Un inestable pero creativo paisaje cultural

Si nos asomamos al paisaje cultural que hab¨ªa en la Andaluc¨ªa de los comienzos de la autonom¨ªa, descubrimos un escenario ¨¢rido, des¨¦rtico pero lleno de prodigiosos oasis. No hab¨ªa nada, pero estaba todo. Sencillamente porque crec¨ªa y se multiplicaba lo que ha habido siempre: la creatividad individual, el genio contracorriente, el solitario letraherido y heterodoxo.

?Le ha ido mejor o peor a Andaluc¨ªa con la autonom¨ªa? Ahora que se plantea esa pregunta perversa por culpa de tantos errores de gesti¨®n y de la tendencia a crear monstruosas maquinarias burocr¨¢ticas, habr¨ªa que decir que la Andaluc¨ªa cultural de 2019 es mejor que la de 1979. Aunque habr¨ªa que matizar que s¨®lo en ciertos aspectos.

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Pero entremos m¨¢s adentro en la espesura... No hay duda de que la descentralizaci¨®n ha ayudado a que se fomente el tejido cultural propio. Que surja un poeta en la tierra que ha dado m¨¢s l¨ªrica al pa¨ªs no depende de leyes ni de estrategias pol¨ªticas. Sale porque tiene que salir, aunque tampoco hay que creer demasiado en supuestas crianzas espont¨¢neas. Desde luego sin un fomento a la educaci¨®n y a la cultura, el genio individual quiz¨¢s no salga nunca de su pueblo y su arte se quede perdido en conversaciones ingeniosas que el viento se lleva.

Para la literatura los tiempos de bonanza econ¨®mica sirvieron para que se crearan editoriales con proyectos ilusionantes. Sin embargo, muchas de ellas desaparecieron con la crisis. Otras siguen resistiendo en silencio, porque el mundo de los libros suele ser el m¨¢s discreto y olvidado. Se han impulsado ayudas a la creaci¨®n y a la edici¨®n, pero suponen s¨®lo un porcentaje m¨ªnimo. La industria editorial sigue estando en Madrid y en Barcelona y eso hace que un escritor andaluz lo tenga m¨¢s dif¨ªcil porque no cuenta con una proyecci¨®n desde sus comienzos. Aunque esta circunstancia adversa suele desarrollar un m¨²sculo contracorriente y en ocasiones una libertad creativa que no existe en otros lados.

?Y el teatro? Ahora que ha desaparecido el gran dramaturgo Salvador T¨¢vora hemos recordado c¨®mo era ese teatro andaluz del tardofranquismo. Era un teatro audaz, contestatario, reivindicador de la dignidad andaluza. En aquel tiempo surgieron grupos amateur que usaban un lenguaje de vanguardia simb¨®lico para denunciar la ausencia de libertades. Sin embargo, muchas de esas compa?¨ªas se disolvieron con la llegada de la democracia porque no hab¨ªan conseguido un lenguaje art¨ªstico propio para los nuevos tiempos.

La Consejer¨ªa de Cultura cre¨® ¨¢reas para el fomento y producci¨®n de las artes esc¨¦nicas, y aqu¨ª hay que incluir a la hermana maltratada, la danza. Se crea la Compa?¨ªa Andaluza de Danza o el Centro Andaluz de Teatro con montajes sobre los que siempre pes¨® la cr¨ªtica de su ¡®excesivo¡¯ presupuesto. Qu¨¦ nostalgias¡­ Ahora el CAT ha desaparecido quedando s¨®lo un ¨¢rea dedicada al estudio y la investigaci¨®n esc¨¦nica.

Sin duda el cine ha vivido una proyecci¨®n destacada en estas d¨¦cadas. Hoy los actores, directores, guionistas, montadores o t¨¦cnicos andaluces participan de forma brillante en las producciones nacionales. No ha sido f¨¢cil. Se ha empleado mucho esfuerzo personal no siempre reconocido. Las ayudas al cine andaluz son escasas y el poder oficial ha apoyado a posteriori, despu¨¦s de que una obra tuviera ¨¦xito. Es el caso de Solas, la pel¨ªcula de Benito Zambrano, que sin apenas ayudas y de forma discreta consigui¨® la fama.

El patrimonio es uno de los grandes bastiones de Andaluc¨ªa. Pero este enorme tesoro obliga a un gran esfuerzo de inventariado, catalogaci¨®n, investigaci¨®n y mantenimiento. Y, aunque se han hecho muchos esfuerzos, hay monumentos con problemas de ruina y que cuentan con un escas¨ªsimo presupuesto.

Los museos andaluces tienen m¨²ltiples asignaturas pendientes y resisten como pueden. Se han creado centros nuevos intentando la descentralizaci¨®n, pero sin apoyo presupuestario para la programaci¨®n y conservaci¨®n. Ah¨ª est¨¢ el olvido del Arqueol¨®gico de Sevilla o el de Bellas Artes, de titularidad nacional pero con gesti¨®n de la Junta, y que siendo la segunda pinacoteca de Espa?a no aparece en los presupuestos del Estado desde hace a?os.

Entre lo m¨¢s positivo est¨¢ el caso de M¨¢laga convertida en capital cultural de referencia con la creaci¨®n de numerosos museos: el Museo Picasso, el Centro Pompidou o el Museo Ruso. M¨¢laga ha sabido entender la importancia de la cultura como clave de atracci¨®n tur¨ªstica, adem¨¢s de fomentar el prestigio que tiene en el imaginario de una ciudad.