La rep¨²blica y el impuesto de sucesiones
La Generalitat mantiene la generosidad fiscal en el tributo a las herencias: lo que la Revoluci¨®n Francesa consagr¨®, lo entierra la ¡®revoluci¨® dels somriures¡¯ con bonificaciones
El independentismo hegem¨®nico ha convertido los Presupuestos de la Generalitat en algo tan et¨¦reo como la rep¨²blica. Las cuentas para 2019, de momento, no existen. Las partidas e inversiones vagan por el espacio exterior gracias a la taumaturgia nacional que lidera desde el interior el Gobierno de Quim Torra. Ese intangible estado de la cuesti¨®n ser¨¢ puesto en escena, en la medida de lo posible, por el presidente de la Generalitat los pr¨®ximos d¨ªas en el Parlament.
Las huelgas que a finales del a?o pasado protagonizaron la sanidad, la ense?anza, los Mossos o los bomberos no han servido de acicate para que el Govern trate de sacar adelante las nuevas cuentas con el concurso de socialistas o comunes. Algunos de los estrategas del independentismo de nuevo cu?o creen, en la mejor tradici¨®n dogm¨¢tico-grupuscular, que nada se solucionar¨¢ hasta vencer en la lucha final. El portavoz adjunto de Junts per Catalunya, Eduard Pujol, aseguraba en plenas movilizaciones de noviembre: ¡°Nos estamos peleando por las migajas. Tenemos que ir a la soluci¨®n real del problema. Y la soluci¨®n real del problema ante un Estado que no hace nada a favor de Catalu?a es plantear que necesitamos votar nuestro futuro¡±.
Las huelgas de finales del a?o pasado no han servido de acicate para que el Govern trate de aprobar las cuentas
Mientras llega la victoria final, hacer pol¨ªtica es caza menor. Solo as¨ª se explica el rechazo a los Presupuestos presentados por el Gobierno de Pedro S¨¢nchez y la incapacidad para tejer alianzas y elaborar cuentas propias para 2019 por parte de la mayor¨ªa independentista. Con el portazo al Ejecutivo central quedaron en el aire 2.400 millones de euros. Los independentistas aseguran que esas cifras forman parte del cuento de la lechera, que esas partidas, como tantas otras promesas, no iban a llegar nunca y dudaban de que el propio S¨¢nchez quisiera aprobar los presupuestos en su compa?¨ªa. Para hacerle un favor a S¨¢nchez, votaron en contra. Ahora dependen de un baremo tan objetivo como la ¡°buena voluntad¡± del Ejecutivo central para recibir mediante decretos ley nada menos que 1.150 millones.
La tradici¨®n indica que hay que desconfiar del enemigo y creer en uno mismo por mucho que ello exija tener la fe de carbonero. Puigdemont declar¨® la independencia unilateral y Torra se conjur¨® para aprovechar la primera ventana de oportunidad para ¡°implementarla¡±. Y a la espera del milagro, ?c¨®mo se dibuja el futuro hacia la rep¨²blica? Pues el Govern, que neg¨® su apoyo a los Presupuestos generales del Estado, conf¨ªa en regresar a los mercados financieros. Poco importan los nubarrones que se ciernen sobre el horizonte de 2020 o que el rating de la deuda catalana merezca la consideraci¨®n de bono basura. Hay que cumplir el objetivo de d¨¦ficit, cerrar los ojos y pedir con fuerza un deseo. La vuelta a los mercados internacionales es una fascinaci¨®n recurrente del Ejecutivo catal¨¢n, que ya los intent¨® atraer con su pol¨ªtica de vanguardistas recortes sociales, un total de 4.174 millones de euros desde 2011.
JxC y ERC no tuvieron empacho en unir sus votos a los de PP y Cs para frenar un incremento en la presi¨®n fiscal
Mientras ensaya esa bater¨ªa de brillantes iniciativas, el Govern se niega a subir la presi¨®n fiscal sobre el IRPF. No se trata de ninguna medida sovi¨¦tica que atente contra la esencia misma de Catalu?a ni contra su querid¨ªsima clase media. Los comunes proponen incrementar hasta un 25,5% en el tramo auton¨®mico los ingresos a partir de los 120.000 euros anuales, como sucede en Andaluc¨ªa, Asturias o Cantabria, en un pa¨ªs donde el salario m¨ªnimo est¨¢ en los 900 euros mensuales. A esa negativa, la Generalitat suma la de mantener la generosidad fiscal con el impuesto de sucesiones, que promete ser como uno de los pilares de la nueva rep¨²blica. Lo que la revoluci¨®n francesa consagr¨®, lo entierra la revoluci¨® dels somriures con bonificaciones. Como anticipo, el pasado mes de enero, Junts per Catalunya y Esquerra no tuvieron empacho en unir sus votos a los de PP y Ciudadanos para tumbar una propuesta de resoluci¨®n para incrementar la presi¨®n fiscal presentada en el Parlament por Catalunya en Com¨² y apoyada por el PSC y la CUP.
Catalu?a camina con paso firme hacia no se sabe d¨®nde. El Gobierno catal¨¢n est¨¢ ausente de la cotidianeidad. Secunda huelgas generales contra la precariedad laboral, habiendo votado parcialmente a favor de la reforma laboral del PP. Es un Ejecutivo que alienta y reprime a manifestantes y piquetes, despu¨¦s de haber convocado a la movilizaci¨®n en la jornada de lucha contra el juicio a los l¨ªderes independentistas. Hay que tener fe. Son cosas del proc¨¦s.
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