Defender el lugar de Espa?a en Europa
Este fin de semana en Madrid, celebramos el Congreso de todo el socialismo europeo para apoyar a Frans Timmermans en su candidatura al Ejecutivo europeo
La ciudadan¨ªa tiene claro que quiere una Espa?a de progreso y unida a Europa. Despu¨¦s de todo lo vivido, sabemos que nuestro futuro mejora cuando defendemos el lugar que nos corresponde junto a las democracias europeas. Sin embargo, no todos los gobiernos han dado la misma importancia a esta aspiraci¨®n.
Las y los socialistas hemos construido la integraci¨®n de Espa?a en Europa. La identificaci¨®n directa entre el progreso de los espa?oles y la defensa de los valores europeos, como la democracia, supone que cuando alguien se reconoce como europe¨ªsta equivale a sentirse progresista y dem¨®crata. Por eso, en la Espa?a del siglo XXI es tan f¨¢cil identificar a los nost¨¢lgicos antidem¨®cratas: son los que vuelven despreciando a Europa y sacando pecho por su nacionalismo excluyente.
El prestigio de Espa?a como pa¨ªs impulsor de la integraci¨®n europea, desde que Manuel Mar¨ªn negoci¨® la adhesi¨®n, ha tenido momentos mejores y peores. Los gobiernos de la derecha han debilitado nuestra posici¨®n en Europa, pasando desapercibidos o fracturando la confianza de nuestros socios. El seguidismo estadounidense de Aznar y su decisi¨®n unilateral de meternos en la guerra de Irak rompi¨® la unidad europea en pol¨ªtica exterior, que tanto hab¨ªa trabajado Javier Solana. Tuvo que volver el PSOE a reparar el distanciamiento y situar a Espa?a en el coraz¨®n de las decisiones, culminando con la presidencia espa?ola del Consejo en 2010.
Igualmente, la pasividad del Gobierno de Rajoy, que solo sab¨ªa dar fe de las negociaciones sobre la austeridad, contrasta con la agenda activa del Gobierno de S¨¢nchez, implicado en construir un pilar social europeo y una Europa que proteja a su ciudadan¨ªa. Nuestro peso pol¨ªtico vuelve a ser reconocido, Espa?a vuelve a tener una influencia decisiva entre los jefes de gobierno y toda Europa alaba el trabajo de Josep Borrell por la unidad en pol¨ªtica exterior.
Solo a alguien como Pablo Casado se le ocurre pedir a Merkel mano dura con las cuentas presentadas por Espa?a. Afortunadamente no escucharon a quien pretend¨ªa anteponer sus intereses partidistas a los generales. Gracias a la sensatez del presidente S¨¢nchez, Berl¨ªn y Par¨ªs dialogan con Madrid para dar estabilidad y avanzar en los cambios que Europa necesita. Orban, Salvini y Le Pen tienen a sus interlocutores en el bloque de la involuci¨®n, la crispaci¨®n y el insulto.
Este fin de semana en Madrid, celebramos el Congreso de todo el socialismo europeo para apoyar a Frans Timmermans en su candidatura al Ejecutivo europeo. Es un ejemplo del importante lugar que ocupa Espa?a en una Europa progresista. Las ant¨ªpodas de ese lugar est¨¢n en la foto de los nost¨¢lgicos en Col¨®n. Saldremos a votar por una Espa?a moderna y europe¨ªsta.
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