de la Comunidad, personada como acusaci¨®n particular. Pero Gam¨®n siempre ha negado que diese esas instrucciones: "Nunca lo hice", sentenci¨®. ?Qui¨¦n dice la verdad?
Las pruebas, a prueba. Las defensas y tambi¨¦n la Fiscal¨ªa, que en este juicio no acusa y pide la absoluci¨®n, se han esforzado en los ¨²ltimos d¨ªas en sembrar dudas y pedir la nulidad de un informe de la Polic¨ªa Nacional que resulta clave para vincular a los acusados con los seguimientos. El documento elaborado por la Unidad de Delincuencia Econ¨®mica y Fiscal (UDEF) en base a los posicionamientos de los tel¨¦fonos m¨®viles de los acusados, ratificado por dos comisarios, sit¨²a a tres de ellos junto a las v¨ªctimas los d¨ªas que se produjeron los espionajes. Y coincide, adem¨¢s, con los partes de seguimiento desvelados por EL PA?S en 2009, cuando estall¨® el esc¨¢ndalo. Seg¨²n los abogados de los implicados, ese informe policial se fundamenta en datos obtenidos de forma "ilegal". Y el ministerio p¨²blico sostiene que no se debe tener en consideraci¨®n porque el comisario instructor que lo elabor¨® ¡ªque concluy¨® en su declaraci¨®n que los seguimientos se hab¨ªan producido¡ª denunci¨® que recibi¨® presiones durante las pesquisas. Por todo ello, el jurado deber¨¢ decidir qu¨¦ peso le otorga en su resoluci¨®n.
Adem¨¢s, el abogado de otro acusado, el funcionario Jos¨¦ Manuel Pinto, tambi¨¦n intent¨® desmontar otra de las pruebas incluidas en la causa. Su letra manuscrita aparece sobre alguno de los informes de seguimiento, seg¨²n confirmaron los peritos caligr¨¢ficos de la Guardia Civil y la Polic¨ªa Nacional. "Puedo afirmar sin ning¨²n g¨¦nero de dudas que esas anotaciones son de Pinto", subray¨® uno de los agentes. ?Por qu¨¦ estaban all¨ª? Nadie ha sabido responder a esa cuesti¨®n. Pinto sigue negando que las hiciera ¨¦l.
En busca de la X. Seg¨²n Ram¨®n Gonz¨¢lez Bosch, abogado de tres de los acusados, en este caso no interesa saber "qui¨¦n es la X". Qu¨¦ cargo pol¨ªtico dio las ¨®rdenes de espionaje, que dos de sus clientes, Oreja y Coronado, aseguran les transmiti¨® Gam¨®n. Porque ellos repiten, en boca de su letrado, que son solo los "soldados": "Y como en todas las guerras, no mueren los generales, sino los soldados". De hecho, los dos comisarios de la UDEF tambi¨¦n inciden en que los guardias civiles son solo los "mandados". "Era una actividad ordenada por alguien, pero all¨ª no llegamos", afirm¨® el comisario Jaime Barrado, que acus¨® a su superior, Jos¨¦ Luis Olivera, y al entonces fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, de impedirle tratar de averiguar qu¨¦ cargos populares pod¨ªan estar detr¨¢s: "El PP estaba metido", subray¨®.
El PP que "no sabe nada". El juicio se convirti¨® tambi¨¦n en un desfile de ex altos cargos de Aguirre. Ignacio Gonz¨¢lez, Francisco Granados, Salvador Victoria... y la propia expresidenta acudieron a declarar como testigos. Pero, seg¨²n repitieron insistentemente, nada saben de este tema. La exjefa del Ejecutivo regional y su sucesor llegaron a negar que departiesen con Cobo y Prada del asunto. Y la exlider del PP, con un comedido tono, asegur¨® incluso que ni recordaba que se hab¨ªa formado una comisi¨®n interna en su Gobierno para tratar de esclarecer los hechos. ?nicamente se acord¨®, dijo, al comentarlo Granados d¨ªas antes en la vista.
Informe en la Asamblea. La pasada semana, en pleno juicio, la comisi¨®n de investigaci¨®n sobre la corrupci¨®n pol¨ªtica del Parlamento auton¨®mico aprob¨® unas conclusiones que consideran "demostrado" que se produjo el espionaje. "Las personas que fueron objeto de seguimiento comprobado estaban claramente posicionadas pol¨ªticamente frente a Esperanza Aguirre en el seno del PP, lo que induce a concluir que solamente pod¨ªan tener inter¨¦s en conocer los movimientos o actividades de esas personas la propia Aguirre y su entorno m¨¢s cercano", subraya el documento, que obtuvo luz verde de los grupos de la oposici¨®n.
En estas conclusiones ¡ªque se?alan como responsables pol¨ªticos a la expresidenta, a Gonz¨¢lez, a Granados y a Gam¨®n¡ª, la C¨¢mara tambi¨¦n resalta que es "evidente que los seguimientos se produjeron, ya que existen pruebas gr¨¢ficas y conversaciones grabadas que lo corroboran". Adem¨¢s, Cobo y Prada confirmaron que su agenda p¨²blica y privada coincid¨ªa con el contenido de los partes presuntamente elaborados por el grupo de asesores que supuestamente protagonizaron este episodio en 2008, cuando Aguirre se lanzaba a la pugna del poder contra Mariano Rajoy. "Y ella es responsable in vigilando por no haber detectado (voluntaria o involuntariamente) las irregularidades y actividades al margen de la legalidad que se pudieron realizar", concluye la comisi¨®n.
Los acusados denuncian un "sucio montaje"
La mayor¨ªa de acusados aprovech¨® este martes su ¨²ltimo turno de palabra para presentarse como v¨ªctimas de un "sucio montaje" medi¨¢tico, policial y pol¨ªtico. "Fuimos vendidos como carnaza", insisti¨® Jos¨¦ Oreja, que denunci¨® que las acusaciones vertidas en este caso sirvieron para tapar otra presunta trama de espionaje que, seg¨²n ¨¦l, s¨ª habr¨ªa existido dentro del PP. De hecho, el guardia civil recuper¨® este martes varias frases del exdirector de la agencia de detectives M¨¦todo 3, Francisco Marco. Entre otras, esta: "Me dio una lista de dirigentes del PP a los que ten¨ªa que investigar porque el vicepresidente, Ignacio Gonz¨¢lez, los consideraba sus enemigos".
"La investigaci¨®n llevada por la UDEF ha sido, cuando menos, parcial, sesgada, falta de rigor, malintencionada e incluso ilegal", prosigui¨® Antonio Coronado, que a?adi¨®: "Yo soy una v¨ªctima de la corrupci¨®n del sistema. Me han destrozado la vida".
En esta l¨ªnea, los procesados cargaron tambi¨¦n contra el PSOE, personado como acusaci¨®n popular y que pide penas de hasta cuatro a?os de c¨¢rcel. Seg¨²n las defensas, los socialistas han seguido con la causa solo por inter¨¦s pol¨ªtico y para sacar r¨¦dito electoral de la "pena de banquillo" infligida al PP, que ha visto c¨®mo varios de sus miembros declaraban como testigos.
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